COMER
DE TODO…?
Siempre se dice que “es bueno comer de todo”. Bueno, vale. Estoy de acuerdo en que una alimentación completa ha de incluir alimentos de todo tipo. Sobre todo que (utilicemos la dieta omnívora, carnívora, vegetariana, paleo, vegana, macrobiótica, o la que sea) es importante que incluya la variedad de nutrientes que son necesarios para la vida; una alimentación que nos aporte los compuestos químicos imprescindibles para obtener la energía que necesitamos, para formar o reparar tejidos y para llevar a cabo los complicados procesos bioquímicos que suceden en nuestro interior.
Como ya se sabe, para poder
disponer de esos nutrientes,
debemos obtenerlos de los alimentos
que ingerimos.
Las
proteínas son macromoléculas muy
complejas creadas a partir de la unión de otras moléculas más sencillas
llamadas aminoácidos. Cuando ingerimos proteínas, nuestro organismo las descompone en aminoácidos que
utiliza para crear sus propias proteínas (y con ellas los tejidos, las enzimas,
las hormonas, etc.).
Existen 20 aminoácidos, de
los cuales podemos sintetizar 10, pero los otros 10 restantes (llamados
esenciales) debemos ingerirlos a través de los alimentos.
La OMS recomienda una
ingesta diaria de proteínas del 10-15%.
Los carbohidratos (monosacáridos,
disacáridos o polisacáridos) son
descompuestos a través de enzimas
digestivas específicas que se encargan de transportarlos hasta la sangre.
La fibra es un tipo de carbohidrato que
nuestro cuerpo no puede digerir. Sin embargo, juega un importante papel en la flora intestinal y da consistencia a las
heces favoreciendo el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento.
Las grasas se clasifican en:
Grasas saturadas (provienen normalmente del reino animal), grasas insaturadas (aceites
que vienen del reino vegeta y son las más beneficiosas para el cuerpo
humano), grasas trans (son
grasas insaturadas sometidas a un proceso de hidrogenación a través del cual se
convierten en saturadas, como la margarina).
Las grasas se componen de
distintos tipos de ácidos grasos. El organismo puede generar todos los ácidos
grasos que necesita menos el linoléico (Omega 6) y el linolénico (Omega 3), que deben provenir de la dieta y
por eso se les llama ácidos grasos esenciales.
Las Vitaminas son nutrientes
que el organismo necesita en cantidades pequeñas. No suponen una fuente de
energía, pero las vitaminas son indispensables para promover reacciones vitales
metabólicas, de mantenimiento y de defensa. Su carencia puede provocar
enfermedades graves. Las vitaminas, además, intervienen en el proceso de
crecimiento y recuperación.
Nuestro organismo no puede fabricarlas, de modo que el
aprovisionamiento de vitaminas ha de provenir necesariamente de su ingesta a
través de la dieta (salvo algunas excepciones).
Existen 13 vitaminas que se
agrupan en dos categorías:
-
Hidrosolubles: Son la vitamina
C y las del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 o ácido fólico, y B12). No se acumulan en el organismo, pues
se eliminan fácilmente y, por lo tanto, hay que ingerirlas diariamente. La
principal fuente de estas vitaminas son los vegetales y verduras.
-
Liposolubles: Son las vitaminas A,
D y E. Estas sí se acumulan en el organismo y
eliminarlas no es tan sencillo. Se obtienen principalmente de los aceites de
pescado y vegetales (primera presión en frío).
No debemos olvidar que los
vegetales y aceites que contienen estos preciados micronutrientes pierden
rápidamente su cantidad y calidad dependiendo de algunos factores como el
tiempo y modo de conservación, el agua, el calor, el modo de cocción, la sal,
etc.
Los Minerales, al igual que las
vitaminas, son imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestra
fisiología, pero en cantidades muy pequeñas. Los minerales ayudan a formar
nuevos tejidos; suponen un 6% del paso total de un individuo y se localizan, en
su mayoría, en el esqueleto.
Dependiendo de la cantidad que nuestro cuerpo
necesita, los minerales se agrupan en dos categorías:
- Macrominerales
(son los que precisamos en mayor cantidad): calcio, potasio, sodio, magnesio, azufre, fósforo y cloro.
-
Oligoelementos (los precisamos en menos cantidad): hierro, zinc, yodo, flúor, cobalto, manganeso, etc.
Las principales fuentes de
minerales son las verduras, las semillas, las algas y los cereales y legumbres.
