EL PIMIENTO
El pimiento es el fruto hueco de una planta herbácea
que recibe su mismo nombre. Pertenece a la familia de las Solanáceas y, en
concreto, al género Capsicum. Las Solanáceas constituyen una familia que
incluye alrededor de 75 géneros y unas 2.300 especies de plantas productoras de
alcaloides tóxicos, entre las que se incluye la belladona, la mandrágora y el
beleño. Son pocas las Solanáceas comestibles. Entre ellas se encuentran el
pimiento, el tomate y la berenjena, de gran relevancia en la alimentación.
Los
pimientos, soportan muy bien las altas temperaturas, pero son sensibles al
frío. Por esta razón, su cultivo tiene lugar en el periodo que transcurre de
verano a otoño, aunque gracias a la producción en invernadero están disponibles
en el mercado durante todo el año.
ORIGEN
La
planta del pimiento es originaria de América (México, Brasil, Bolivia y Perú),
donde además del Capsicum annuum L. existen y se cultivaban al menos otras diversas
variedades, entre ellas el pimiento morrón, grueso y dulce, y el de cornetilla,
de punta encorvada y sabor picante. Verde al principio y rojo cuando madura, se
puede comer en cualquier momento.
Los pimientos llegaron a Europa en el primer viaje realizado por Colón en el año 1493 a América. Los indígenas americanos conocían el fruto por el nombre de chili, pero los españoles y portugueses lo bautizaron con los nombres de pimiento y pimiento de Brasil.
Su cultivo en España comenzó a realizarse en el siglo XVI. Posteriormente se extendió a Italia y desde ese país a Francia para distribuirse por toda Europa y el resto del mundo gracias a la colaboración de los portugueses.
La introducción del pimiento en Europa supuso un avance importante en las costumbres culinarias debido a que se empleaba como complemento de una especia muy popular, la pimienta negra. De hecho, llegó incluso a sustituirla. Su consumo en Europa data de hace varios siglos. Sin embargo las variedades de pimientos grandes, suaves y poco picantes que se consumen en la actualidad se consiguieron a principios del siglo XX gracias a los cultivos intensivos.
VARIEDADES Y CARACTERÍSTICAS
Las variedades de pimiento se clasifican en dos grandes grupos según su sabor en dulces y picantes.
Pimientos dulces: Pueden ser rojos, amarillos o verdes, de forma y tamaño diferentes. Dentro de este grupo se incluyen tanto el pimiento morrón como el dulce italiano.
Pimiento morrón: es una variedad gruesa, carnosa y de gran tamaño. Su piel roja brillante es lisa y sin manchas, su carne firme y de sabor suave y su tallo verde y rígido.
Se
puede consumir crudo y asado o como ingrediente de guisos y estofados. Se
comercializa fresco, desecado y en conserva. Fresco, se puede recolectar verde
o ya maduro, con su característico color rojo, a veces violáceo.
Pimiento dulce italiano: su forma es alargada, fina y la piel es de un color verde brillante que se torna rojo conforme madura.
Picantes-picantes. Entre ellos figuran los populares pimientos del
piquillo, del Padrón y los de Gernika.
Pimiento del piquillo: es originario
de Lodosa (Navarra) y suele comercializarse en conserva. Su piel es de un rojo
intenso. Es una variedad carnosa, compacta, consistente y de textura turgente
pero fina. Su sabor es picante, aunque también puede ser dulce.
Pimiento de Padrón: Tal y como su
nombre indica, es originario de Padrón (Galicia). Es de pequeño tamaño y forma
alargada, cónica y ligeramente rugosa o surcada. Se consume verde y fresco y
presenta un sabor un tanto picante, si bien existen variedades dulces.
Pimiento de Gernika: se produce y
envasa en el País Vasco. Es un fruto pequeño, de color verde, estrecho y
alargado, que se consume sobre todo frito.
En función de su forma, los pimientos también se pueden clasificar en dos grupos:
Pimientos cuadrados: son pimientos uniformes y de carne gruesa. En este
grupo se incluyen tres tipos: pimiento Maravilla de California, pimiento Sitaki
y pimiento Salsa.
Pimientos alargados o rectangulares: son los más apreciados. Como ejemplo cabe destacar al
pimiento de Reus y al pimiento de Lamuyo.
PIMIENTO SALUDABLE
Cuando hablamos de vitamina C, frecuentemente
imaginamos en nuestra mente una naranja o un kiwi, sin embargo, desconocemos
que el pimiento puede ser otra alternativa válida para incluir ésta gran
vitamina con función antioxidante.
El pimiento es, concretamente, una desconocida
bomba de vitamina C, ya que su contenido por cada 100 gramos supera
ampliamente el de la naranja o el kiwi, tanto que el pimiento rojo tiene casi 3
veces más de vitamina C (139mg) que la naranja (50mg) y el pimiento verde
duplica el contenido de la fruta.
Para las personas que buscan una alternativa a la
naranja, al kiwi o la fresa, el pimiento
es una excelente y gran fuente de vitamina C que pueden incorporar a diversos
platos, sin esperar al postre.
Son muchas las propiedades nutritivas y saludables del pimiento:
El principal componente del pimiento es al agua, seguido de los hidratos de
carbono, lo que hace que sea una hortaliza con un bajo aporte calórico. Es una
buena fuente de fibra y, al igual que el resto de verduras, su contenido
proteico es muy bajo y apenas aporta grasas.
En cuanto a su contenido en vitaminas, los pimientos son muy ricos en vitamina C, sobre todo los de color rojo. De hecho, llegan a contener más del doble de la que se encuentra en frutas como la naranja o las fresas.
La vitamina C, además de ser un potente antioxidante, interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones.
