Tantas veces, decimos (hasta
nos planteamos) que estaría bien que, muchas cosas de este mundo fueran mejor.
Pero no siempre es fácil
decidirnos, más cuando tanta gente (y los mass media al servicio de los poderes
establecidos con sus muchos “intereses creados”) nos dicen, una y otra vez, que
esto no tiene remedio…
Claro que, si de verdad lo
deseamos, si la causa nos motiva de verdad, algo que sí podremos hacer. Aunque
sea desde nuestra casa, tal vez desde una pequeña ONG o una asociación; en
cualquier lugar de este planeta que llamamos Tierra pero que también es Casa de
la Familia Humana.
Trabajar por UN MUNDO MEJOR abarca
tres aspectos:
1. Querer UN MUNDO MEJOR
significa soñar y también comprometernos con nuestro planeta Tierra. Que lo
necesita. Esta búsqueda, estos compromisos han
de estar apoyados en los cuatro grandes pilares de la PAZ, de la
JUSTICIA, de la LIBERTAD y de la SOLIDARIDAD.
El Mundo es obra de Dios, pero también es obra del hombre, de los
humanos. Y esa tarea está aún sin terminar. Es nuestra responsabilidad, nuestro
compromiso, nuestro gran reto: vivir POR UN MUNDO MEJOR.
2. Pero la mejoría de la realidad que nos rodea
comienza siempre por ARMONÍA PERSONAL: si cada ser humano mejora, mejora su
entorno, mejora todo... La tarea, pues, comienza por buscar el bienestar en
nuestro cuerpo, por cuidar nuestra salud (física e intelectual).
Y, para ello: saber quienes
somos, qué buscamos o queremos, cuáles son nuestros valores; qué ideales nos
mueven a vivir con gozo nuestros días. Optar por hacer un Mundo Mejor es
empezar a ser individualmente mejores.
3. Y, paralelamente, hemos de cuidar, no podemos
olvidar la ARMONÍA CON EL ENTORNO: nuestro entorno, que son los demás (la
familia y las amistades) y también el medio ambiente (una naturaleza a la que
también le debemos respeto), es el eslabón que nos une a lo Universal.
De
toda esa realidad que nos rodea, nosotros formamos parte: Nosotros somos
“plural” y lo somos con quienes hacemos la vida, con quienes nos realizamos
como personas.
Y porque queremos, porque
tenemos la intención de hacer realidad ese sueño de que el Mundo mejore...,
necesitamos mejorar nuestra convivencia: todos los problemas de convivencia, de entendimiento,
de comprensión... que impiden que seamos más personas, más auténticos, más
felices... es bueno que los analicemos y hagamos por mejorarlos. Así, verdadera, cabalmente, podremos decir
que estamos interesadas e interesados por esa muy digna causa: AVANZAR EN EL
LOGRO DE UN MUNDO MEJOR.
Mejorar el Mundo, es mejorar la vida.
Pero,
para mejorar nuestro Mundo, lo primero es observar la realidad y VER qué es lo que tenemos delante. ¿Qué
pasa en el Mundo?
Si
hacemos un rápido “análisis de la realidad”, ¿qué es lo que vemos?, ¿qué cosas
no nos gustan de este “croquis” de la realidad?, ¿qué habría que cambiar para
avanzar a UN MUNDO MEJOR?
Tenemos:
Ø HAMBRE, MUERTE DE NIÑOS POR DESNUTRICIÓN...
Ø GUERRAS,
VIOLENCIA, TERRORISMO...
Ø POBREZA, GRANDES DESIGUALDADES, CORRUPTELAS...
Ø INJUSTICIAS,
VIOLACION DE DERECHOS HUMANOS...
Ø ENFERMEDADES,
CONDICIONES INSALUBRES...
Ø DESESPERANZAS,
TRISTEZAS, SOLEDADES...
¿Y
eso por qué?
-
¿Porqué muere la gente de hambre?, ¿no hay excedentes de alimentos cada año?,
¿por qué muere tanta criatura sin comida?
-
¿Porqué se sigue manteniendo el negocio de la guerra, a pasar del mal que ello
provoca? ¿Quién se beneficia de ello?
-
¿Quién provoca que haya tanta gente sin ilusión, que los jóvenes de hagan
“pasotas”, que los marginados lleguen a creerse que su situación no tiene salida,
que ya no es posible mejorar en nada?
Y…
¿por qué?
-
Al Mundo lo que le falta es AMOR SOLIDARIO.
Sí,
porque…
· Con
Amor, con Solidaridad, los alimentos, la
riqueza se repartiría más equitativamente. Y desaparecerían el hambre y la
miseria.
· Con
Amor, con Solidaridad, nuestro mundo sería justo, se respetaría la dignidad de
todos los seres humanos, se lucharía activamente contra las enfermedades (hasta
las más raras y no rentables).
· Con
amor solidario, habría espacios y tiempo para escucharnos los unos a los otros,
para compartir vivencias e inquietudes, para jugar y divertirnos, para gozar de
la vida.
Por eso, hace falta que, todas las personas que soñamos con mejorar la realidad, hemos de ser siquiera un poco rebeldes. El Mundo no sólo puede cambiar, sino que tiene que cambiar.
Y
eso significa, comprometernos. Tener una participación activa, cotidianamente. Empeñarnos en
hacer algo (aunque sólo sea algo pequeño) porque crezcan la solidaridad, la
comprensión, la justicia, la paz…
Si
queremos, podemos. Y si podemos ¡debemos!