miércoles, 30 de marzo de 2011

LO QUE QUIERO



AFERRADO

No estoy
ni quiero estar
aferrado a nada,
ni a nadie.

Tan sólo
estoy dispuesto a estar
aferrado
a mi razón de ser.

Ni nada
ni nadie
me detendrá, en la vida.

Yo sé bien
lo que quiero,
y ella es
mi razón de ser.

Y tan sólo a ello
estoy  dispuesto a estar
aferrado.



                                                       José-María Fedriani



 

lunes, 28 de marzo de 2011

SOBRE NUTRICION (4)

Algo más: una frase famosa sobre uno de nuestros temas favoritos:

Cuatro son los alimentos que resultan indispensables para el bienestar del hombre: el trigo, la uva, la oliva y el áloe.

El primero lo alimenta, el segundo levanta su ánimo, el tercero, le aporta armonía y el cuarto lo cura.

                  Cristóbal Colón  (1451 – 1506)

sábado, 19 de marzo de 2011

HOY PUEDE SER...



Arriésgate en  la  vida


La vida es
para hacerla realidad,
cada día, en cada paso que damos,
arriesgada pero conscientemente,
cabalmente.

Cuanto más la valoramos,
a veces, nos pasa
que menos la disfrutamos.
Cuanto más miedo tenemos a perderla,
menos la desarrollamos,
menos vivimos.

Arriesgarse es avanzar:
no se puede crecer,
no se puede avanzar...
sin arriesgar.

Quién guarda algo,
lo olvida ¡hasta lo pierde!

Quien busca conservar
lo que posee,
y lo guarda todo
(a bien recaudo,
por no perderlo),
deja de disfrutarlo (pues es
como que no lo tiene)...

Conservar... ¿para qué
tener las cosas,
sin darle utilidad?

Quien se entrega
a causas nobles, dando
todo lo que tiene;
quien piensa más
en quien más necesita...
Quien se da a los demás,
se encuentra
a sí misma, a sí mismo, enteramente;
quien da, incluso, la vida
por la gente, por las personas que ama,
vive más enteramente.

Por no arriesgarla, nos arriesgamos
a perderla, a no tenerla de verdad.
Quien da la vida, la recibe.
Quien se entrega, se encuentra.
Quien se da,
hasta el final, generosamente,
se encuentra, y se abre
a lo infinito, se hace eternidad.

Si por miedo nunca te lanzas al mar,
no llegarás a gozar
el placer del abrazo de las olas;
si por miedo no te montas en globo,
no podrás disfrutar
de sentirte como volando entre las nubes.

Si temes decir la verdad,
por una u otra razón,
nadie sabrá lo que piensas;
si temes demostrar tus sentimientos
y los callas, quizá nadie sepa
responderte a ellos;
si temes comprometerte
con las causas por las que crees
merece la pena luchar,
nuca verás resultados halagadores.

Si por miedo no abres
los ojos a la vida, nunca verás
su grandeza y maravilla.

Por no arriesgarla, nos arriesgamos
a perderla, a no tenerla de verdad.
Quien da la vida, la recibe.
Quien se entrega, se encuentra.
Quien se da,
hasta el final, generosamente,
se encuentra, y se abre
a lo infinito, se hace eternidad.

Quien no arriesga su vida,
es seguro que la perderá
mucho antes
que quien la arriesga dándola...

¿Para qué la vida...
sin vivirla de verdad?

                                                            José - María Fedriani



viernes, 11 de marzo de 2011

INFORMACION SOBRE NUTRICIÓN

LA MARGARINA Y LA MANTEQUILLA 



La margarina fue producida originalmente para engordar a los pavos.


 
Cuando lo que hizo en realidad fue matarlos; las personas que habí­an puesto el dinero para la investigación quisieron recobrarlo así­ que empezaron a pensar en una forma de hacerlo.

