miércoles, 27 de diciembre de 2023

FELIZ MANIFESTACIÓN UNIVERSAL

 

Los Magos de Oriente

Varias tradiciones se han ido formando, a través de siglos de historia, para dar respuesta al interrogante de ¿quiénes fueron los Magos de Oriente? 


Estos enigmáticos personajes, en realidad, eran astrónomos, sabios, magos y posiblemente reyes.

 

El Evangelio de san Mateo es la única fuente bíblica canónica que menciona a unos magos que venían del Oriente y se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle», pero no dice que estos fuesen Reyes, ni siquiera especifica sus nombres y tampoco si aquellos hombres que buscaban al recién nacido eran tres. (Cf. Mt. 2, 1-11).

 

Es tradición que Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron, en tiempo del Rey Herodes, al Rey de los judíos, al niño Dios, reconociendo su realeza; que «entraron en la casa, vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra».

        

Según cuenta el evangelio, «se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría». 

 

Y ¿en realidad eran magos? 

El término «mago» en griego no hace referencia solo a un hechicero, sino que, en este caso, se utilizaba para hablar de un «hombre sabio», más concretamente de un «hombre de ciencias», por lo que, junto al hecho de que los magos de Oriente fuesen guiados por una estrella, hace pensar que eran, en realidad, astrónomos. Pero ¿y quiénes se podían dedicar a mirar las estrellas en aquella época? Ciertamente, tendrían que ser personas poderosas y sin muchas ocupaciones laborales…

    
Por otro lado, Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, creyó encontrar una mención de los Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento que dice «que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes».

Tiempo más tarde, en el siglo V, el papa León I El Magno, estableció oficialmente el número tres para los Reyes Magos, aunque este número ya se asociaba debido al número de regalos que se presentaron. 

       

Curioso e interesante es lo que, en el mismo siglo V, San Juan Crisóstomo dijo, referente a ellos: “No se pusieron en camino porque hubieron visto una estrella, sino que vieron la estrella porque se habían puesto en camino”.

Sin embargo, los armenios suponen que fueron 12 los magos y les asignaron doce nombres distintos. Para los armenios la leyenda cuenta que una estrella apareció en el cielo nocturno y doce reyes del este se reunieron en Hah, al suroeste de Turquía, pero tres fueron elegidos para ir a Belén con regalos para saludar al niño Dios recién nacido.

 

A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar el Nuevo, en Rávena, Italia podemos contemplar un mosaico en el que por primera vez podemos observar la mención de los tres Reyes Magos de oriente con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. 

Y hacia el año 700 el monje benedictino Beda El Venerable, doctor de la iglesia, recoge en sus textos los atributos de estos personajes: Melchor era un anciano de blancos cabellos y de larga barba del mismo color, Gaspar era más joven y rubio y Baltasar, un señor de tez morena. Además, Beda les consideró representantes de Europa, Asia y África, es decir, del mundo conocido hasta ese momento, para acentuar la soberanía universal de Jesús. También, según el Catalogus Sanctorum del siglo XV,  los Magos venían a representar tres edades del Hombre: 60, 40 y 20 años. 

             

Al preguntar dónde estaba el rey de los judíos que había nacido, indica que no eran de raza judía. Convirtiéndose así, en los primeros gentiles que reconocieron a Jesús como Dios (“representantes” de los tres Continentes conocidos en aquella época de la historia).

Tiempo después, Baltasar empezó a representarse como un hombre de raza negra y tras el descubrimiento de América se comenzó a representar a este rey mago con los rasgos faciales y la vestimenta de los habitantes del nuevo mundo e incluso hubo intentos de incluir un cuarto rey mago. 

               

Con el tiempo, en los países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar el mismo día que la Epifanía del Señor, es decir el 6 de enero, la adoración de los Reyes Magos en la que es tradición hacer regalos a los niños (especialmente) al igual que lo hicieron los Magos llevando presentes al Niño Jesús.