En cuanto a su contenido en vitaminas, los pimientos son muy ricos en vitamina C, sobre todo los de color rojo. De hecho, llegan a contener más del doble de la que se encuentra en frutas como la naranja o las fresas.
La vitamina C, además de ser un potente antioxidante, interviene en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción del hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones.
Los pimientos son buena fuente de carotenos, entre los que se encuentra la
capsantina, pigmento con propiedades antioxidantes que aporta el característico
color rojo a algunos pimientos.
También
es destacable su contenido de provitamina A (Beta caroteno y criptoxantina) que
el organismo transforma en vitamina A conforme lo necesita, folatos y de
vitamina E.
La
vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello,
las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la
síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema
inmunológico.
En
menor cantidad están presentes otras vitaminas del grupo B como la B6, B3, B2 y
B1.
Su
contenido en las citadas vitaminas C y E, junto con los carotenos, convierten
al pimiento en una importante fuente de sustancias que cuidan de nuestra salud.
Entre los minerales, cabe destacar la presencia de potasio. En menor proporción
están presentes el magnesio, el fósforo y el calcio. El calcio de los pimientos
no se asimila apenas en relación con los lácteos u otros alimentos que se
consideran muy buena fuente de este mineral.
El potasio es necesario para la transmisión del impulso nervioso, la actividad muscular y regula el balance de agua dentro y fuera de la célula.
El potasio es necesario para la transmisión del impulso nervioso, la actividad muscular y regula el balance de agua dentro y fuera de la célula.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y
músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave
efecto laxante.
El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el magnesio y el calcio.
El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el magnesio y el calcio.
Por
todo esto, podemos concluir que el pimiento es un alimento funcional que genera muy diversas aplicaciones
saludables:
- Control del
peso. Gracias a
su alto contenido en agua y bajo aporte calórico (menos de 20 calorías por los 100 gramos, teniendo
un contenido de casi el 92% de agua). Además, gracias a su contenido
en fibra, aporta sensación de saciedad; de manera que puede muy bien incluirse en muchas dietas para bajar de
peso.
- Diurético y depurativo. Por su riqueza en potasio y escasez de sodio. Favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo.
- Digestibilidad. El pimiento dulce es un alimento
excelente para personas con estómago delicado. Los picantes, en cambio, pueden
resultar irritantes, además de ser muy laxantes para aquellas personas
propensas a las diarreas.
- Su
consumo es recomendado en personas que padecen estrés,
consumidoras de tabaco, con enfermedades crónicas degenerativas y personas con
gran trabajo físico.
- Prevención de enfermedades. Son fuente de selenio y de
vitaminas C, E, provitamina A y de otros carotenoides como la capsantina, todos
ellos de acción antioxidante y beneficiosa para el organismo.
- Regula la
función intestinal. Su importante aporte de fibra le confiere la capacidad reguladora de la
evacuación intestinal (propiedades laxantes) aun cuando puede resultar
flatulenta para algunas personas.
A TENER EN CUENTA
A
la hora de comprar pimientos es conveniente seleccionar los ejemplares
carnosos, duros, pesados en proporción a su tamaño, muy firmes, de color
brillante, piel lisa, lustrosa y carentes de golpes o magulladuras. Si
presentan arrugas o manchas significa que han estado almacenados durante
demasiado tiempo, lo que provoca una pérdida de nutrientes y de sabor.
Una vez en casa se aconseja guardar los pimientos en el frigorífico y dentro de
una bolsa de plástico perforada y así se conservan hasta quince días.
Es importante procurar cocinarlo correctamente.
La mejor forma es asado, ya que frito absorbe mucho aceite. Otra forma
de incluirlo a la dieta es crudo en la ensalada.
Una
vez asados y pelados, también se pueden congelar, escaldándolos con
anterioridad en agua hirviendo durante unos tres minutos.
¡Salud!
Que buen artículo, todos conocemos a grandes rasgos a los "pimientos", pero gracias a ti podemos profundizar mucho más.
ResponderEliminarYo planté unas semillas de pimiento amarillo en una maceta (soy absolutamente de ciudad), y nacieron las plantas, pero pimientos, no he tenido ninguno. Supongo que es normal, en una maceta...
Un saludo.
¡Saldrán! La paciencia es madre también de las plantas... Yo si tengo mis pimientitos en la maceta...
EliminarOstras!! que cantidad de información!!
ResponderEliminarMe estoy aficionando a tener una huerta, por ahora solo había plantado tomates, pero este invierno voy a plantar lo que por aquí llamamos bajocas, o sea judías verdes.
Curioso e interesante tu blog.
Sludos
Disculpa por la tardanza, pero acompáñame ya se encuentra aquí contigo. Un saludo
ResponderEliminarHa sido prreciodo entrar a tu página y encontrar tanta información ¡que fortaleza y frescura la de esos pimientos, un abazo agradecido
ResponderEliminarStella
es un placer leerte
ResponderEliminargracias por seguirme en Recomenzar
La verdad es que me encantan cocinados y presentados como sea, porque son un alimento muy sabroso y más natural imposible. Eso sí, cortaditos pequeños en una ensalada son deliciosos!!! Claro que eso va a gustos.
ResponderEliminarSaludos!
Eres genial y original. Lo mismo te detienes en el otoño, en los complejos humanos, que en los pimientos. De todo haces poesía con tu particular forma de trasmitir alegría, seguridad y vitaminas a nuestra vida.
ResponderEliminarMi enhorabuena, aderezada con pimientos de todos los colores.
Un afectuoso saludo.
Gracias también por seguir mi recién estrenado blog. Siendo como eres, estoy segura que no te limitarás a estar en la foto. ¡Ponle vitaminas a mi blog!