Tení­an una sustancia blanca que no tení­a ningún atractivo como comestible así­ que le añadieron el color amarillo para vendérselo a la gente en lugar de la mantequilla.

Ahora han sacado algunos nuevos sabores para vender más a los incautos como muchos de nosotros.



Comparación entre mantequilla y margarina:

- Ambas tienen la misma cantidad de calorí­as.
¿Cuál es la diferencia entre la margarina y la mantequilla?

- La mantequilla es ligeramente más alta en grasas saturadas: 8
   gramos, comparada con los 5 gramos que tiene la margarina.




- Comer margarina en vez de mantequilla puede aumentar en 53% el riesgo de enfermedades coronarias en las mujeres, de acuerdo con un estudio médico reciente de la Universidad de Harvard.

- Comer mantequilla aumenta la absorción de gran cantidad de   nutrientes que se encuentran en otros alimentos.

- La mantequilla provee beneficios nutricionales propios, mientras la margarina tiene sólo los que le hayan sido añadidos al fabricarla.

- La mantequilla sabe mucho mejor que la margarina y mejora el sabor de otros alimentos.

- La mantequilla ha existido durante siglos mientras que la  margarina tiene menos de 100 años.
 - La margarina es muy alta en ácidos grasos trans. (de todos conocidos que no son nada sanos.


- La margarina triplica el riesgo de enfermedades coronarias.
- Aumenta el colesterol total y el LDL (el colesterol malo) y disminuye el HDL (el colesterol bueno).
- Aumenta en cinco veces el riesgo de cáncer.
- Disminuye la calidad de la leche materna.
- Disminuye la capacidad de reacción inmunológica del organismo.
- Disminuye la reacción a la insulina.

-  La estructura química de la margarina es en todo semejante a la del  PLÁSTICO...!!

Sólo este hecho es suficiente para evitar el uso de la margarina de por vida, y de cualquier otra GRASA  HIDROGENADA (esto significa que se le añade hidrógeno, lo cual cambia la estructura  molecular de las substancias).
Y un factor  inquietante:

Sugerencia (a modo de ensayo): Coger un poco de margarina y  déjela en el garaje o en un sitio sombreado. En unos dí­as se notarán dos cosas:



- No habrá moscas; ni siquiera esos molestos bichos se le acercarán (esto ya le debe decir a usted algo).  No se pudre ni huele mal o diferente, porque no tiene valor nutritivo; nada crece en ella. Ni siquiera los diminutos microorganismos pueden crecer en ella.

¿Por qué? ¡Porque es casi plástico!!



POR RESPETO A TU SALUD, MEJOR NO COMAS MARGARINAS.

ANCLAJES PRECISOS


Los 4 puntos cardinales de mi persona


Como todo lugar del mundo que ocupa un espacio... mi persona “ocupa” un espacio geográfico... Como todo espacio geográfico tiene unas “latitudes” que lo sitúan dentro de la realidad, en el mundo donde está: un Norte, un Sur, un Este y un Oeste...

Al Sur está mi propia realidad, estoy “yo”. Con todo el peso de mi  concreta y primera verdad: soy un cuerpo-continente que encierra todo un conjunto de cosas: mis cualidades, todo mi aspecto más bueno, como también mis defectos y lo peor de mí: mis sueños, mis ilusiones y mis esperanzas; mis cansancios, mis desánimos y mis derrotismos; mis energías vitales, mis capacidades, mis valores;  mis carencias, mis necesidades,  mis vacíos;  mis mejores proyectos, mis ganas incesantes de trabajar por mejorar mi persona y  colaborar en la mejora de todo lo que me rodea..., junto a mis desganas de todo, a la mi tentación de “pasar de todo” y desinteresarme de cualquier asunto que pueda hacerme cambiar o comprometerme...

Al Norte está Dios, ese inagotable Ser Superior que... inapelablemente yo siento, sé de su realidad y su presencia en mi vida... Pero, desde mi libertad, puedo percibirlo y aceptarlo..., o puedo decirle que no, que no le necesito.

