Vistas de página en total

jueves, 13 de octubre de 2011

DESDE EL OTRO LADO...

PENSAR MÁS CON  
EL HEMISFERIO OLVIDADO


Creo, sinceramente, que es importante aprender a pensar más con el hemisferio cerebral derecho. La vida, si la pensamos sólo en función de la eficacia, de la efectividad, de la lógica matemática... es sólo media vida. Se nos escapa el medio mundo de la creatividad, de la poesía, de la fantasía y la capacidad de asombro...

Cuando en un “universo armónico” comienzan a valorarse más unas cosas que otras, ese “estar” se desajusta...
Cuando en el cuerpo humano (realidad totalmente armónica, en principio) hay supremacía de un miembro sobre otro, o si damos valor a unas partes de nuestro cuerpo mientras menospreciamos a otras..., llegarán los desajustes.

Centrándonos en la mente, en los pensamientos, igualmente se dará esta aberración: si valoramos únicamente a una parte de lo que pensamos, minusvalorando a otra..., empezamos a desajustar lo que debería estar bien acomodado.

Me explico: 

De los dos hemisferios que tenemos en nuestros cerebros, es seguro que es tan importante el uno como el otro.

Igual que en nuestra sociedad hay personas de distinto sexo y ambas tienen el mismo valor (si bien, a veces, los “portadores” de un sexo acaben idiotizándose por pensar que tienen supremacía...).

Nuestros dos hemisferios comparten funciones importante, pero hay otras que son específicas de cada uno de ellos. Así cada uno tienen más habilidad para ciertas funciones. Y como, muchas veces, hemos buscado la eficacia en nuestras acciones, los resultados tangibles, lo que se ve más..., hemos valorado más lo concreto y dejado a un lado lo más indefinido.

Si vamos por la vida, siempre, buscando solamente lo efectivo, lo más concreto, lo productivo, podemos acabar olvidando muchos de los valores más humanos y también las experiencias más bonitas de la vida.

El porqué de ¡tantas cosas! puede tener su explicación en cómo hemos estado “utilizando” nuestro cerebro durante siglos: atendiendo lo que regía nuestra mano derecha (desde el hemisferio izquierdo) y desobedeciendo las otras tantas cosas... que relacionábamos con el lado izquierdo de  nuestro cuerpo (controlado por nuestro hemisferio derecho): el talento musical y las tantas actividades artísticas,  el cariño y la delicadeza, la capacidad de contemplar, de admirar, de escuchar...

Pero además, por otra parte, las acciones controladas por nuestro hemisferio derecho, han sido “roles” atribuidos más a la mujer (seguramente porque la mayoría de las mujeres, por genética y por educación) han sido (y han estado) mejor capacitadas para ello...

Cosas igualmente necesarias y útiles,
o fundamentales (diría yo) para nuestro vivir
nuestra existencia con alegría y calidad.

Pero ¿qué hemos estado haciendo?

Hemos ido olvidando... ¿lo mejor de la vida?

Quizá. Por lo menos tan importante.

                                                     José-María Fedriani


Ahora, os invito a leer una selección poemas míos que aparecen en el libro “EL HEMISFERIO OLVIDADO (TU LADO FEMENINO)”:


DESDE MI HEMISFERIO OLVIDADO

Me miro al espejo
y no sé
si es mi olvido
quien reina
en mi cerebro...
¿O es el cerebro mío,
mi hemisferio...
del este lado
el que me borra
toda mi historia?

Pero ¿qué parte
de mi cerebro es
la que manda
en mi persona?
¿Acaso
lo que debiera ser
ha dejado,
ya, de ser lo que debiera...?
¿O es el olvido
quien marca la marcha
de mi existencia?
Mi intuición,
mis sentimiento...
¿dónde mi capacidad
integradora
para hacer familia
de mi dividida realidad?

Mirándome
al espejo,
ciertamente no sé
que parte de mi ser
es mi diestra derecha
y cual mi siniestrada
cerebral izquierda...

