HEMOS DE CAMBIAR

AHORA ES

¡LA HORA!

Llevo años pensando, y diciendo, que la realidad de nuestro planeta Tierra es insostenible. Desde hace décadas, no era posible (y ahora aún es menos posible) mantener el nivel de desigualdad e injusticia de nuestros paradigmas, de manera que la gran mayoría de la humanidad lo está pasando francamente mal, muriendo, a chorros, de hambre, de sed, de enfermedades…, mientras una selecta minoría disfruta de un confort hasta escandaloso.

Yo que he conocido, muy de cerca, realidades de esas que llamamos “tercermundistas”, conviviendo junto al derroche de algunas élites, he visto muy claramente demostrado que el “orden establecido” no es nada lógico. Y, por ello, nada sostenible ni aceptable.

Si el universo es “patrimonio de la humanidad”, no es para que sea ni maltratado, ni derrochado, ni expoliado ni por esta generación que no piensa en las que están por venir, ni (menos aún) en quienes representan (o representamos) el 18 % de esta generación (que no somos dueños de todo el mundo, por mucho que vivamos en este trozo que le llamamos “primer mundo”).

Pero ¿qué hacer?, ¿rendirnos?, ¿resignarnos?

Si miramos la realidad con ojos tristes, veremos muchas oscuridades y ningún camino abierto al porvenir.

Si intentamos enterarnos de lo que está pasando, leeremos noticias y escucharemos voces, desde el derrotismo, asistiremos al desaliento generalizado. Estamos metidos en un mundo que vive traumatizado por el caos y sufrimiento sin límites,  que hace que podemos llegar a pensar que está en peligro de ser destruido.

Y, hartos de fraudes y engaños, hasta podemos dejarnos llevar… por el desasosiego impuesto desde “los poderosos” (que sí saben “sacar ganancias” de “la crisis”…).

Pero si somos capaces de mirar, sin distraimiento, a nuestra realidad con los ojos cargados de alegría y confianza… cuando dejamos de limitar nuestras percepciones con la expectativa de eventos negativos, permitimos la llegada de un maravilloso CAMBIO.

El mundo necesita cambiar.

Este cambio tiene que consistir en un cambio amplio, que va desde un cambio de la consciencia de las personas hasta un cambio de actitudes y de acciones concretas de todos…

Pensar de una forma más positiva (saber que las guerras no son necesarias, comprender que el bienestar social no pueda estar en manos de unos pocos, no pudiendo ser alcanzable por todos… Comprender que el reparto de los bienes de la Tierra, tiene que ser, por principio: justo, sostenible, armónico.

¿Y si no?

Llevamos décadas destruyendo el planeta de una manera irrefrenable: destruyendo riqueza, destruyendo el tejido social, destruyendo valores humanos fundamentales; la injustica invade la Tierra. La realidad en la que andamos metidos… es, sin remedio, ¡insostenible!

La civilización dominante no es sostenible. Tenemos la visión, poseemos los medios. Nos falta VOLUNTAD.

Es hora de CAMBIAR CUÁNTICAMENTE.

Pero ¿qué es el cambio cuántico?

En realidad, cuando se habla de “cambio cuántico” de lo que se está tratando es de “mirar de otra manera” la realidad. Hacerlo desde un “mapa” que ofrece una visión nueva de las cosas, una visión actual que ofrece la ciencia acerca de los cambios medioambientales, sociales, tecnológicos y geopolíticos que todos estamos viviendo.

Es una “realidad” mucho más “verdad” que muchos “dogmas” que dejaron de serlo, relativizándose. Pues, actualmente, el concepto de realidad que asoma en las fronteras de la ciencia es mucho más amplio, profundo que el modelo clásico. Y aspectos de la experiencia humana que tradicionalmente habían sido relegados al dominio de la intuición o de la pura especulación,  ahora son explorados con bastante rigor científico.

Cambiar cuánticamente, es atrevernos a ir CAMBIÁNDONOS a esta nueva realidad… que ¡ya llega!

