SÍMBOLOS Y MEMORIA
A mí particularmente, no me hace ningún problema que se quiten símbolos religiosos de la vida pública; pero parece ser que en San Fernando (Cádiz), hay una parte importante de la ciudadanía que sí se ha pronunciado en contra de la supresión del mosaico que lleva presidiendo la vida ciudadana hace ya casi ochenta años (o lo que es lo mismo, la vida de todo el vecindario). El Sagrado Corazón, es algo histórico que lleva presidiendo la vida ciudadana (y es considerado más un símbolo de concordia, de paz, de bien y principios morales para todos).
Claro que,
en la actualidad, somos un país a-confesional, perfecto. Sociedad a-confesional,
no sociedad laica, desde luego. Ello supone respeto a todo tipo de creencias.
¿Hay que privilegiar a alguna sobre las otras, respecto a otras? Quizá haya
motivos. Pero ¿por qué se siguen permitiendo profesiones de Semana Santa o
romerías que obstaculizan el desenvolvimiento normal de las ciudades?
Al mismo
tiempo, ¿tiene sentido mantener ciertas cosas que ya no simbolizan lo que
significaron hace décadas?
Es dudoso lo
de “corregir la historia”. Creo que, siempre que se pueda, se debe respetar la
historia, que no se deben desmantelar los recuerdos de un pueblo. O (por ejemplo)
¿le quitamos la espada a San Fernando en el escudo de Sevilla, alegando que es
un “escudo franquista”?
Difícil será
explicarle a nuestros nietos muchas cosas, si quietamos todo resquicio de lo
que fueron los acontecimientos históricos que ellos no vivieron. Aunque ahora
no lo compartamos.
Ciertamente
lo de manifestar públicamente la “unión” de lo civil y lo religioso…, puede que
no sea correcto. Hace tiempo que dejamos atrás el “nacional catolicismo”. Pero
creo que antes de prohibir lo que se podrían considerar “monumentos” u “obras
de arte” del ayer, habría que poner límites a ciertas “devociones populares”
que impiden la vida normal en muchas poblaciones…
Pero creo
que el tema es otro: ahora lo que impera es no respetar la auténtica “memoria
histórica”, sino deshacer la parte de la historia que no gusta a unos cuantos. Sí,
se trata de borrar el pasado, como si a toda la sociedad le hubiese afectado un
atroz alzhéimer.
Vale, pero
¿esto se ha hecho a petición de la ciudadanía (por “consenso” popular) o por un
acuerdo entre cuatro para apuntarse un tanto en pro de conseguir algunos votos
y, de camino, demostrar que ellos tienen más poder que nadie? Y, si no es así:
¿por qué hacer las cosas intentando ocultarlas a la luz pública? ¿Buscando que
nadie se entere…?