sábado, 15 de enero de 2011

HABILIDADES SOCIALES

 
COMUNICARSE MEJOR
PARA CONVIVIR MEJOR

Hace años (bastantes) leí un libro que muchos seguro que conocen, “El Principito”. Inicialmente, pensé que se trataba de un cuento maravilloso. Luego (y más cada vez que he vuelto a releerlo) , yo he ido "descubriendo" en Saint-Exupéry (su autor), un maestro, todo un experto en comunicar y en explicar lo que es la amistad.

Excelente es, por ejemplo, el diálogo con el zorro:
-        No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-        iAh!. Perdón -dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
-        ¿Qué significa «domesticar»?
-        No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-        Busco a los hombres -dijo el principito -. ¿Qué significa «domesticar»? ... Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-        Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos». Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...

Eso es comunicación, eso es aprehender a convivir:
es vivir "en estado de amigabilidad".


Sí, yo creo (con Atilano Alaiz) que "en la amistad el hombre alcanza su máxima grandeza"; porque es una relación plena, pura, gratuita.  Es un acercase al amigo con un respeto total: "simplemente para co-existir, para Con-vivir conjuntamente."

Una comunicación buena, hace que la convivencia, que la vida compartida sea armónica y feliz.

La comunicación, como forma que es de interacción humana,  es un fenómeno psicosocial. Un fenómeno en que cada una de las personas que se relacionan, produce ciertos efectos y cambios en los demás que intervienen en el proceso.

 La interacción, es, pues, la comunicación intercambiada,  recíproca, entre emisor y receptor, que llega a ejercer una influencia recíproca, que genera acciones de cambio.

Cada vida es diferente, pero existen unas reglas, comprobadas (dar y recibir amor, saber dar importancia a lo pequeño, no ser excesivamente susceptibles, evitar todas las discusiones innecesarias, cuidar el lenguaje verbal y no verbal, adquirir habilidades para la comunicación, ...) que "nos sirven" para mejorar la relación con los demás; para hacer, del convivir, una convivencia feliz.

Para conseguir la comunicación personal eficaz es importante que los mensajes sean: directos (saber cuando es necesario decir algo y decirlo) , inmediatos (una retroalimentación inmediata hace que los otros entiendan lo que necesitamos) , claros (afirmaciones claras) , sinceros (la verdad de lo que se siente) y a1entadores para que la otra persona sepa !o que quiero).

Y para yo saber !o que la otra persona quiere, lo que he de hacer es atender sus mensajes. Por eso, el primer servicio que uno debe al otro, consiste en escucharlo.

Se puede escuchar a medias, convencido de que, en el fondo, ya se sabe lo que el otro va a decir. Esta es una actitud impaciente y distraída de escuchar que desprecia al prójimo, y en la que no se espera otra cosa sino el momento para quitarle la palabra. Aunque sea para decirle "te quiero".

El amor es otra cosa:  Amar a una persona , es: "respetar su identidad, escucharla, desear que crezca  y hacer todo lo posible para que crezca" (dice Arturo Paoli).

Una mejor interacción y una mayor integración en los grupos de personas, no es algo que se dé por que sí, no es un regalo de la naturaleza. Pero el trabajarlo y lograrlo, si es algo que todos tenemos a  mano. 

En general podemos hablar de que existen técnicas, que hay multitud de  instrumentos para dinamizar o para lograr un consenso grupal. No debemos rechazar las mil posibilidades que tenemos para mera mejorar nuestras relaciones con los demás, para aprender a librarnos de muchos individualismos que nos impiden madurar en el "ser nosotros". Ya que (como dice A. Alaiz) : "el que es capaz de vivir la amistad es capaz de todo."

Y si tenemos cantidad de recursos técnicos que podemos utilizar para mejorar como personas al lograr una auténtica interacci6n con las personas con las que nos relacionamos en la vida ¿por qué no hacer uso de ellos?.

El deseo profundo de crecer en la confianza mutua y  de avivar el descubrimiento gozoso de los otros, son el reflejo del sentido de la solidaridad que llevamos dentro que nos conduce a lograr, con las tantas personas con las que hacemos nuestra vida, un ambiente de sinceridad, de armonía y de felicidad.

En la convivencia, es importante establecer relaciones de igualdad, de camaradería, de respeto mutuo. Sabiendo estar abiertos, disponibles y a colaborar activamente en pro del bien y de la felicidad de los demás, en amistad abierta.

Una convivencia auténtica será siempre fruto de una sincera cooperación entre todos los humanos. Sin cooperación, el desarrollo humano no seria posible.

Cooperar es trabajar con otros, operar en común. La mutua cooperación, potencia la armonía en el convivir.

Compartiendo alegrías y trabajos, viviendo unos para con otros, cooperando todos, se va edificando el tan deseado convivir en armonía que nos lleva a ser un poco mejor cada día. Mejorando nuestras vidas, mejoramos el Mundo.







LA  HABILIDAD 
DEL RECONOCIMIENTO

¿Qué es el RECONOCIMIENTO?

Reconocimiento, es decir RE - CONOCER, dicho de otra forma, tener en cuenta, observar. 

RECONOCER y SER RECONOCIDOS son lo opuesto a la indiferencia. La indiferencia, el mayor desprecio que podamos dar a los otros. No reconocer al otro ser, a la otra persona, es lo peor: es una condena.

Si bien parece algo fácil esto del “reconocimiento”, realmente no lo es; ya que es difícil encontrar esta habilidad en muchas actuaciones sociales.

¿Pero para qué dar RECONOCIMIENTO?