En primer lugar, dejar de pensar y actuar como si todo siguiera igual. El Cambio cuántico ya es algo que ha sucedido, aunque, por nuestro distraimiento, aún muchas veces no lo estemos “sintiendo”, pero ¡estamos en el camino!

Y se trata de hacer de este cambio una parte de nuestra realidad interna y externa: cambiar desde dentro de nosotros mismos y también en la tarea que desarrollamos en la sociedad, ahí dónde nos proyectamos, ahí donde dejamos nuestros frutos en todo cuando creamos.

Desde cada ser humano, nos es imprescindible facilitar los cambios que necesitan ponerse en marcha, aplicando las ideas y percepciones del nuevo mapa de la realidad a la causa de la paz, la sostenibilidad, el bienestar y la supervivencia humana.

Es tarea de todos. El Universo está diseñado para seguir expandiendo la naturaleza de la armonía total: del Amor solidario, de la Paz, de la Justicia. Pero nada llegará si no es a través de todos y cada uno de nosotros (hombres, mujeres; adultos, jóvenes, niños).

Ahora es la hora de aceptar y comprender la realidad  y evolucionar como seres más espirituales, menos materialistas, ya sea a nivel individual como colectivamente.

Acaso, tal vez, simplemente es que tenemos miedo de abrirnos a la abrumadora experiencia del Amor. Tal vez sea que nos parece demasiado eso de “recibir” el regalo de  la gran abundancia del Amor que se nos ofrece.

Pero es necesario abrirnos a LO NUEVO.

Toda vida es proceso “pascual” y eso quiere decir que es una constante y renovada experiencia de “morir” y volver a “nacer” a nuevas realidades.

Ahora, la realidad mundial nos desafía a abandonar algunas de nuestras “zonas de confort” y abrazar las nuevas posibilidades de aprehender a vivir de otra manera, más acordes con LA NUEVA REALIDAD.

No podemos ni vivir ni expresar la energía de este nuevo espacio en el que estamos, si no es dejando de enfocarnos en lo negativo, en la oscuridad, en las dudas… Sólo sintiendo, viendo y expresando el Amor podemos acceder a los potenciales que el Universo nos está invitando a aceptar.

Podremos decir NO A LA CRISIS:

No existen más crisis que las que aceptamos.

No habrá más fantasmas si en ellos no creemos.

Las mil oportunidades siempre llegan con la vida.

Si es que vamos distraídos, cada vez que pasan

por delante nuestro, serán ocasiones perdidas.

Sólo estando atentos las veremos llegar.

La historia se escribe haciéndola día a día.

No hay fortuna alguna que llegue del Cielo:

todo es resultado de luchas continuas;

de querer crecernos siendo bien conscientes

de que cada vida es ese único camino

que hay que andar certero.

Eso quiere decir que hemos de hacer un esfuerzo

por creer que otro mundo es posible:

un espacio de paz, de justicia, de amor y libertad.

Soñemos, con fe, esperanzadamente,

que lo vamos a hacer realidad...

¡porque es posible!

Mirando con ojos limpios, podemos descubrir muchos “signos” de PAZ, JUSTICIA, SOLIDARIDAD, COMPRENSIÓN, AMOR, AMISTAD, ESPERANZA...

Si atendemos a quienes trabajan por lo que creen alcanzable, les oiremos decir frases tales como: “¡ELEGIMOS LA VIDA!”, “¡SUEÑA EN GRANDE, VOLARÁS ALTO!”, “¡LA FELICIDAD ESTA EN EL CAMINO, NO ES NECESARIO LLEGAR MUY LEJOS!”, “LA JUSTICIA ES LA VERDAD HECHA REALIDAD”, “DONDE HAY UN SUEÑO, HAY UN CAMINO POR ANDAR”, “PERDONA Y ENCONTRÁS LA PAZ”,  “LA VIDA ES UN GOZO PERMANENTE”, etc.

Pero ¡hay que dejar la tristeza!,

Repartiendo esperanza activa y amor solidario;

comprensión mutua e inter - comunicación.

Fe decidida para hacer realidad lo que es posible.

  

Haciendo referencia a la obrita

“CAMBIÁNDONOS (CAMISETAS, PANCARTAS Y BICICLETAS)”