La sexualidad es algo más
amplio que el amor conyugal y la genitalidad. Pero sí, es cierto que de las
relaciones entre dos personas que se tratan, surge el cariño, el deseo de
disfrutar y disfrutarse mutuamente, nace y se desarrolla el amor… ¡Es ley de
vida!
Cuando un hombre y una mujer
quieren hacer fructificar su amor… surge el deseo de traer un hijo al mundo.
Es, seguramente, una parte de
la ilusión de que quede perenne el amor que existe entre ellos; también la
manera de que su “proyecto” familiar siga permaneciendo… en futuras
generaciones.
Pero también hay algo más:
Si (por ejemplo) soñamos en
un futuro mejor, es lógico que queramos traer al mundo personas que lo hagan
posible, que luchen por hacerlo realidad.
Claro que también puede haber
quienes razonen que es egoísta traerlos (si el mundo está tan mal y sólo van a
venir a sufrir), por el gusto de tenerlos y presumir de ellos… Aunque, pensando
un poco, pueden llegar a aceptar como válida y valiente la postura anterior:
precisamente porque la realidad del mundo actual no es la ideal, habrá que
aportar por que vaya siendo mejor: será una apuesta a la Esperanza.
Si bien, también, puede haber
quienes se plantean traer hijos al mundo con una visión más egoísta (como
sentirse acompañados, tener quienes les cuiden en la vejez o puedan seguir
trabajando en el negocio familiar…); pero no es esa (así me gusta pensarlo) la
ley que rige en la mayoría de las uniones conyugales.
Como
principio general, yo quiero creer que la mayoría de las parejas humanas, lo
que desean para sus hijas e hijos es que disfruten del don de la vida. Y
también que pueden ser colaboradores en la permanente y constante Creación:
constructores de un mañana mejor.
Los hijos,
en muchas ocasiones forman parte del “plan de vida” proyectado por muchas parejas.
Y desean ver hechos realidad sus sueños.
Claro que,
desde antes de que vengan hemos de quererlos… Y también amarlos de verdad;
porque van a ser ellos, no “nuestros sueños” de ellos.
Traer una
hija, un hijo, unos hijos al mundo… son fruto y signo de la Esperanza; porque
hay que creer en el futuro, hay que comprometerse: los hijos son, realmente,
compromisos con la Historia.
Tener hijos hoy (niña o niño)
es algo diferente de cómo era en tiempo de nuestras abuelas. Hoy día se puede
elegir la mejor fecha y no tiene porqué haber embarazos no deseados. Como también se puede decidir previamente el
sexo (con la llamada “ciclología”).
Pues será varón si se engendró el día de la ovulación (o inmedia-tamente después), no antes...
Claro, es fundamental que la
mujer conozca el “funcionamiento” de su cuerpo, para “acertar” en la concepción
(lo mismo que la anti-concepción); lo primero: saber qué día ovula y cuáles son
sus días fecundos.
Pero, a
veces, por problemas de diversa índole, la intención queda frustrada: el
deseado embarazo ¡no llega!
¿Qué hacer?,
¿resignarse?, ¿sentirse dolidos con la vida?
¿O empeñarse,
sea como sea?
Como dice la
sabiduría ancestral “querer es poder”. O sea: si queremos podemos… y si
podemos, debemos.
Pero ¿cómo?,
¿buscando métodos biológicos-naturales?, ¿echando mano de técnicas
artificiales?, ¿adoptando los hijos naturales de quien no los quiere o no los
puede atender?
AYUDAS NATURALES
PARA CONCEBIR
Existen “remedios” (digamos
“ayudas”) naturales, si no se quieren artificiales (que también los hay, y con
ello un gran “negocio” montado) como es la “fecundación in vitro”.
Y, muchas veces, los remedios más
sencillos son los más eficaces.
Uno de ellos es, simplemente, que la mujer, después de mantener una
relación sexual (en los días de máxima fertilidad), se quede en la cama, boca
arriba con una almohada o cojín que le mantenga el trasero elevado; manteniendo
esta posición por media hora. Esto permitirá que el semen permanezca más tiempo
en su útero y, por ello, existen más posibilidades de que éstos actúen como
corresponda.
Un muy buen remedios naturales para
ayudar a que una mujer se pueda quedar embarazada es la jalea real, ya que promueve la fertilidad. Efectos similares tiene
el té de caléndula. (preparar una infusión y tomarla cada día). Además
de ser muy buena para limpiar el tracto vaginal de forma natural, tiende a
regularizar el ciclo menstrual.
