viernes, 11 de noviembre de 2011

ENTREGA

Arriésgate en  la  vida


La vida es
para hacerla realidad,
cada día, en cada paso que damos,
arriesgada pero conscientemente,
cabalmente.

Cuanto más la valoramos,
a veces, nos pasa
que menos la disfrutamos.
Cuanto más miedo tenemos a perderla,
menos la desarrollamos,
menos vivimos.

Arriesgarse es avanzar:
no se puede crecer,
no se puede avanzar...
sin arriesgar.

Quién guarda algo,
lo olvida ¡hasta lo pierde!

Quien busca conservar
lo que posee,
y lo guarda todo
(a bien recaudo,
por no perderlo),
deja de disfrutarlo (pues es
como que no lo tiene)...

Conservar... ¿para qué
tener las cosas,
sin darle utilidad?

Quien se entrega
a causas nobles, dando
todo lo que tiene;
quien piensa más
en quien más necesita...
Quien se da a los demás,
se encuentra
a sí misma, a sí mismo, enteramente;
quien da, incluso, la vida
por la gente, por las personas que ama,
vive más enteramente.

Por no arriesgarla, nos arriesgamos
a perderla, a no tenerla de verdad.
Quien da la vida, la recibe.
Quien se entrega, se encuentra.
Quien se da,
hasta el final, generosamente,
se encuentra, y se abre
a lo infinito, se hace eternidad.

Si por miedo nunca te lanzas al mar,
no llegarás a gozar
el placer del abrazo de las olas;
si por miedo no te montas en globo,
no podrás disfrutar
de sentirte como volando entre las nubes.

Si temes decir la verdad,
por una u otra razón,
nadie sabrá lo que piensas;
si temes demostrar tus sentimientos
y los callas, quizá nadie sepa
responderte a ellos;
si temes comprometerte
con las causas por las que crees
merece la pena luchar,
nuca verás resultados halagadores.

Si por miedo no abres
los ojos a la vida, nunca verás
su grandeza y maravilla.

Por no arriesgarla, nos arriesgamos
a perderla, a no tenerla de verdad.
Quien da la vida, la recibe.
Quien se entrega, se encuentra.
Quien se da,
hasta el final, generosamente,
se encuentra, y se abre
a lo infinito, se hace eternidad.

Quien no arriesga su vida,
es seguro que la perderá
mucho antes
que quien la arriesga dándola...

¿Para qué la vida...
sin vivirla de verdad?


                             José-M. Fedriani

4 comentarios:

  1. Asi es amigo Jose Maria , la vida es para vivirla, somos humanos y como tales imperfectos , con nuestros errores y aciertos , pero la vida es un puro aprendizaje , un camino que labramos día a día con tesón y valentía.Excelente reflexión.

    Buen fin de semana.

    Abrazos.

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  2. Hola José María, he descubierto tu blog por casualidad, paseando y leyendo de unos a otros.

    Me gusta como te expresas, me ha impresionado, así que, con tu permiso, me quedaré por aquí, siguiéndote...

    Gracias por compartir tanto.
    Nos leemos

    Un fuerte abrazo y buen fin de semana

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  3. ¡El que nada arriesga nada gana! Además, nos arrepentimos de lo que no hemos hecho, no de lo que hemos hecho.
    Un abrazo.

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  4. Muy sabias tus palabras José Maria, acertadas y duras...como la vida.

    Gracias por la deferencia de hacerte seguidor de mi blog.
    Un saludo...

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