¿Y si olvidar
quisiera yo
el olvido...
de tanta gente
que, sin querer y queriéndolo,
me estuvo ya olvidando
más de mil años
de mi historia?

¿Y si dejo de mirar
al frente
y miro a mi adentro...?
¿Qué más me da
dónde esté
lo que el mundo
se olvida de mí...
si, en el fondo,
lo que importa
(lo que me importa a mí)
es que yo soy toda
persona única
indivisible,
aún más que
la suma matemática de
dos hemisferios
diferentes?



HIPÓTESIS

Dime, mujer:
si tu fueras
un hombre...
¿cómo serías?,
¿cuál sería
la mayor ilusión
de tu vida?,

¿qué sería para tí
la libertad?,
¿cómo harías
en política,
en la sociedad,
en tu vida religiosa?,
¿cómo vestirías?,
¿fumarías,
beberías?,
¿harías algún
deporte?,
¿vivirías el amor
de la misma manera
que tu padre?,
¿lucharías por cambiar
el mundo a mejor
desde una organización?,
¿qué harías
en tus ratos libres?,
¿con qué...
o con quién soñarías
en tus días grises?,
¿por qué cosa o persona
no te importaría
dar la vida entera...
y hasta te haría ser feliz?
Dime, dime:
que me gustaría ser
un poco más
como el hombre
que, a ti, te gustaría ser
si fueses
(¡qué hipótesis!)
un hombre.



VENGA...

Venga, mujer.
Venga, compañera.
Venga, amiga mía.
Atrévete
y decídete
a decir SÍ.
Sí a la vida.
Sí a tu felicidad.
Puedes
vivir siendo
más feliz.
No estás sola...



TE QUIERO MUJER ENTERA

Quiero que seas mujer
sin prejuicios,
sin miedos a todo y a nada,
sin usar el llanto
para lograr convencer;
abierta al canto de la Vida
de todo ser humano.

Tu concurrencia al hoy histórico,
necesita hacerse canto
para anunciar el cambio de las cosas
que han esperado, de tus manos,
el aporte imprescindible
para lograr tornarse diferentes;
para hacerse nuevas.

Es tu hora, mujer llena
de dulzura y también de firmeza.
El mundo.
Todos. Te esperan...
porque te necesitan. Porque
es bastante cuanto tienes que decir.

Atrévete a ser tu misma.
Y alégrate de serlo.
Eres mujer. Puedes serlo.
Yo sé que puedes serlo...:
¡Te quiero mujer entera!



PENSARES


Piensas...
que yo pienso
que tú piensas...
que yo pienso
que tú vas a pensar...
que yo pienso
que tú estás pensando
eso que yo pienso”.

Y por eso,
piensas que
para que yo no piense
que tú lo piensas,
es mejor
hacerme creer...
que tú no piensas
lo que piensas;
aunque yo esté pensando
que piensas...
lo que, en verdad,
piensas.



GRITO FRENTE AL ROPERO

¿Por qué
tienen
que desnudarse
siempre
las mujeres
para que los hombres
puedan
verlas
y olerlas
y tocarlas
(hasta imaginarlas
vestidas
de otra ropa
que no
tienen
ni saben
cómo serán
de suaves
o sutiles...),
por
qué?

¿Cuándo será
que
ellos
dejen sus cuerpos
ver,
oler,
tocar
(incluso comparar
con los de otros
tan hombres,
pero quizá
más fuertes,
más jóvenes
y vigorosos,
más bien...
proporcionados),
cuándo?

Me niego
a seguir
gastando más dinero
en ropa
que luego
he de tirar
al suelo...
para que ellos
puedan ver
mis pechos
y mi culo,
mi vientre
y pubis cálido
liberado de vergüenza
y pudor,
mientras no venga
un hombre
con su pene
despierto
y sus testículos
desnudos como
rama de hojas frescas
en un árbol,
en medio del parque
o en una calle...
¿Por qué no?

