CIVISMO
Avanzamos el
siglo XXI. Pero nos falta mucha “educación para la ciudadanía”.
Más ¿qué es
el civismo? Yéndonos a la raíz latina “civis” es ciudadano. Así, podríamos
decir que civismo hace referencia al comportamiento que ha de tener la
ciudadanía para poder convivir en colectividad.
La
“educación cívica” o “para la ciudadanía” no debe ni puede quedarse sólo en
hablar de la igualdad de género, o de la
libertad que tanto hombres como mujeres
pueden tener para diversos aspectos de sus vidas, como alguna gente cree.
Una
verdadera “educación” en este aspecto, ha de favorecer el desarrollo de
personas íntegras, dirigida a la formación de personas capaces de vivir,
responsablemente, cívicamente en una colectividad; con criterios propios,
siendo respetuosos con los demás y los bienes que son de todos (incluidos el
entorno natural, el mobiliario urbano y, desde luego, el patrimonio arquitectónico),
conocedores de sus derechos pero también de sus obligaciones, para que puedan vivir
“en sociedad”.
Por eso,
creo que no me paso mucho cuando llamo incívicas e insolidarias a algunas
personas que van por la ciudad creyéndose tener todos los derechos del mundo
pero ninguna obligación, tirando colillas, pañuelos de papel sucios, bolsas
vacías y un eterno etcétera, al suelo…, para que luego venga alguien a recoger
sus miasmas…
Sólo hace
unos días, que me tocó llevar papel al contenedor, lógicamente siguiendo la
pauta normativa de ir clasificando el papel, el vidrio, los envases de plástico o la basura orgánica (que es un esfuerzo,
pero creo que también un deber cívico), cuando fui a tirar el contenido de la bolsa,
me topé con una gran bolsa de plástico ¡llena basura orgánica!
Pero esto no
es todo: cada día, al salir a la calle, me encuentro a unos pasos de mi casa,
montones de bolsas de basura (lógicamente sin clasificación alguna) tiradas
junto a los árboles o las farolas…; pues, por lo visto, es demasiado esfuerzo
torcer la esquina para depositarlas en su correspondiente contenedor. Yo no lo entiendo, no lo puedo entender (no
vivo en la periferia, mi domicilio está enclavado cerca del Puente de Triana, a
pocos pasos de la Iglesia de San Jacinto) dónde se supone que el vecindario
tiene un nivel de educación.
Bueno, pues
me consta (pues los he visto repetidas veces) hay quienes a lo mejor hasta van
“de progresistas” pero no están por respetar lo que es “común”. Para mí, “pensar
en que es bueno progresar” es colaborar siempre en el bien común de la
sociedad. Es una vergüenza que algunos “ciudadanos” sean tan egoístas (miren
sólo para su bolsillo o su bien particular) que se les olvide que lo común
siempre ha de estar por encima de lo particular.
"Lo comun ha de estar por encima de lo particular", mensaje que se puede generalizar en lo personal y en lo social. Si se tuviera en cuenta viviríamos todos mucho mejor. La tendencia es ir en sentido contrario, el individualismo.
ResponderEliminarEs una auténtica vergüenza pero esto ocurre a diario en todas partes... Ciudades sucias, contaminadas... desde luego parece que somos la raza más destructiva de este planeta.
ResponderEliminarEs muy lamentable tanta irresponsabilidad de mucha gente. Te entiendo, porque me encargo de lo mío e infinidad de veces de lo de los demás, que sin conocerlos siquiera también a mí me afecta, pero más que todo al mundo entero.
ResponderEliminarBesos.
Educación en valores necesitamos, más que en conocimientos. Valores de respeto, colaboración, empatía, convivencia....que nos ayudan a superar nuestra individualidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Es muy lamentable todo lo que dices. Estamos a falta de mucha educacion, perdemos los valores, incluso creo que perdemos nuestra identidad
ResponderEliminarInteresante post
Un beso
Isa
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
El enlace de mi blog donde te he visto de seguidor.
JOSÉ MARIA,
ResponderEliminaré triste e absolutamente constrangedor!!!
Um abração carioca.
Ese es el mundo global y neoliberalizado: productor de basura y no de los necesario. Saludos. carlos
ResponderEliminarHola, tristemente es así, vivimos en un mundo con menos principios, respeto y humanidad. Esos valores estaban antes más presentes en el día a día. Quizás haya muchas cosas que cambiar, sobre todo la forma de entender a los demás y respetar.
ResponderEliminarA pesar de todo, uno-a debe defender y hacer respetar sus principios, aunque otros no los compartan.
un saludo
Rosa.
Es verdad, ninguno somos inocente del todo...
ResponderEliminarSaludos,
Buenísimo, voy a ponerlo en mi facebook, espero no te moleste pues va con tu nombre. Un abrazo.
ResponderEliminarClaro que no me molesta. Gracias.
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