BANDERAS
Bonito el colorido.
Muchas veces,
lindos significados.
Pero siempre
de distinción,
de diferenciarnos
unos a otros.
Sólo quiero
una bandera:
sólo la bandera blanca,
la de la paz.
Las otras,
no me gustan.
Me desagradan.
Me producen desazón
(sabor amargo
en mi corazón).
Me sugieren
fronteras, enfrentamientos,
rivalidades.
Las banderas
crean contrarios.
No las quiero
al menos separadas.
Banderas ¡todas
unidas! o nada.
Nunca me gustaron
las banderas;
tampoco, en general,
lo que simbolizan.
Toda bandera pretende
diferenciarse de otros.
Significan división,
partidismos,
nacionalismos
y hasta fanatismos.
Mostrando están
siempre
lo que nos serapa,
lo que nos diferencia;
aquello
que nos indica
que el otro
no es mi hermano;
sino que, acaso,
es mi enemigo...
Las banderas
rompen el mundo
que, en un principio,
fue uno...
y no hay mejor
destino
cósmico
que volver a ser
uno
con una única
bandera
blanca.
José-María Fedriani
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