                               

ISADORA EN MI CAMA

¿Por qué
cuando me acuesto...
vienes
a decirme, Isadora,
lo que,
cada noche,
tengo que soñar?

Me invitas
a bailar
junto a tu cuerpo
desnudo,
frente al mar...

Me empujas
a que coja
mi transido fular
y, en un gesto
de amor agradecido
a la vida que tengo,
lo arranque de mi cintura
y a mi pelo lo ate...
si no quiero tirarlo
para siempre.

Te metes
entre los pliegues
de mis sábanas
y, calladamente,
aquí
te quedas
junto a mí...
y, una y otra vez,
me insistes
que debo soñar
con todo
lo que quieres
que yo haga:

Que todos los movimientos
de nuestros cuerpos
son como una danza,
que el baile
debe ser, siempre,
una prolongación
de los movimientos naturales
de nuestros brazos,
de las piernas,
del cuello,
los hombros,
la cintura
y el trasero...

Que hermoso es
nuestro cuerpo,
y nada hay que forzar
para lograr belleza
no hay más
que vivir la existencia
comunicando armonía
y, así belleza.

Déjame, Isadora,
que tome tu mano
y, sin recato,
me atreva a salir
a la escena de la vida
para bailar
sin miedo alguno
hasta el amanecer.



CUENTAS


Deja que te demuestre
mi cariño.
Ya sé: es muy tarde...
Si quieres dormir, hazlo,
por favor.
Pero..
Déjame, mientras duermes
que te diga, sin palabras
cuanto te quiero.
Con mis labios, pero
en silencio.

Quiero darte...
Treinta
y un mil cincuenta
besos...
¡toda una noche
para llenar
de besos
cada poro de tu piel,
para acariciar
tu cuerpo entero...
con mis labios!

Espero que sueñes,
Compañera,
que eres...
la mujer más querida
del universo.




DESEO (...pero contigo)


Me gusta ver,
me gusta oler,
me gusta oír,
me gusta tocar,
me gusta degustar,
me gusta sentir.

Deseo, busco,
espero, lucho, sueño.

Me gusta mirarlo todo,
pero contigo.
Me gusta oler mil aromas,
pero contigo.
Me gusta escuchar sonidos,
pero contigo.
Me gusta tocar lo que está vivo,
pero contigo.
Me gusta saborear los alimentos,
pero contigo.
Me gusta sentirte cerca,
estar contigo.

La vida es sentir
que vivo,
pero es que sólo sé
estar vivo
si estoy contigo.




NO Y SÍ (coplilla)

No me duele no tenerte.
No me duele no besarte.
No me duele no tenerte.
No me duele no poseerte.

Lo que sí me duele
es que tú no seas tú,
es que tú no te poseas,
es que tú no seas tu dueña.

Yo no sufro, amor,
porque no me quieras,
porque no me desees,
porque no me añores.

Yo si temo, me da miedo...
que puedas olvidar
todos los encuentros que tuvimos,
que puedas olvidar las veces que,
tú y yo, fuimos felices,
que puedas, algún día, olvidarte
de lo mucho que te quiero.


(creo que no necesita la música,
la música está dentro de ti).



TENGO


Tengo una flor amarilla
para regalarte.

Para mí el amarillo es
El mejor signo de la vida,
pues no hay otro color
tan brillante,
entre todos
los que la naturaleza nos muestra,
en sus tantas gamas de colores.

Y... una flor es
como una ofrenda
siempre preparada para ser regalada...

Tengo una flor amarilla
para regalarte.
Y una vida que darte.

Sí, es mi presente para ti...
en este día.
Es el símbolo de mi vida
y de mi amor sin límites ni caducidad.

Porque yo quiero estar
como la flor,
abierto a ti,
sintiéndote,
alegrando todo tu vivir.