                  

Con ello, cada quien tiene la oportunidad de hacer su “manifestación” de amor y amistad que también se expresa con “signos”… 

Sin duda, otros de los protagonistas de este relato es la estrella fugaz… que guio a los Magos de Oriente hasta el niño Jesús. En el pasaje bíblico san Mateo escribe: «La estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño», y será el pintor Giotto quien en 1305 representa por primera vez a la estrella que guio a los Magos en su obra “Adoración de los Reyes Magos”, pero en realidad, el dibujo representaba el cometa Halley que se vio en el cielo europeo en aquella fecha. 

             

Mas, como, más recientemente, nos dirá José L. Martín Descalzo: “Si la estrella se encendió o no en el cielo, no lo sabemos con exactitud. Lo que sí sabemos es que se encendió en su corazón. Y sí pudieron verla.”

Y también opina que: “Nunca, ningún ser humano emprendió aventura más loca que la de estos tres buscadores. No sabemos si el camino fue corto o largo. Pero el camino es siempre largo para todo el que avanza entre dudas o tinieblas.” 

Es experiencia que seguro hemos tenido, cualquiera sea nuestra condición, quienes alguna vez nos hemos lanzado a vivir una aventura de la que no conocemos el final, a dónde nos llevará la supuesta meta en nuestra búsqueda.   

Claro que, según razona el mismo Martín Descalzo, “Quizá sólo el hecho de ser tres se lo hizo soportable. Porque lo difícil no es creer, sino creer a solas. Una locura compartida, en cambio, es ya de por sí media locura.”

 

Esta historia sin duda nos enseña muchas cosas: aunque no lo creamos esta historia tiene que ver con nosotros en este siglo XXI. 

 

Por ejemplo: 

- Nadie que se encuentre con Jesús ha seguido exactamente el mismo camino que los demás, sino uno bastante (acaso completamente) diferente.

 - Aquella persona que quiera buscar a Jesús lo ha de encontrar, porque Dios la guiará para encontrarlo. Aunque, como los Magos de Oriente (que eran unos seres que estaban en búsqueda), siempre hay que estar atentos a los signos y a la espera; pero una espera activa: ¡mirando al cielo!

             

- Sólo las personas que realmente son sabias, buscan a Jesús para reconocerlo como su rey.

 - Cuando Jesús es nuestro centro de atención, nada es demasiado difícil de hacer para estar con él; sobre todo si lo hacemos en compañía.

 - Jesús está dispuesto a recibir a todos los seres humanos (hombres, mujeres, jóvenes o muy mayores, de cualquier raza o condición social), y no importa donde hayan estado antes.

 - Con la Natividad de Niño-Dios, encarnación de la Persona del Hijo, toda la Humanidad puede quedar llena de “Algo más”; de un “valor nuevo” que es ¡para todo el mundo!

                

Y podemos pensar y también preguntarnos: ¿acaso el Hijo de Dios vino a la Tierra, como un Signo de su Amor solidario y universal (empujado por su indignación para con el violento desorden establecido en la Tierra) para llamarnos a la búsqueda de un Mundo Nuevo más humano y más fraterno?

 

¡Ojalá que sepamos ser EPIFANÍA, manifestación a todo el mundo, compartiendo de ese amor con alegría!

                   


 

 

domingo, 24 de diciembre de 2023

CADA NAVIDAD...

En Navidad celebramos que la Paz, el Amor, la Esperanza y la Alegría son posibles. Y que la Libertad y la Justicia son alcanzables.

Si queremos podemos. Y, si podemos, debemos. ¡Podemos manifestar la Navidad en nuestro entorno!

De alguna manera, y fundamentalmente, depende de nuestro actuar que hoy sea verdaderamente NAVIDAD.

 

Porque…:

La Navidad es encuentro y si tenemos amistades, hemos de buscarlos.

La Navidad es don y si tenemos pobres a nuestro alrededor, hemos de ayudarlos.

La Navidad es servicio y si tenemos alegría, hemos de comunicarla.

La Navidad es misión y si tenemos fe, hemos de difundirla.

 

Se trata de ¡ser felices desde lo más profundo del corazón!

