miércoles, 1 de agosto de 2012

SOBRE EL AMOR...




Pues... como parece que el tema del amor interesa:

http://jose-maria-naturalmente.blogspot.com.es/2012/07/matrimonio-y-familia.html

¡seguimos hablando!






MÁS SOBRE EL AMOR             Y EL CONVIVIR “A DOS”

De antes, se decía “casarse para toda la vida”. Tenía su parte positiva, también su lado negativo. A veces se aguantaban… demasiados años, hasta que llegaba la muerte (que conseguía romper el vínculo) y uno de los dos conyugues (normalmente la mujer, pues es de naturaleza más fuerte) quedaba liberada y podía disfrutar de sus últimos años de vida.

Todas las instituciones cambian. Unas con grandes crisis, otras en el ir evolucionando poco a poco… Y así también el matrimonio (entre otras cosas porque, en siglos pasados, el “para toda la vida” casi nunca eran más de 30 años).

Bien: el matrimonio, el vivir en pareja…, es un acuerdo (sigue siéndolo) entre personas y (si somos civilizados) hemos de admitir que, como todo acuerdo, puede mantenerse por años sin término o también deshacerse.

A veces (quizá demasiadas veces) el matrimonio se convierte en “martirimonio” y una relación de pareja en personalización de la queja.

Y en todo acuerdo o desacuerdo, hay dos partes, las dos con el mismo valor y autoridad.



De todos modos, aún en pleno siglo XXI, todavía hay quienes “les interesa” creer que las cosas son como en la Edad Media. Y, de vez en cuando, nos encontramos con quienes se plantean que la mujer está para atender a su marido y procrear, mientras que la “autoridad” es cosa del marido y, consecuentemente, la esposa ha de sometérsele…

Y si la mujer hace algo que no es bien vista por él, tiene derecho a gritarle, a amenazarla,  incluso a golpearla. Tantas veces aludiendo a que es “por celos”, como si eso fuese algo bueno para una relación.

Lo cual siempre es falso, pues los celos son una enfermedad.  Si bien no hay que confundirlo con el mucho “celo” que sí que hay que poner en una relación para que vaya bien…,  para que esa “vivencia a dos” siempre esté “viva”.


Pretender mantener “el orden” en una relación, exigiendo a la mujer que sea “fiel” pase lo que pase, y sienta amor por su marido o ya no sienta ni afecto ni  nada… es una estupidez.

Más: eso es una bestialidad. Quien así piensa (y seguramente lo cree) que “su mujer” es suya, es de su propiedad, es un animal. Pues eso es una falacia como la copa de un pino.

Los tiempos de la esclavitud acabaron hace siglos… Y nadie (repito: nadie) puede considerar que otro ser humano es como algo (“un bien”) material “comprable”, como si de una cosa o animal se tratara.



El “vivir a dos”, muchas veces, tiene mucho de “conveniencia”, de acuerdo contractual. Y no se puede decir que esté mal; simplemente que… ¡el amor es otra cosa!

El amor es ofrenda. Es como la flor que quiere hacerse fruta, es como el grano de trigo que sabe deshacerse para dar más vida.

Amor adulto es el que da frutos; el que sabe hacer fructificar, el que logra hacer nacer y crecer el amor en los demás. Es contagioso, es generador de más amor.

El amor que no es adulto, es egoísta y raquítico. Es un amor que pide y pide la entrega de los demás, que no es capaz de darse, sino que siempre está necesitando recibir. No es propio de unas personas adultas, sino de quienes aún no han madurado.

Cuando, en una relación, lo que buscamos es el beneficio propio (y por ello nos quedamos sólo en el decimos “querer mucho” a otra persona), eso no es amor; tal vez está más cerca del egoísmo. No es lo mismo amar que querer.


El amor busca la felicidad de la otra persona; no la propia. Y es viendo que el otro, la otra es feliz, como ello nos llena de gozo, nos hace felices.

Las relaciones de pareja, los matrimonios, los casamientos, tantas veces, no son sino “acuerdos” de una mutua conveniencia: “quiero estar con ella, porque eso me hace feliz” (oímos), o “no puedo vivir sin él…”; “necesito de su compañía más que del aire que respiro…” Y ¡nos parece el piropo más bonito del mundo!; cuando, en realidad, lo que se está manifestando es una necesidad, la búsqueda personal de un bienestar (acaso un tanto egoísta). Eso no es amor, no es entrega, no es dilección.



Amar ¡una aventura única!

Aventura para la que tenemos toda una vida para aprender a realizarla bien.



4 comentarios:

  1. ESTUPENDO. PERO ¿QUIEN ENCUENTRA UN AMOR ASI? ¿ES POSIBLE ENTRE SERES HUMANOS?

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  2. El amor es sublime en todas sus formas y hay que alimentarlo.

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  3. El amor existe, los seres humanos poseemos la dicha del amor, sólo hay que despertarla :)

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