Tengo una flor...
la cogí en el campo...
La cogí pensando en ti,
la cogí para entregártela
y espero que la cojas con amor,
pues con amor te la doy.

Tengo una flor...
pero quiero no tenerla más;
pues es que quiero regalártela,
quiero, con mi amor, dártela...
ya para siempre, mi amor.

 

 



MI ALMA GEMELA...


Tú,
mi alma gemela
¿me estás esperando?.
A veces, me parece oírte,
percibir tu llamada
que, a través de la distancia,
a través de todo cuanto aún nos separa,
me estás diciendo
“¡tenemos que encontrarnos, ya!”.
Yo necesito y deseo
el contacto de tu alma
del mismo modo que tú
lo estás anhelando.

Porque tú y yo
somos fragmentos
del mismo ser (nuestra
realidad plural
compartida).

Déjame
tomarte de la mano.
Por favor, deja
que coja tu mano
y que vaya
junto
a ti...

Te necesito
para hacer el camino
de la mi vida.
Me doy cuenta de que no puedo
seguir haciendo
esta mi vida
en soledad...,
sin ti.




EN LA RED


No es del todo real,
pero es bonito.
Saber, ciertamente,
que nos queremos y aceptamos
como somos.

Percibir, cada día,
una caricia sin dedos
y dejar que no nos
disminuya
el perenne deseo
de encontrarnos “en la red”...
y la viva esperanza
de que un día
podamos abrazarnos
tan enteramente
como lo hace el sol, cada mañana,
con la Tierra que le espera...,
llenándola de luz y toda vida.


 

NECESITO


Necesito
más verte
que tocarte;
más quererte
que poseerte,
más amarte
que sentirte;
necesito
más
saberte feliz
que saber
que yo soy
quien
te logro
enardecer.
Necesito
que seas plenamente
dichosa;
necesito
hasta que no me necesites,
pero sí
necesito
tu felicidad.


EN EL PUENTE

Salí a la calle casi sin rumbo...
al llegar al puente y ver
cómo la luz amanecía
tras la ciudad llena de torres.
Me paré junto a la barandilla,
apoyando mis brazos
sobre el negro y frío hierro.

Pensaba en ti: ¡cómo
le gustaría a ella ver

este colorido tan diverso,
tan espectacular!
Y cómo me gustaría a mí
que lo vieras conmigo...

Lo pensaba, casi con miedo,
con una cierta añoranza, sintiendo
que podía desearlo
pero que quizá nunca
lo podríamos hacer realidad.
Por un momento me embargó la tristeza,
cayendo en la cuenta de que,
acaso, ni siquiera
volveríamos a vernos...

De pronto, llegaste,
sin que yo me diera cuenta.
Tomaste mi mano y la apretaste
contra tu pecho.

Y sentí cómo lo infinito
se hacía finito,
cómo lo imposible se hacía posible,
y que el cielo estaba aquí,
tan cerca de mí,
en Sevilla, en Triana...
tocándome.


NO... PERO SÍ

No te pido
(ni te voy a pedir)
que sólo pienses en mí;
pero sí
que lo hagas, mujer, alguna vez.

No te pido
(ni te voy a pedir)
que te abras a mí, constantemente,
y me cuentes
toda tu intimidad.
Pero sí te agradeceré
que, confiadamente, me cuentes
algo de ti...

No te pido
(ni te voy a pedir)
que me entregues, sólo a mí,
todo tu tiempo;
y ser, yo, el centro
de tu dedicación.
Pero sí
me encantará
cada rato que quieras,
libremente,
ofrecerlo a mí
en total plenitud.

No te pido
(ni te voy a pedir)
que toda tu vida
se centre en mí,
aunque sea sin desearlo.
Pero sí
me enfervorecerá infinitamente
cada vez que sueñes
o esperes
algo
de mí
y de ti..


No te pido
(ni te voy a pedir)
que me ames, siempre,
como el primer día...