Buscar que la Navidad sea una alegría grande, que nos llega a nuestras vidas llenando de gozo nuestros corazones; de tal manera que ¡contagiemos a quienes nos rodean!

 

Que la Navidad sea más que un deseo, 
más que un sentimiento, 
más que una tradición.



lunes, 28 de agosto de 2023

LA NOTICIA DEL VERANO

                

EL DEPORTE REY  Y

LOS BESOS PELIGROSOS

 


Tengo que reconocer que nunca he entendido lo que pasa en un campo de futbol y cómo hay una mayoría de personas que se deja atrapar por esa especie de "religión sin dios” que no deja de ser un negocio muy rentable que, no me cabe la menor duda, está manejado por “ciertos poderes” (¿acaso son mafias?) que logran despertar rivalidades entre unos y otros partidarios de uno u otro color, incluso hacen que la gente discuta tan seriamente que, muchas veces, sea mejor dejar de hablar del tema por no llegar a fuertes enfrentamientos: que la batalla que se plantea en las canchas se lleve a los círculos de amistad, vamos.

                 

Por ello, no ha de extrañarse nadie de que yo (hasta hace unos días) no tenía ni idea quien era Luis Rubiales, ni sabía nada de su vida. Ahora me he enterado que es el presidente de la Federación Española de Fútbol, ¡vaya tela!, un hombre tan importante que es envidiado por muchos… y yo no sabía nada de él). Lo que sí he tenido siempre claro que el mundo del fútbol es una organización con características muy machistas y, consecuentemente, lejos de considerarla algo partidaria de la igualdad entre sexos.

                        

Lógicamente, considero que las mujeres que deciden entrar en ese “mundillo”, deberían tener muy claro dónde se metían y a lo que se arriesgaban (como tiene que tener claro que quien entra en el cuerpo de bomberos, tendrá que ir a apagar algún que otro incendio, y quien opta por la vida militar, puede ser que le toque alguna vez ir a la guerra; por poner algunos ejemplos).    

               

Bueno, a lo que voy: ahora llevamos no sé ya cuantos días en los que la “gran noticia” de muchos medios y en no sé cuantos países... es ¿una nimiedad?  


La gran noticia es que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (¿cómo es posible que sea machista?), Luis Rubiales, “se pasó tres pueblos” con motivo del éxito de la selección española de fútbol femenino: no solo dio un beso (¿forzado?) a la futbolista Jenni Hermoso, también llevó la felicitación a cada jugadora más allá de los usos habituales. Besos, abrazos e incluso alguna jugadora acarreada a cuestas sobre el hombro.

 

No, no voy a defender a este elemento que, según parece no es una persona nada ejemplar en diversas facetas de su vida…, pero ¿cuál es el problema? Ahora ¿nos vamos a rasgar las vestiduras por un beso (quizás, posiblemente no consentido)?

 
              


           

Pero, ¿es el único beso robado que se ha dado en España en las últimas semanas? ¿Y, entre la clase política, no hemos visto también otros tantos besos que seguramente tampoco fueron dados con un consentimiento previo?

 

Claro, la ocasión es única para algunas y algunos políticos que hace meses tienen la boca bien cerrada…, para demostrar que todavía existen.

 

Pero, desde mi punto de vista, tampoco aciertan esta vez elevando tanto la voz (hasta gritando) por una cuestión de tan poca importancia.

 

Sí, yo creo que es algo a lo que no merece la pena dedicarle más atención, pues tampoco es un asunto de tanta gravedad; al menos a mí así me lo parece.

                             


Grave es el gran problema de la trata de blancas: eso sí que tiene unas dimensiones incalculables…, que mueve millones de euros (siendo una actividad criminal  muy rentable). Y el caso es que se sabe que el número de víctimas de explotación sexual aumenta cada año. 

La dimensión es desgarradora: mujeres explotadas sexualmente, maltratadas, obligadas a ejercer la prostitución; personas vulnerables que, en la gran mayoría de los casos son engañadas y entran en este mundo sin desearlo. Siendo su perfil mayoritario el de mujeres jóvenes que bastantes proceden de Colombia, Paraguay, Venezuela o Brasil, pero también hay muchas chicas españolas).                            


