jueves, 3 de febrero de 2011

LA AVENTURA DEL AMOR

MI AMOR


Amar y querer no es lo mismo. El amor es generosidad. El querer es deseo, es anhelo de posesión.

Lo que sucede es que, a veces (tantas veces) confundimos amor con cariño, con pasión, con deseo o necesidad... Y también amor con necesidad de amar y de sentir que alguien nos ama y desea nuestra compañía para su vida...

Cuando queremos a alguien y alguien nos ama... lo consideramos (de alguna manera) parte de nosotras, de nosotros mismos. Quizá por eso decimos: “mi madre”, “mi padre”, “mi pareja”, “mi amiga”, “ mi Dios”. O “mi pueblo”, “mi país”... Pero no debemos, por ello, llegar a considerar que son “mi propiedad”.  Pues no lo son, en absoluto. En todo caso, es mi persona la que, con esa actitud se hace “suya”; pues estamos viviendo “por y para ella” (si nuestra existencia está orientada a esa persona, a ese ser querido) o “en ella” (si es un lugar o espacio, por ejemplo).

Volviendo a la relación personal: “mi amor ese alguien” que me ayuda y potencia a ser quien soy. Nuestra vida tiene más sentido porque esa persona existe... Y somos quienes somos porque ella es quien es...

Pero ¡cuidado!, no es algo nuestro.  Las personas no son “algo”.

Distinto es cuando hablamos de “mis libros”, o “mi coche”, o “mi camisa blanca”; algo que compré o alguien compró para regalármelo... y yo puedo hacer con ello lo que quiera. Pero no, nunca con las personas.

Si así lo entendiésemos (de verdad), ¡cuántos problemas de convivencia estaríamos evitando, constantemente, cada día...!



FEBRERO:
buen tiempo
para celebrar el


amor a 2

 

POETAS  ANDALUCES  Y  EL  AMOR


Siempre es buen momento para pensar en el amor... pero más cuando (quizá porque ya se acerca el buen tiempo) hasta los grandes almacenes nos invitan a que pensemos en las personas que tanto amamos...

Buscando entre nuestros poetas andaluces más clásicos, he ido encontrando cosas realmente dignas de publicitarlas:

hay versos  y frases y poemas enteros que  deberíamos incluir en nuestros “regalos de amor”.   
 

Empezaré recordando unos versos de Antonio Machado, para que el amor tiene mucho de compañerismo y añorada ternura:

“...dame tu mano y paseemos...
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo, triste, cansado, pensativo y viejo.  
Soñé que tú me llevabas...
Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído como una campana nueva...” (CXXII).


Lo que siente, lo que piensa, lo que dice Gustavo A. Bécquer es hasta increíble. Cosas como:

“Mientras haya unos ojos que reflejan los ojos que los miran; mientras responda el labio suspirando al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas; mientras exista una mujer hermosa, ¡habrá poesía!”  (IV). 

 O también: 

“Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!” (XVII).
 

Pero, no por menos poeta ni menos andaluz, vamos a dejar al lado de este tema a José María Pemán, que también supo expresar (incluso con más adultez) lo que es el amor:

A ti te debo, mujer, la más íntima dulzura
y la más rara ventura que a nadie pude deber;
porque te debo el saber íntimamente gozar
la poesía de un hogar lleno de amor y alegría...,
¡que es la más honda poesía a fuerza de ser vulgar!
Por ti aprendí la verdad, y, de verdades henchida,
el alma le dio a la vida cimientos de eternidad.
Por ti amo la austeridad del recio y hondo sentir;
por ti, en mi claro vivir, de ritmo grave y pausado,
ni me avergüenza el pasado, ni me inquieta el porvenir. 
Por ti tan sólo, mujer, hoy siento mi pobre vida
preciada y  ennoblecida de un nuevo y alto valer;
que es tan noble este querer, y es tan puro y verdadero
el fervor hondo y sincero en que abrasándome estoy,
que hoy sé lo mucho que soy por lo mucho que te quiero.



Y como la poesía no se acaba en estos clásicos, os voy a regalar un par de poemas míos que, ojalá, alguien que los lea pueda regalar-regalarse...


                 NECESITO

                   Necesito
                   más verte
                   que tocarte;
                   más quererte
                   que poseerte,
                   más amarte
                   que sentirte;
                   necesito
                   más
                   saberte feliz
                   que saber
                   que yo soy
                   quien
                   te logro
                   enardecer.
                   Necesito
                   que seas plenamente
                   dichosa;
                   necesito
                   hasta que no me necesites,
                   pero sí
                   necesito
                   tu felicidad.


DESEO


Me gusta ver,
me gusta oler,
me gusta oír,
me gusta tocar,
me gusta degustar,
me gusta sentir.

Deseo, busco,
espero, lucho, sueño.  

Me gusta mirarlo todo,
pero contigo.
Me gusta oler mil aromas,
pero contigo.
Me gusta escuchar sonidos,
pero contigo.
Me gusta tocar lo que está vivo,
pero contigo.
Me gusta saborear los alimentos,
pero contigo.
Me gusta sentirte cerca,
estar contigo.

La vida es sentir
que vivo,
pero es que sólo sé
estar vivo
si estoy contigo.

 
               José-María Fedriani

3 comentarios:

  1. Es precioso Jose Maria. ¿verdad que con lo bonito que el amor el maltrato deberia no aparecer?

    ResponderEliminar
  2. Thank you so much for sharing this! I have antique spools of thread that were my grandmother's - I plan to make a necklace for my daughter, my aunt and myself for the holidays!

    Bingojammer

    ResponderEliminar