Nuestros
queridos niños y no tan niños:
Nuestra
primera misión en la historia siempre ha sido la de comunicar-manifestar al
mundo que TODOS somos hermanos. No ha sido otra. Porque seguimos la estrella
para encontrar al Niño que nació en Belén de Judá que, sin posibilidad de duda,
es una Buena Noticia para todo el género humano, sin distinción de ninguna
clase.
Hoy,
en muchas partes de la Tierra, se celebra la fiesta en honor de aquel
acontecimiento del año 1 de la Era Cristiana. Pero… ¿qué celebramos 2.013 años
después? Está bien mantener las tradiciones, pero sería necesario que guarden
un sentido, si no ¿para qué? Las tradiciones vacías de significado no sirven
para nada, son absurdas o hasta pueden ser perjudiciales; sobre todo si llegan
a convertirse en fanatismos. Y, en tantos casos, hacer las cosas porque
“siempre se ha hecho así” es de gentes irracionales.
Analizando
un poco la “historia” de Melchor (Magalath), Gaspar (Galgalath) y Baltasar
(Serakin). Son unos personajes establecidos por el papa San León Magno (siglo
V) como representantes de la humanidad conocida, por eso se declara que
procedían de Europa, Asia y África. Lo que con ello se quiere decir es que
Jesús no nació sólo para el pueblo judío, sino para todo el mundo.
Y
llegaron con tres regalos: Melchor ofreció al Niño la mirra, símbolo de
humanidad; Gaspar le trajo incienso, símbolo de divinidad y Baltasar le entregó
el oro, símbolo de realeza.
Los
regalos son para expresar lo que sentimos por las otras personas. No vale nada
si no van acompañadas del cariño y el reconocimiento de lo que valoramos de los
demás.
En
realidad son tres elementos que pueden ser muy significativos para cualquiera
de nosotros:
La
mirra, esa sustancia resinosa sacada de la corteza de un árbol, nos lleva a
aceptar la caducidad de la vida de los seres humanos; también puede entenderse
como una invitación a cuidarnos físicamente, pero así mismo es una llamada de
atención para que nunca nos deshumanice el dolor, ni a que seamos tan
hedonistas que pensemos que el placer es lo único importante en la vida.
El
incienso, esa resina aromática que al
quemarla nos eleva al mundo de la espiritualidad; también podemos traducirlo
como un avisarnos del peligro de caer en el materialismo, de vivir faltos de
espiritualidad. Porque si bien es malo estar siempre en la nubes o esperando
que desde el Cielo se resuelvan nuestros problemas sin ningún esfuerzo por
nuestra parte, tampoco es inteligente creernos que todo es controlable desde nuestra
limitación humana.
Y
el oro, el metal precioso por excelencia, símbolo de realeza nos dice que el
ser humano, que todo humano, por serlo, se merece ser rey o reina de su vida.
Pero el oro es también algo tan valioso que poseerlo es tanto como el camino
seguro para acabar con la pobreza, para cubrir las necesidades de tanta gente
que no tiene ni para las básicas, porque si la riqueza fuese bien repartida, el
mundo sería más igualitario y fraterno; si bien, esto que en sí es bueno, puede
llegar , a veces, a embrutecernos y podemos caer en la tentación de vivir
pensando sólo en poseer más y más riqueza, olvidándonos del resto del mundo.
Bueno,
nuestra invitación, en esta fiesta epifánica es ésta: Regalad lo que queráis,
pero que siempre vayan acompañados de gestos de amor: no se trata de hacer
muchos regalos ni muy costosos, se trata de demostrar cariño y despertar
siempre buenos sentimientos. Y, como norma, vivid felices compartiendo,
demostrando abiertamente vuestros sentimientos favorecedores de buenos
sentimientos y siendo conscientes de que todo lo que hagáis para acercaros más
a los demás, es estar haciendo Navidad en éste mundo en el que estáis hoy,
camino del mañana que puede ser mejor.
Deseo que nadie pierda la ilusión y se extienda la solidaridad. Un abrazo
ResponderEliminarJosé maria, linda a sua escrita. Belo texto. Grande abraço!
ResponderEliminarJoséMaría, un bonito, ameno, instructivo y reflexivo escrito.El mejor regalo es la amistad y la comunicación para hacer sentir el afecto que tenemos a los amigos.Las palabras sinceras y cariñosas son un buen regalo.
ResponderEliminarMucho ánimo en es 2014.
Un saludo.
A vida em movimento... Amei a sua escrita de amor....
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