Pero sí, espero,
que siempre tengas
capacidad de amar
y que ames
a alguien mucho;
tanto que te haga
estar viva,
cargada de entusiasmo
y alegría
constantemente...

No te pido
(ni te voy a pedir)
no quiero pedirte, amor,
que me seas siempre fiel
en todo...
Pero seré feliz,
muy feliz,
por cada vez que tengas
fe en mí
y me aceptes tal cual soy
y esperes de mí...

Y también
por cada ocasión
que me hagas comprender
que me mereció la pena
confiar en ti.
Y me hagas posible
seguir creyendo en ti;
seguir aprendiendo
a fiarme de ti...:
Seguir deseando vivir...
porque me hace feliz
saberte, siempre,
llena
de alegría de vivir...



SENTIDOS

Mi mirada te ha saboreado
como rama de aromo
al llegar la primavera.

He aprendido a saber
acariciar tu cuerpo con mis ojos.
He olido tu pelo y tu cuello
y tus hombros y tus senos.

Mis manos han visto
y han sentido la cálida dulzura
de los sabrosos poros de tu piel.

Mis labios han tocado
la piel de tus mejillas,
la calidez de tu entera hermosura,
la desnudez de tu alma
enternecida.

Escuché y te dije (sacando
lo más íntimo y bien guardado)
¡tantas cosas! que
ya ¡nada nos deja separarnos!.

Mi mente te sostiene
vibrante en el mi recuerdo
enteramente.



VEN, VAMOS


Ven.
Desnúdate
y ven:
el mar
nos espera...,
el sol
nos espera...,
el agua
y la espuma,
la arena
y la brisa.
Ven
conmigo,
desnuda,
a
la
playa.

Nos espera
todo
lo natural:
sol,
aire,
agua,
arena...
¡Son
todos
los elementos!
Todo
y tú
y yo.
¡Somos
la creación
entera!


Ven...
¡Vamos!
Faltamos
en esta obra
grande
del Dios-creador.

Desnúdate
ya...
¡Y
vente
conmigo
al mar!


VAMOS...

Vamos,
amiga;
la realidad no es otra
que la nuestra:
que ésta que tenemos
por delante...
La vida nos ha puesto,
a ti y a mí,
tan cerca,
tan coincidentemente cercanos,
que tenemos
que aceptarnos compañeros...
y comprender
que este encuentro
es, verdaderamente,
una invitación del Cielo
para que nos cojamos de la mano,
o acaso entrelacemos nuestros brazos
y, juntos,
vayamos por la vida
a andar esa aventura
que, abierta,
nos espera...


Y SI FUERA...

Y si fuera posible...
yo quisiera
querer
que tu quieras
querer...
que yo a ti te quiera,
vida mía.

Y si fuera imposible
que tu me dejaras
quererte,
yo te pido,
siquiera, mi amor:
déjame recordar
como fue
que yo te quería.

 

 

DES - IGUALDADES


En el cine
una pareja hace el amor,
ella siempre está desnuda
pero él sólo
desnuda su espalda
ante las cámaras...

Y ¿por qué?

Desde mi lado más femenino,
reivindico los derechos
de las mujeres
a ver hombres desnudos.

Y ¿por qué la publicidad
siempre muestra a la mujer sin ropa...
o con tan poco vestido
que provoca...
pero al hombre
siempre lo exhibe tan cubierto
que apenas si
la más imaginativa
puede figurarse
cómo alguna parte
de ese cuerpo oscuro
entre tejidos...?,
¿acaso a ellas no les gusta
sabes más...,
apreciar formas masculinas,
ver a los varones
tal cual los hizo Dios?

No es igual.

Y ¿por qué, cuando
hacemos el amor...,
él descansa y yo me canso
y disfruta con mi miedo
y goza con mi dolor?

Y ¿por qué, si callo...
me dice;
por qué si digo...
me grita;
por qué si grito...
me empuja...?