Casi todos los minerales
funcionan de manera antagónica y complementaria dentro del organismo, de manera
que el exceso o defecto de uno de ellos puede afectar a la presencia de otros.
Por todo ello, cuando
nuestra dieta se basa en el consumo de abundantes cereales, legumbres y todo
tipo de verduras y vegetales y un consumo moderado de otros alimentos como
pescado, semillas, frutos secos y algas, nos estamos asegurando de proporcionar
al organismo todos los nutrientes
imprescindibles en las cantidades más idóneas.
El agua es imprescindible para el adecuado funcionamiento de
nuestro cuerpo. Participa en la digestión, en la lubricación de las
articulaciones, en la regulación de la temperatura corporal y es el medio de
transporte del organismo. Más del 70% de la masa libre del cuerpo humano está hecha
de agua.
Cuanta mayor variedad de alimentos compongamos en nuestras comidas, mayor
garantía tendremos que nuestra alimentación sea equilibrada y contenga todos
los nutrientes necesarios.
Una dieta equilibrada es aquella formada por los alimentos que
aportan una cantidad adecuada de todos y cada uno de los nutrientes que
necesitamos para tener una salud óptima.
La dieta ha de ser variada
consumiendo sobre todo productos frescos y de temporada.
Sin darnos cuenta hemos ido
abandonando los buenos hábitos alimentarios con el consiguiente detrimento
hacia nuestra salud.
Se
recomienda que las grasas no superen el 30% de las comidas
diarias; intentando reducirse el consumo de grasas de origen animal, optando por
el aceite de oliva virgen.
Siempre que se pueda, aumentar el consumo de pescado y disminuir el de carnes
rojas.
Reducir también la ingesta de sal en las
comidas, utilizando preferentemente sal yodada. En sustitución de la sal, es recomendable
utilizar especias y hierbas aromáticas.
Es fundamental mantener la hidratación de nuestro organismo bebiendo agua. Asimismo, no abusar del consumo de bebidas alcohólicas, así como el de bebidas azucaradas.
Se
diría que DEBEMOS comer de todo.
Aunque… “comer
de todo…” ¡tampoco es algo tan seguro!
No es ninguna nimiedad. Sería bueno pensárselo bien; porque
si vamos a cualquier supermercado, podemos casi
asegurar que el 85% de su oferta alimenticia lo ocupan productos
basura o no recomendables.
¿Es lógico o absurdo pensar que lo mejor es comer un
poco de todo…, cuando realmente lo único
bueno se encuentra en ese 15% restante?
Otra cuestión: la “moderación”, o lo que es lo mismo: “comer para vivir y no vivir
para comer”, que propone el viejo lema.
Algún capricho, antojo o comida o cena excepcional, de vez en cuando, no hace daño a nadie, pero no podemos basar nuestra alimentación siempre en antojos o comilonas.
¿Y luego qué?
¿Qué sucede cuando no
tenemos en cuenta que hay alimentos que son compatibles entre sí, pero también
existen alimentos que son incompatibles y no debemos combinarlos…?
La digestión de los
alimentos se efectúa, fundamentalmente, bajo la influencia de los dos factores
siguientes:
- Las transformaciones
químicas que se producen en el proceso, ayudadas por las enzimas digestivas
(que depende de los alimentos ingeridos).
- Los tiempos de digestión
(que varían según la naturaleza de los diferentes alimentos consumidos).
A partir de estos elementos,
conviene ver qué alimentos son compatibles y cuales incompatibles entre sí.
La clave está en saber
asociar, entre sí, los distintos grupos de alimentos: amiláceos (con almidón), lipídicos,
proteicos (grasos, magros), frutas (ácidas, azucaradas, neutras, desecadas),
verduras (más o menos ricas en glúcidos), etc.
Algunas combinaciones a tener en cuenta:
1.- Alimentos amiláceos con
alimentos proteicos.
Produce una rápida elevación
de la acidez gástrica y la desactivación de la digestión de los alimentos
amiláceos. Es, pues, una combinación incorrecta.
2.- Alimentos proteicos
diferentes.
Cada alimento proteico tiene
sus propios mecanismos digestivos; además de que existen incompatibilidades
entre alimentos proteicos de distinto origen (carne y leche, carne y queso,
leche y huevos, etc.) favorece la aparición de fenómenos de putrefacción con
sus consecuentes manifestaciones. También se observa su incompatibilidad con
las legumbres, ya que proteínas vegetales y animales difieren en su
procedimiento digestivo. Combinación también incorrecta.