Bueno, es que todo el mundo quiere y tiene derecho a que se le considere, a que se le tenga en cuenta, a que se valore...

Hoy, decimos que nuestra sociedad es avanzada; que es lo mismo que decir que aceptamos ser una sociedad plural, democrática, participativa... Lo que pasa es que... aunque hablamos hasta el hartazgo de cambios, seguimos estancados en los paradigmas de la vieja educación donde prevalecía el slogan "de eso no se habla".

Parece ser que seguimos creyendo que “la información es poder” y, si nos  comunicamos, perdemos y que si reconocemos una tarea bien realizada  por parte de otra persona, implicará “competencia” como si la vida fuera una “carrera de obstáculos” y sólo se tratara de dejar atrás a los otros; así que si damos reconocimiento no es porque hicieron las cosas bien, sino solamente para marcarles dónde se equivocaron.

Y como ya estamos hechos a esta “mala costumbre”, la llevamos a todos los ámbitos de la vida: desde lo laboral hasta al trato con los familiares, especialmente los hijos. Casi siempre que llamamos la atención es para decir algo que no está bien (el pescado está frío, el cenicero está rebosando de colillas, la música está demasiado fuerte, esas notas van de mal en peor, es muy tarde para regresar a casa un jueves, o ese pelo está excesivamente largo...). 

Y lo lamentable es que no llegamos a darnos cuenta de que un buen reconocimiento verbal, en el momento apropiado, es uno de los indicadores más directos de la motivación, favoreciendo también a la tan castigada comunicación.



 
Fallos en nuestras habilidades sociales

Estos tres puntos: el reconocimiento, la comunicación y la motivación, son el común denominador que falla en muchas de nuestras relaciones sociales.

Se falla a muchos a estos niveles de convivencia humana. Pero es que los tres están muy relacionados e interaccionan entre sí. 

Veamos cuántas de estas preguntas podemos contestar afirmativamente:

Este último mes ¿le dijimos algo realmente positivo y alentador a nuestros...  Esposa o marido, a nuestra Hija o hijo, a nuestra Madre o Padre, a nuestras Amigas o amigos, a nuestras y nuestros compañeros de trabajo, o a nuestro jefe, o a nuestros empleados...?

Bueno, y si alguna de estas personas hizo algo nos hizo algo que nos reconfortó...     ¿se los dijimos?, ¿acaso tampoco les dijimos que los estimamos, que los necesitamos, que los queremos ni siquiera les dimos las gracias...?


¿Todo RECONOCIMIENTO es igual?
¿Cuántas clases se dan?

Fundamentalmente podemos hablar de cuatro clases:

1) RECONOCIMIENTO POSITIVO INCONDICIONAL:

-  es el que se da por las características inherentes a la persona:
ð  es una invitación a sentirse bien: ... “por ser como eres”
ð  es el mejor regalo: ... “me encanta tu forma de ser”, “de verdad me pareces una persona estupenda”, “eres un magnífico compañero”, “qué suerte tener amigos como tú”.

 
2) RECONOCIMIENTO POSITIVO CONDICIONAL:

- se refiere a las acciones o conductas:
ð  estimula a la persona: “te quedó súper-guay”
ð  es un estupendo regalo: “te ha salido muy bien”, “esta comida está magnífica”, “ese peinado te sienta muy bien”, “me gusta mucho como lo has hecho”...


3) RECONOCIMIENTO NEGATIVO INCONDICIONAL:

-  es el que generaliza lo negativo de la persona a su mismo ser: 
ð  invita a sentirse muy mal: “no sirves para nada”
ð  es el peor “regalo” (machaca): ... “eres un desastre”, “qué mala gente eres”, “mira que eres insolidario”, “me niego a creer en ti”, “nada se puede esperar de gente como tú”...


4) RECONOCIMIENTO NEGATIVO CONDICIONAL:

-  generaliza lo negativo del otro, pero poniendo una condición:
ð  desanima bastante: “siempre que..., te pasa lo mismo”
ð  es mal “regalo” (desagrada mucho): “es que cada vez que... te cuento un secreto, lo sueltas...”, “siempre que... vas de copas, acabas diciendo tonterías”, “a ver cuando... eres capaz de terminar lo que empiezas”...

PARA ESTIMULAR POSITIVAMENTE A UNA PERSONA: RECONOCERLA POSITIVA E INCONDICIONALMENTE.




 
PISTAS PARA DAR RECONOCIMIENTO POSITIVO:

- Ver lo positivo que tienen las personas con las que nos tratamos (la familia, el grupo de amigos, los compañeros...):
ð  hacer una “lista” y decírselo sincera y espontáneamente.

-  Aceptar el “reconocimiento positivo”; dando las “gracias” cuando lo recibamos: 
ð  el otro, la otra, necesita saber que lo hemos recibido bien.

- Pedir “reconocimiento positivo”:
ð  los otros no son adivinos: ¿me consideras un buen amigo?,            ¿te ha gustado la tarta de manzana que te hice?, ¿qué me dices de mi forma de cantar?...

- Rechazar el “reconocimiento negativo”: 
ð  implica “autovaloración”: hay que rechazarlo o ignorarlo.
ð  “no estoy de acuerdo contigo”, “no es verdad, yo no soy así”; o... “a palabras necias, oídos sordos”.


 EL RECONOCIMIENTO POSITIVO SINCERO           AYUDA A LAS PERSONAS A COMPROMETERSE       Y A SER MÁS FELICES EN LA VIDA.










1 comentario:

  1. Esto es muy interesante. Valiosa información que, de verdad, yo te agradezco.

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