Es probable que, quizá, le diga que sí; porque, evidentemente, me vitaliza, me gusta, me entusiasma, me apasiona, me empuja a ser más quien soy... Lo quiero presente en mi vida.       

Pero, también, desde luego, puedo rechazarlo y negarme a su Realidad; porque sé que, tantas veces, me dice... todo eso que no quiero escuchar, porque me haría avanzar... pero también me obligará a optar y a renunciar a lo que no quiero..., a lo que no sé..., a lo que temo...

Al Este y al Oeste, a mi diestra o derecha y a mi izquierda o siniestra, a un lado y al otro...,  están las otras tantas personas con quienes me relaciono, en todo momento, situación y circunstancia...  

También puedo negar esta realidad, pero es igual, seguirán estando acompañándome, contigua o lejanamente,  más o menos cerca,  pero siempre a mis lados...

En una de mis latitudes, van quienes me ayudan, quienes me  animan y apoyan a avanzar, a buscar futuros, a arriesgar, a lanzarme a vivir más, a atreverme a ser más persona. Porque están ahí como ángeles, llenándome de entusiasmo para llevar a cabo todo eso para lo que, si quiero, podré. Son seres siempre ¡positivos!. Son la alegría de mis días, mi mejor compañía...

Al otro lado están quienes me dificultan mi avanzar por la vida, quienes me desaniman, quienes me ahogan, quienes me matan toda ilusión y las ganas de ser quien de verdad soy y puedo legar a ser en plenitud. Son los “aguafiestas” de mi historia personal. Unas veces me atan, me amarran, otras me cargan de pesadas rémoras que no sirven para nada, sólo estorban... Son quienes me molestan en todo momento; yo lo sé, pero es que, inevitablemente, siempre están ahí...

                                         José-María

martes, 8 de marzo de 2011

MATERNIDAD DE DIOS

SIEMPRE



Dios es Madre y también Padre. Me da la vida, me enseña a amar, a amarme, a crecer. Me orienta, me dice cómo hacerlo todo, me cuida, quiere siempre mi bien. Es amor y ternura. Mi felicidad es su felicidad.



ORACIÓN A MAMÁ DIOS


De tus entrañas nací.
Me tomas
en brazos;
me alientas
con tus brazos;
Madre
que nunca falla...,
ni a la hora
de perdonar mis errores.

Me pides que me ame...
y que descubra
lo importante que yo soy
ante tus ojos.
Te encanta descubrir
que yo te voy descubriendo,
saber que yo avanzo
en el conocimiento de tu Amor.

Yo sé que no dejas
nunca
de amarme.
A veces, juegas conmigo
al escondite..., pero
al final ¡siempre
me respondes!

Y cuando yo me escondo...,
Tú siempre me buscas,
hasta encontrarme...
Para darme un beso, un abrazo...

Veo que no te me separas
del pensamiento... Estás
pendiente de mí...
para que no me pierda...
Me das tu brazo,
si me ves tambalear: 
me sostienes.
Y si me caigo,
me ayudas a levantarme.

Tengo la certeza
de que siempre me escuchas.
Siempre; aunque,
a veces, prefieres
no responderme... (quizá
por no enojarte
por lo que te digo).

Mi experiencia, cada día,
es la misma:
aunque yo no sea consciente...,
siempre ¡estás cerca!

Sí, Madre-Dios.
Estoy tomando conciencia
de tu Amor.
Desde esa constante
entrega amorosa, esa tu ternura
inquebrantable.
Esa tu dedicación para conmigo, 
en que te empeñas
en que yo llegue a ser
quien debo ser.

Enséñame a amar,
como sólo Tú
sabes hacerlo, mamá.

Amén.


                                                José-María Fedriani

                                   (en "El Hemisferio Olvidado")