jueves, 24 de diciembre de 2020

VALORAR LA VIDA


N A C E R

La vida siempre la recibimos gratuitamente. Los humanos y todos los seres vivos: nace un arbolito, nace un pajarillo, nace un perrito, nace un potrillo. Y cuanto más consciente es quien nace de llegar a la vida, más razones habrá de tener para alegrarse con ese regalo del llegar a ser.

              

Ahora celebramos ¿el equinoccio de invierno? También, pero no exactamente. La vida está presente siempre en medio de la inmensidad del Universo creado.

       

En estos días en que, una muchedumbre de personas de toda clase de edad, creencias e incluso muy diversas culturas se paran a celebrar la Navidad. Para la Comunidad Cristiana es el gran día para celebrar que el Hijo de Dios se encarna y, con ello, todos los seres humanos entramos a formar parte de la Familia de Dios, pues nos convertimos en hijas e hijos del Padre-Dios. Pero es que la fiesta (es algo manifiesto y patente en millones de puntos de la geografía) no queda reducida a los creyentes.

 Y: ¿Qué celebramos? Lo primero, celebramos un NACIMIENTO: el nacimiento de una criatura que, según la historia, nació aproximadamente hace 2.020 años y que, de alguna manera se ha convertido, para tantos habitantes del planeta Tierra, en un icono o símbolo de la alegría que nos motiva normalmente el nacimiento de un hijo, de una criatura.    

¡Qué importante es nacer!

Pero es que, seamos conscientes o no, cuando está naciendo un ser ¡se está produciendo un canto a la Vida!

           

Algo nuevo que comienza, algo que nos ha de llenar de esperanza y, muy seguramente, nos invitará y enseñará a amar. También de confianza en que la vida continúa, que (a pesar de todos los pesares) ¡hay futuro! Futuro para ese ser humano (o del árbol o la golondrina o el caballo…) que viene a la existencia; pero, también, para toda la humanidad. 

Pues, cada quien, es una riqueza que aportará su SER a todos.

Por eso, hoy quiero decir a cuantas personas se asomen a leer este post: ¡MUCHAS FELICIDADES!



jueves, 17 de diciembre de 2020

EN NAVIDAD NORMALIZADA

 


JESÚS YA ESTÁ AQUÍ. 

AHORA VIVE 

CON NOSOTROS.

Nuestra “nueva normalidad” se llama JESÚS NACE. Llega con un mensaje muy claro. El Amor crea Vida, nace en cualquier rincón del mundo, desde los pobres, no con los poderosos. Y su proyecto es: un Mundo Mejor (todo Nuevo), más justo, más fraterno, más esperanzador.



Por eso, en nuestro Belén familiar, este año, todas las figuritas dirigen sus miradas y sus pasos al Portal donde está la Sagrada Familia; todos, también los extranjeros que vienen de Oriente o del Sur (del otro lado de la valla o muralla).



En realidad, el recuerdo de aquel Día Grande de la Navidad es siempre un canto de reconocimiento al Amor de Dios que se derrama en nuestros corazones para llevarnos a ser más misericordiosos, alegres, portadores de buenas noticias, de paz, de justicia y libertad.

¡FELIZ NAVIDAD!