También va bien el té de cebolla, para ayudar a ovular bien: hay que hacer una cocción de
cebolla blanca, cortada en rodajas, en 2 vasos con agua (tapada ara que no se evaporen
las propiedades de la cebolla); añadir miel de abeja y una copa de ron o
brandy, luego se le deja reposar y se
guarda en la nevera. Cada día tomar un poco en ayunas (es mejor calentar un
poco).
Otro de los mejores remedios caseros para quedar embarazada, ni más ni menos,
está en la propia mente. La mujer debe relajarse, dejar de lado la ansiedad y
olvidarse un poco del “problema”. Tener paciencia (que es esperanza a lo
cotidiano) y, tal vez, el día menos pensado llegará lo tan buscado. Porque, muchas
veces el estrés y la angustia son lo que generan la situación de bloqueo que
impide conseguirlo.
Aunque la mayoría de los médicos está de
acuerdo con que una alimentación sana y equilibrada es la mejor forma de
recibir las vitaminas y los minerales necesarios, en muchos casos,
los médicos alopáticos no encuentran la clave para orientar bien, a
tantas parejas, a solucionar el problema; pues no se trata de una verdadera
disfunción física, simplemente es una circunstancia pasajera. Es por lo que,
tantas veces, es más acertado buscar un buen remedio
casero para lograr la fertilidad.
El uso de
remedios herbarios para la infertilidad es una práctica muy antigua. Los
suplementos de plantas para ayudar a la fertilidad están compuestos por raíces,
hojas, cortezas, frutas y flores. Actualmente están comercializados como
comprimidos, píldoras, té y en forma de gránulos.
Se sabe que los
suplementos herbarios para la fertilidad tienen un efecto positivo en el
sistema hormonal, los órganos reproductores y el impulso sexual.
Los suplementos
herbarios para la fertilidad comunes
para las mujeres incluyen:
- Trébol rojo: uno de los remedios herbarios para la
fertilidad más populares; se le atribuye la función de nutrir el útero, relajar
el sistema nervioso y equilibrar las hormonas. Tiene alto contenido de calcio,
vitaminas y magnesio.
- Sauzgatillo: ayuda a equilibrar las hormonas al
estimular la glándula pituitaria, que produce hormonas sexuales como el
estrógeno, la progesterona y la testosterona.
- Cimicifuga
racemosa: mejora el funcionamiento hormonal debido
a sus fitoestrógenos.
- Raíz de
unicornio falso: estimula la ovulación y restaurar el
equilibrio hormonal.
- Hoja de
frambuesa: restaura el equilibrio hormonal y nutrir
el útero..
- Pie de león: ayuda en la regulación de la
menstruación y el fortalecimiento de la pared uterina.
- Ortiga: se utiliza para regular las hormonas del
cuerpo, la ovulación y la menstruación. Es rica en clorofila y minerales.
Los suplementos
herbarios para la fertilidad comunes para
los hombres incluyen:
- Ginseng
asiático: es un remedio popular para la
infertilidad en la medicina china, pues parece que aumenta los niveles de
testosterona, el recuento de espermatozoides y la motilidad espermática.
- Astrálago: mejora el recuento y la motilidad de los
espermatozoides.
- Tríbulo: regula las hormonas e incrementa la
testosterona.
- Palma enana
americana: se utiliza comúnmente para la salud de
la próstata y también parece aumentar la fertilidad.
COMO
COLOFÓN,
UN CONSEJO MUY EFICAZ:
Para la chica: tomar,
cada mañana, un chupito (tres cuchadas soperas) de pulpa de áloe vera,
mejor si es la mezcla de los áloes más valiosos (en sinergia), como son áloe
barbadensis miller (vera), áloe arborescens miller, áleoe férox (más rico en
hierro) y áloe chinensis (más rico en calcio, magnesio y potasio). Todos ellos
proporcionan gran cantidad de muco-polisacáridos, vitaminas, minerales y
enzimas.
También, cada día, dos
comprimidos de jalea real. En
ella se encuentran unos 20 aminoácidos, entre ellos algunos de los esenciales,
así como casi todas las vitaminas del complejo B, vitamina C y varios minerales
(hierro, potasio, sodio y pequeñas cantidades de cromo, manganeso y níquel).
Y, ácidos grasos Omega 3, para aumentar los estrógenos: bien en la
alimentación cotidiana (pescado azul, nueces, etc.) o en cápsulas (de venta
normal en establecimientos de salud), 2 a 4 al día.
Para el marido: la pulpa de áloe (igual que su pareja) y
la jalea real (todo el mundo sabe
que rejuvenece el cuerpo y proporciona una energía
extraordinaria.
Y por supuesto…
¡esperar los días fecundos de ella para demostrarle TODO SU CARIÑO!