                      

Y este problema tan grave (que a mí me conste), sólo es atendido por unas pocas congregaciones religiosas que se preocupan de liberarlas de esa situación. Pero que ni el Ministerio de la Igualdad no las tantas activistas feministas, muy activas en hacer ruido en la calle en ciertos días o en las redes sociales, pero que a la hora de la verdad dejan sin resolver nada, dejando “aparcado” el problema hasta que…  

Bien. Ahora se ha dado el caso que este “hombre importante” en el mundo del deporte (desde luego nada honorable) le ha dado públicamente un beso en la boca a una de sus jugadoras preferidas (no sé hasta qué punto), que tampoco tengo claro si fue forzada y que (por su aparente tendencia sexual) seguro que no le fue de mucho agrado.


 

Pero como con cualquier situación conflictiva, habría que preguntar (por saber la auténtica raíz del “problema”) ¿quién se beneficia de este manifiesto escándalo (por algo que podría haber pasado hasta desapercibido) que ha alcanzado unas dimensiones tan descomunales?



(*) Las fotografías fueron tomadas de distintas páginas de Internet.

martes, 4 de julio de 2023

SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA

                  

JEATRAI  EL  BUSCADOR 

Jeatrai siempre fue una persona muy inquieta. Desde joven esperaba encontrar el sentido de su ser persona, pero esta tarea le llevó toda su vida. Sabía que toda vida tiene un sentido; pero él deseaba encontrar el sentido a la suya, para aprovechar al máximo su existencia. 

Lo buscaba, permanentemente, sin descanso; sentía que lo iba a encontrar, pero resulta que nunca veía claro su propia verdad: quería tener una vida llena de verdadero sentido; buscaba ese,  su objetivo vital.

         

Así... estudió, indagó, investigó, busco conocer a personas de toda raza y clase social, se arriesgó a hacer cosas a las que nadie se atreve y siempre estuvo dispuesto a cualquier cosa que se le pidiese...                                  

                  

Dedicó mucho de su tiempo a leer y estudiar, viajó a muchos lugares de la tierra, visitó catedrales y ermitas, monasterios, abadías y conventos. En distintas etapas de su vida, estuvo viviendo en grandes ciudades, en aldeas perdidas, en una montaña solitaria y hasta en el desierto. 

Viajó por los cinco continentes. También, en su afán de búsqueda, siempre queriendo encontrarle sentido a su trabajo profesional, aprovechó la oportunidad de dedicar a diversas actividades: pasó años ejerciendo como profesor, intentando confrontar sus inquietudes con las de sus discípulos, ejerció de chofer, de vendedor, de cartero...                                                                        

Al llegar a su jubilación,  alguien habló de él diciendo:

 

- Es una persona que siempre nos ha servido de ejemplo, con su afán de búsqueda, con su constante ilusión por encontrar algo más en la vida, por su entrega a cualquier causa que él veía que mereciera la pena... Siempre tuvo claro lo que tenía que hacer y lo hizo...

                      

Y fue entonces cuando él descubrió que, efectivamente, su vida había tenido un sentido: había sido el buscador, con confianza, con esperanza, con dedicada devoción a una Meta más grande. Su currículo había sido una aventura fascinante, precisamente, por haber estado buscándole su más auténtico sentido...

                     

Ese día, fue su gran día de júbilo: por fin supo que... para encontrar el sentido de la vida hay que buscarlo; que sólo encuentra quien busca, aunque pueda darse el caso, como le había sucedido a él, de que estaba encontrándolo cada día, aún sin darse cuenta de ello.

          

Pero Jeatrai, aún jubilado, no renunció nunca a seguir buscando; eso sí: ahora, sabiendo realmente qué es lo que estaba buscando, contaba con la certeza de disfrutarlo, cada día, cada minuto: conocer, por sí mismo, la Verdad.

                            

(JMF en el libro “ALGO MÁS”)