¡POR COJONES!
Como todavía no tengo
los setenta años y se leer y escribir, pues entré en el sorteo (me recuerda a
aquello de “la mili”) y ¡he sido asignado para tomar parte de una Mesa
Electoral de las próximas elecciones. Vaya, yo que pensaba ir a pasar el día
fuera… ¡me han jodido bien la jornada! Domingo grande de mayo con clima de
verano… (y suerte tengo de que no soy rociero).
Pero bueno, dicen que
es un “deber cívico ineludible”… porque sin personas como yo “sería imposible
llevar a término la celebración del proceso electoral”. Y lo dicen los que se
aprovechan bien de este sistema que llaman democrático (aunque poco tiene, según
mi parecer, de lo que es verdadera democracia), donde votar no tiene nada que
ver con elegir.
Paralelamente, ello
supone que debo ponerme a estudiar el “Manual de instrucciones” (todo un panfleto
en el que, acaso intencionadamente, hay cosas que no quedan claras) que me han entregado
para que me entere de cuáles son mis funciones, mis derechos y obligaciones y
hasta el delito en el que puedo incurrir si me quedo dormido y no aparezco por
el local electoral que me corresponde…
La verdad es que,
tomándomelo desde un lado positivo, pienso que hasta me lo puedo pasar bien;
pues aunque a mí lo de escuchar mentiras mucho no me atrae y normalmente prefiero
el cine al teatro, ¿por qué no vivir esta nueva “experiencia religiosa” de asistir
a este “concurso” en el que todo el mundo sale ganador?
La motivación que se me
ofrece para desarrollar este servicio a la comunidad ciudadana (que puede durar
alrededor de las 15 horas), casi me hace llorar de emoción…, pues soy
consciente de que, a partir del día 25 de mayo ¡todo seguirá igual! Pues,
aunque cambien nuestros ediles, seguirán “manejando el cotarro” los mismos de
siempre.
Por supuesto que hay votar!. PODEMOS y DEBEMOS.
ResponderEliminarPues nada José María, aprovecha esa experiencia como positiva, que nada ni nadie te amargue este domingo.
ResponderEliminarLa democracia es buena, no así muchos hombres que se aprovechan del sistema y sea quien sea los que nos vayan a gobernar, volverán a haber políticos corruptos, porque son hombres con ansias de poder.
Un abrazo