No es igual ser varón
que ser mujer.

Y ¿por qué?

 


 

 MONOSÍLABOS


Si tú me hablas,
yo te hablo.

Si tú me dices,
yo te digo.

Si tú me preguntas,
yo te pregunto.

Si tu me cuentas,
yo te cuento.

Si tú me miras,
yo te miro.

Si tú me enseñas,
yo te enseño.


Si tú me pides,
yo te doy.

Si tú me tocas,
yo te toco.

Si tú me besas,
yo te beso.

Si tú me abrazas,
yo te abrazo más fuerte.

Si tú me olvidas,
yo te echaré de menos, día tras día.


  

  

           QUISIERA


              Me gustas,
              aún sin verte,
              me gustaría verte,
              aún sin tocarte,
              quisiera abrazarte
              y sentir
              tu
              cuerpo
              vibrando
              junto al mío.



MI ANHELO


Quién pudiera ser
como el ave que vuela
y va hasta ti.

Quién pudiera ser
como los sueños tuyos
y ser para ti.

Quién pudiera ser
como deseas tú
y, así, ser mejor.
Quién pudiera ser
como el ave que canta
junto a tu balcón.

Quién pudiera ser
como el sol que nace
y te hace despertar.

Quién pudiera ser
como las estrellas
que tú gustas mirar.


Quién pudiera ser
como la luna blanca
que te hace suspirar.

Quién pudiera ser
como la brisa que ligera
pasa acariciándote.

Quién pudiera ser
como el agua fresca
que te llega a besar.

Quién pudiera ser
como un poema que nace
y vive junto a ti.

Quién pudiera ser
la persona que viva
y muera para ti.




YO NO SOY CULPABLE


Yo no soy culpable
de los niños que mueren
de hambre y de sed,
en las guerras, en la miseria
o padeciendo malaria.

No soy culpable
de las madres que abortan,
de los hombres que olvidan
el inapelable compromiso
de responder moralmente
ante aquellas que son
consecuencias de sus actos.

No soy culpable, no,
de la contaminación de los ríos,
de los sucios negocios
del armamentismo,
la trata de blancas, las drogas,
o la industria farmacéutica;
de la corrupción, las inmoralidades
de muchos poderes públicos.

Ni tampoco del desempleo,
a la vez que el despilfarro
de grandes riquezas
en manos de unos pocos;
mientras tantos pasan necesidad
hasta de lo que les es más básico.

Yo no soy culpable
de todo lo que está mal:
violencia doméstica, paro,
drogas, enfermedades raras,
insolidaridad, maledicencia,
envidias y grandes resentimientos.

Yo no soy culpable
de tantos males del planeta
y cuanto está mal en el mundo...
Hay pueblos enteros
que pasan hambre y miseria.
¿O, acaso, si?
Quizá por no denunciar,
quizá por callar,
quizá por no querer complicaciones,
quizá por preferir olvidar...



     TODO

      A veces...
      ni hay que decir
      una
      sola
      palabra:
      todo queda dicho
      en una mirada,
      un gesto,
      un roce...

      (y sentimos que
      un suspiro, acaso
      reprimido al exterior,
      nos recorre
      todo el alma...)

      Porque
      ¿qué es amar,
      al fin
      sino dejarse sentir
      lo más profundo
      del ser
      y del dejar de ser?


JmF

3 comentarios:

  1. Colaboraré con uno de los míos ya que tú los has puesto casi todos:


    AUTOR: REILLO

    El Hemisferio Olvidado

    Hay un hemisferio olvidado
    donde el amor se haya perdido
    ha quedado allá sepultado
    lejos de los truenos y gritos
    hemisferio triste y marchito
    espera expectante, anhelante
    a resucitar levemente
    de su encierro injusto y maldito
    mal herido, a golpes morado
    esperando ser atendido
    cuidado, curado y presente.

    Del libro "El Hemisferio Olvidado"

    ResponderEliminar