UN MUNDO SIN SEXO
Es
posible que algo de razón tenga mi amigo “G” sobre que, cuando en el mundo se
pierda la obsesión por el sexo, cuando todo el mundo tenga tan baja la lívido
que “pase” de desear tener relaciones con una persona del otro sexo, porque nos
hayamos “convertido” todos en seres que no vean hembras en las mujeres ni
machos en los varones…, desaparecerá la locura de la violencia de género que
ahora padecemos como una verdadera pandemia.
Quizás hayamos logrado ya algo de esto, o al menos nos estemos acercando a ese futuro no tan lejano: un mundo más igualitario, en el que sólo tengamos relaciones “acordadas” cuando queramos traer un nuevo ser vivo a la vida, si es que no queremos la “solución” técnicamente perfecta de ir a un laboratorio dónde nos ofrezcan óvulos fecundados, sin más complicaciones (incluso sin tener que lavarnos las manos).
Bueno:
¿Qué os parece?, ¿es esto ciencia-ficción, o tal vez se acerque a lo que vamos
viendo en nuestras calles…?
Igual mi amigo, miembro de ese colectivo en el que todos están muy orgullosos de ser como son… y entienden que tienen una valiosa visión de futuro tiene bastante razón. Acaso, tal vez, puede ser...
Pero,
claro que, digo yo: ¿y en qué queda un mundo en el que no nos sintamos atraídas
y atraídos las unas y los otros… por los otros y las unas?
Quizás
yo sea muy “antiguo” (tal vez ya un “carroza”) pero… ¡cómo me agrada saber, día
tras día, que aún funciona la progesterona!
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