sábado, 8 de noviembre de 2014

¿QUÉ CELEBRAMOS?


NUESTRO  DÍA

(ONOMÁSTICA Y CUMPLEAÑOS)
 
 
Hay costumbres hermosas que, desde hace mucho, estaban arraigadas a un estilo de vida y cultura más basada en tradiciones o hasta en creencias religiosas, como es la de la celebración (muy presente en bastantes regiones de España y algunos otros países dónde influyó poco la reforma luterana), de los días de los santos.

 


En nuestra sociedad más laicista que religiosa, y también influenciada por costumbres de otros países donde el “nombre de pila” no es motivo de celebración o importadas claramente de Estados Unidos, pretendiendo quizás obviar cosas que huelen y saben a rancio; unas veces pensando que hay que renovarse, otras por no seguir manteniendo esquemas vinculados a creencias que son más del pasado que del hoy. 

 

Así, sabemos que hay quienes, pensando actuar más “asépticamente”, prefieren y valoran más celebrar los años que hace que vieron la luz; cosa que realmente es importante pues marca el inicio de nuestra vida, pero que también nos vincula a la otra creencia popular: la de los signos zodiacales (cuestión que, por cierto, ahora nos toca corregir, al aparecer en la rueda del Zodíaco el decimotercer signo de Ofiuco (o Serpentario).

 

Si es verdad que nuestra onomástica hace referencia a una persona que fue ejemplar en sus días y, por eso, se le consideró santa o santo (y se dice “elevado a los altares”, en nuestra cultura cristiana), el cumpleaños también (en nuestra cultura) hace referencia a un año determinado que se cuenta desde la llegada de Jesucristo a la Tierra (o lo que es lo mismo. Año de la Era Cristiana).

 

Con lo cual, habría que concluir que quien no quiera “estar conforme” con la “herencia cultural” recibida…, que renuncie a vivir en sociedad, que se escape a una isla perdida del pacífico o (más acertadamente) a otra galaxia…

 
Yo lo que pienso (y creo) es que estamos en este Mundo para ser felices. Y eso se logra, repartiendo y compartiendo momentos de gozo con las personas con las que convivimos.


En esa clave, a tanta gente, nos parece también muy importante tener una fecha anual dónde celebrar el día en que todas las personas que son reconocidas con el mismo nombre propio (que les identifica ante quienes les conocen y frente a todas sus relaciones en general) y que, por eso, se les recuerda de una manera especial.


 

Nombre, que por otra parte, tiene tanta significación en nuestra personalidad que nos hace ser, de alguna manera, ser como somos; pues, como ya tantas veces yo ya he dicho, no es lo mismo llamarse Pepe que Rufino, ni María que Gertrudis, ni Macrobio o Antonio o Ernesto... que Carmen o Proustiana o Teresa; aparte de su significación: nunca será igual la personalidad de quien se llama Leticia (Alegría) o Irene (Paz) o Laura (la que triunfa) que Dolores o Martín (guerrero) o Mauro (oscuro). Como tampoco lo es si se nos puso el nombre de los abuelos o el que aparece en el santoral del día en que nacimos.  Todo lo que conlleva esa “palabra” que nos identifica marca, siempre, lo queramos o no, en nuestra personalidad.  Más que el signo zodiacal, seguramente.
 

Pero, bueno, pues eso: que de lo que se trata es de encontrar ocasiones para pasarlo bien, sabiendo que hay quienes (aunque sólo sea una vez al año) nos tienen muy especialmente presentes (el día de nuestro cumpleaños o el de nuestra onomástica) y nos desean felicidad. Es muy de agradecer.

 

Aunque, también, como siempre decía mi madre, es importante motivo de sentirnos felices el maravilloso hecho de, cada día, cumplir un día más: ¡estar vivos!

 


 

5 comentarios:

  1. Que bonito post, me he paseado por tu bloc y me ha encantado, te invito a ver el mío, esta semana seguro que muchos de vosotros no resistiríamos la tentación de comerse un buen puñado de castañas calentitas. Pero sabeu cuál es el origen de esta fiesta? ¿Por qué, año tras año, cuando llega el otoño, nos gusta reunirnos con la familia o con los amigos para tostar las castañas y comérnoslas juntos y por eso adornamos la casa. Os explicare algunas razones y cómo decorar el hogar para esta ocasion, Deseo que te guste y si es así y no eres seguidora espero que te hagas, gracias por visitarme.
    Elracodeldetall.blogspot.com

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  2. Creo que cualquier escusa es buena para celebrar un dia alegre con familia y conocidos. Por supuesto el nombre de un santo no te santifica, eso es cuestión personal, pero la nueva moda laicista es para nota, les ponen cada nombre que pobrecillos.

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    1. Sí, con algunos nombres ¡no hay como celebrar el onomástico!

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  3. Sabia e interesante entrada!!
    http://cazadoressensaciones.blogspot.com.ar/
    Beso!

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