3.- Alimentos amiláceos y
sustancias acídulas.
El consumo de alimentos
amiláceos y bebidas o comidas ácidas, llevan a la fermentación intestinal. Así,
el combinar alimentos amiláceos con vino, vinagre, frutas o zumos de frutas,
resulta incompatible.
4.- Alimentos proteicos con
grasas.
El exceso de grasa ralentiza
el proceso digestivo estomacal, obstaculiza la buena digestión de los alimentos
proteicos. Hay incompatibilidad.
5.- Azúcares simples y
alimentos amiláceos o proteicos.
Los hidratos de carbono de
cadena corta o simple, normalmente tienen un tránsito rápido a través del
estómago. Aumentar su permanencia en el estómago, puede provocar procesos de
fermentación. Por ello, esta combinación presenta incompatibilidad.
6.- Frutas y dulces como
postres.
Las frutas y los dulces si se ingieren sin
combinarlos con ningún otro alimento, se asimilan rápidamente. Por eso, los dulces
y las frutas hay que tomarlos con el estómago vacío (desayuno, entre comidas o
merienda).
Pero si se combinan con una
alimentación proteica o amilácea, favorecerá la aparición de procesos
fermentativos. Resulta una combinación incompatible.
Aunque existen algunas
excepciones, como las manzanas, la papaya y la piña, que son muy digestivas.
7.- Alimentos proteicos y
sustancias acídulas.
Es una combinación que
resulta bien tolerada, aunque su abuso puede desequilibrar la digestión.
8.- Grasas con verduras.
Las verduras son
perfectamente compatibles con las grasas y los aceites. Esta combinación es bien
compatible.
9.- Alimentos proteicos y
verduras.
Las verduras, que son ricas
en sales minerales y vitaminas, favorecen la absorción intestinal de los
aminoácidos; siendo una combinación compatible. La excepción se encuentra en
aquellas verduras ricas en almidón (como las patatas, nabos, puerros, etc.) que
son incompatibles.
10.- Alimentos amiláceos con
verduras.
Se integran perfectamente en las distintas fases de la
digestión. Si bien, las verduras más compatibles son las menos amiláceas.
11.- Hidratos de carbono y grasas.
Las grasas inhiben la secreción ácida del estómago,
permitiendo el paso rápido de los carbohidratos al intestino. Combinación permisible,
no perfecta pero compatible.
12.- Frutas y verduras y frutas con leche entera.
Es una combinación permitida, según tolerancia de la
persona, aunque no se trata de una combinación fisiológicamente perfecta.
Batidos, macedonias y platos vegetales a base de frutas y verduras poco
amiláceas. La excepción se encuentra en la fruta dulce con las verduras en
general (las verduras amiláceas son incompatibles con la fruta en general).
El proceso de fermentación a que se halla sometido el
pan empieza por atacar a los elementos que lo constituyen (los glúcidos). Así,
resultan más asociables a los restantes alimentos, sean amiláceos o proteicos.
José María, es un gran acierto esta entrada. Muchos creo que saben este contenido más o menos, pero que en los tiempos actuales con las prisas, que frecuentemente se come "cualquier cosa", un "quita hambre", y seguir con el trabajo, (el que lo tenga), o simplemente, por dejadez e ir a lo cómodo. Es una entrada tan interesante como valiosa a tener especialmente en cuenta, lo que comemos lo "echamos" a nuestras arterias, aparato digestivo, huesos, etc...Así que ojito porque en ello nos va la SALUD, con mayúsculas.
ResponderEliminarTe agradezco infinito tu aportación que me parece estupenda y necesaria, especialmente por la ardua dedicación al haberla confeccionado, lo que me parece impagable.
Amistosamente.
Mari Carmen.
Gracias Mari Carmen. Y... ¡buen provecho!
EliminarMuy interesante. Con estas orientaciones, seguro que nos sentiremos mejor cada día. Gracias.
ResponderEliminarMuy interesante informes
ResponderEliminarUna buena alimentacion es primordial
Un saludo
Isa
Hola señor Jose María de donde obtubo toda esta informacion y en caso de que se pueda saber muchas gracias.
ResponderEliminarUsted es nutriologo y basa estos datos en sus experiencias personales o en estudios de grupos mmm me gustaria conocer este detalle y gracias de nuevo.