Cambiar
el chip
Cuando nos vemos inmersos en
un problema o lo vemos todo negro, se nos dice que hay que cambiar el chip. O
lo que es lo mismo: que va siendo hora de dejar de hacer, de pensar y de sentir
de la manera que lo hacemos, para pasar a pensar y sentir de otra forma totalmente
distinta. De ver la vida con ojos nuevos.
Y esto es una tarea a
desarrollar: cuando queremos mejorar, no sólo se puede hacer entrenamiento
físico, también podemos entrenar nuestra mente (nuestra forma de pensar, de “ver
las cosas”).
De vez en cuando, a
todo el mundo, ante algunos problemas y dificultades, nos vienen a la cabeza algunos
pensamientos
negativos, que pueden hacernos sentir tristes y preocupados, lo
que hace que baje nuestra autoestima (la valoración que cada persona hace de sí
misma).
Ante esto, es
importante que pensemos que todas las personas tenemos dificultades y
problemas. Pero que lo importante no es que los tengamos, sino que aprendamos a
solucionarlos. Además, los pensamientos negativos no nos ayudan nada, pues nos
hacen sentirnos tristes y sin ánimo para resolverlos.
Claro que toda buena
práctica comienza con una buena teoría. Así, lo primero que ha de hacer alguien que quiera desechar algunos patrones mentales que le
estorban y entorpecen, es lograr identificarlos: saber claramente qué es
lo que es necesario “tirar” (igual que con los tiestos que ocupan nuestros
muebles o estanterías, si no elegimos qué tirar es imposible deshacernos de
nada y dejar “espacio libre” para algo nuevo).
Después, poco a poco, se deberá ir sustituyendo aquello que ya no nos gusta por algo nuevo. Si seguimos haciendo lo mismo que ayer, los resultados de mañana serán muy similares.
Por lo tanto: identificar y después sustituir, cambiar
pensamientos negativos, frustrantes, pesimistas o de preocupación por otros de
ilusión, de fuerza de voluntad, de ánimo y de aceptación; abandonar acciones infructuosas
y obsoletas por otras poderosas que
produzcan los resultados deseados.
Se trata de compensar las emociones negativas con
otras positivas, los pensamientos frustrantes o de desánimo por otros cargados
de ilusión, de esperanza y confianza.
Por eso siempre es muy recomendable buscar un
propósito en la vida, un por qué, una motivación que nos lleve a un
“crecimiento personal” profundo. Se trata de encontrar un sentido auténtico y
valioso a nuestra vida; algo que nos de la fuerza suficiente para andar el
camino, ampliar nuestras miras y reconociendo
nuestros errores, arrostrarlos con gallardía y mirar siempre adelante.
De nada sirve buscar “excusas” en las circunstancias o
“culpabilizar” a otras personas. Es más práctico poner orden en nuestras ideas
fundamentales (tirando lo que no sirve, adquiriendo lo necesario) y decidiendo
sobre nuestra vida.
Lo
que son nuestros negocios, pueden ser un ejemplo: lo que no nos funciona, hay
que cambiarlo. “Renovarse o morir", dice el eslogan.
El éxito de un negocio depende, sobre todo, del valor
de su capital humano. Las oportunidades son para quienes las buscan y son
responsables y constantes en su trabajo.
Y, si a esto le añadimos una idea innovadora, con productos
de calidad y el apoyo de personas cualificadas, los resultados serán los
mejores.
Como nos dice el vídeo de Paradigma Team, empresa
dedicada a profesionalizar el Marketing
Multinivel, formado por un equipo de profesionales especializados
(merece la pena verlo):
http://www.youtube.com/watch?v=KoZkcPe32uk#t=110
A Mudança deve ser sempre de dentro para fora . Da unidade para o colectivo.
ResponderEliminarGracias...¡Buena idea!!...
ResponderEliminarpracticaré...
Gracias a ti por leerme. Un abrazo, amiga.
EliminarEl primer punto para cambiar es aceptar que hay un problema, si no lo hacemos difícilmente podremos cruzar el umbral del cambio. Todo lo que se sale de nuestra rutina, aunque sea negativa, supone energía y esfuerzo pero merece la pena emerger, renacer a lo que realmente nos reclama y queremos. Siempre me siento bien en tu blog, aspiro su energía positiva. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María José, valiosa tu aportación y generoso tu reconocimiento.
EliminarUffff, denso contenido, Daria para amplio debate y matices. Toda lectura que dé para reflexionar, vale la pena.
ResponderEliminarA algunos la propia vida enseña a lo que se han de adaptar, lo positivo de pequeñas cosas. Acariciando lo que nos rodea, cada día surgen cosas nuevas. Mirando el cielo, o la montaña de al lado, cada parpadeo tiene matices diferentes. Personalmente soy partidaria de conservar lo vivido, en cajitas, más o menos al alcace. Todo forma parte de mi alma. Si en un mometo determindo tienes un desengaño, quiere decir que te habías equivocado antes. Y...los sentimientos son muy pegajosos, por mas que quieras echarlos, no se quitan ni con agua hirviendo. Perdona la extensión , no quisiera molestar.
Bonito escribes, también profundo. No me molesta tu extensión, denota que tienes cosas que contar, que has vivido... Gracias por opinar en mi espacio.
EliminarSeguro que tu vida es hermosa, disfrútala. Un abrazo, JM
Hola, genial post, donde todos debemos sentirnos identificados en mayor o menor medida. Me quedo con esa expresión: "debemos buscar un sentido a nuestra vida", es decir, un por qué y un para qué...en ese camino debemos saltar los obstáculos y levantarnos más veces de las que caemos, saber que siempre hay algo que aprender, algo que mejorar, algo que enseñar también...las experiencias de la vida nos indicarán por donde tirar, qué camino escoger y serán muchas las veces que nos equivocaremos, pero en saber rectificar está la solución.
ResponderEliminarNo dispongo de mucho tiempo libre, entre familia,trabajo y blog, pero siempre que puedo paso a leerte porque este espacio es algo así como un remanso de paz.
Un saludo
Rosa.