FRUTAS
DEL VERANO
Llega
el verano y con él el calor, la sed y la necesidad de comer cosas frescas y
refrescantes.
Nunca
había sido posible ver, en los mercados, lo largo de todo el año, a nuestra disposición,
tanta oferta de frutas, autóctonas y
exóticas. Pero en esta época del año, la oferta es esplendorosa; porque, sobre
todas están las maravillosas frutas de
verano, que por sus características son una muy buena opción alimenticia
para todas las edades.
El
aumento de las temperaturas que conlleva el verano trae consigo pequeñas
modificaciones en los hábitos de vida que permiten adaptarse mejor a los
calores estivales. Es el caso de la nutrición,
que se fundamenta en comidas frescas, productos ligeros y mucha hidratación. La
fruta, sin duda alguna, es uno
de nuestros mejores aliados.
Con la llegada del verano, la huerta nos brinda
una gran variedad de frutas y verduras, ideales para paliar el sofocante calor
y ayudarnos a lucir una piel bien nutrida e hidratada, o lo que es lo mismo,
una piel bella y sana.
Esta es una buena época para consumir fruta local (alimentos de proximidad o kilómetro cero) y aprovechar la amplia disponibilidad de frutas con precios relativamente más
bajos.
La fruta y la verdura de la temporada del verano,
además de agua, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes y lo mejor de
todo es que NO ENGORDAN.
Por
su cantidad de agua (rondan el 85 a 90%) quitan la sed, aportan sales minerales
que ayudan a reponer las eliminadas por el sudor, contienen azúcares que
proporcionan energía y vitaminas y factores de protección para los pequeños y
mayores.
La
fruta es una de las mejores formas de alimentarse en verano: es fácil de comer, se puede disfrutar a cualquier hora, como tentempié o desayuno, y permite elaborar deliciosos zumos.
En
el mercado, además de encontrar las habituales piezas de fruta que están
presentes todo el año, también están las tan deliciosas frutas de verano: melocotones, sandías, melones, albaricoques,
cerezas... Pero es que, sumando ventajas, en esta época del año podemos
encontrar una gran variedad a precios muy bajos, ya que la producción es muy
elevada.
Todas
ellas están exquisitas y tienen algo en común: son sanas, nutritivas,
hidratantes y, si se toman adecuadamente (entre comidas), no engordan. No
después de las comidas principales, sino por la mañana o a media tarde.
Por
si fuera poco, sus propiedades alimenticias son muchas y de calidad: su gran
cantidad de vitaminas y minerales hacen de este producto un
aliado fresco contra las altas temperaturas. La fruta es hidratante también
gracias a su alto contenido en líquido, además de favorecer el tránsito
intestinal por su aporte esencial de fibra.
Puede decirse que comer fruta previene la aparición de
enfermedades crónicas y el cáncer. La
fruta permite, asimismo, reponer fuerzas cuando estamos agotados gracias a sus
dosis moderadas de hidratos de carbono y azúcares. Por eso, para aprovecharte todas las propiedades beneficiosas
de la fruta, es mejor tomarla entre horas y no como postre, ya que su gran
proporción de agua y azúcares hace que fermente rápidamente en el estómago.
Los ricos albaricoques tienen un muy alto contenido en vitaminas y minerales. Los albaricoques frescos son ricos en vitamina C, betacarotenos (vitamina A) e hierro. Tiene
excelentes propiedades diuréticas y beneficiosas para el tránsito
intestinal.
Las cerezas son una de las frutas más consumidas en verano, por su intenso sabor y su reducido tamaño, lo que las convierte en ideales tentempiés para picar entre horas. Son una de las frutas más energéticas del verano. Son diuréticas así como antioxidantes. Con importantes dosis de vitamina C; contienen un alto contenido en silicio, provitamina A, hierro, magnesio y potasio. Además, reducen los niveles de ácido úrico, lo que constituye un remedio natural contra la gota.
Los melocotones
son un excelente aliado contra el sobrepeso. Se trata de una fruta muy fresca, rica en fibra, y muy pocas
calorías. Nos aportan sodio y vitamina C.
Las ciruelas son ricas en vitamina A, menos en vitamina
B y C, y en minerales como el hierro, calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio
y manganeso. Muy indicada en casos de anemia, abstemia, gota, reumatismo,
arteriosclerosis, estreñimiento, intoxicación intestinal y para combatir las
deficiencias hepáticas. Tomadas en ayunas ayudan a eliminar el estreñimiento.
Las fresas son una
importante fuente de vitamina C ya que contiene más que las naranjas. Contiene ácido
elágico, que tiene actividad antibacteriana y antivírica.
Los arándanos contienen antocianinas, que
son pigmentos que mejoran la sensibilidad de la retina y alivian trastornos
circulatorios. El zumo de arándanos, muy apetitoso, mantiene intacta las características de la fruta.
Las frambuesas aportan mucha fibra y antocianinas
(como los arándanos) y garantiza una buena cantidad de sales minerales. Tiene
también ácido salicílico (como la aspirina) por lo que ayuda a combatir la
fiebre.
Las
uvas, una de las frutas más
deliciosas, son fuentes ricas de vitaminas A, C, B6 y ácido fólico, además de
minerales esenciales como el potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio y
selenio.
Las uvas contienen flavonoides que son antioxidantes muy potentes, que pueden reducir el daño causado por los radicales libres y retrasar el envejecimiento.
Las son muy útiles para tratar el estreñimiento, la fatiga, la prevención de cataratas, la indigestión, los trastornos renales, y la degeneración macular. Son, así mismo, muy válidas para curar el asma, reducir el colesterol y los coágulos en la sangre, la anemia, la fiebre y la debilidad sexual.
Las uvas contienen flavonoides que son antioxidantes muy potentes, que pueden reducir el daño causado por los radicales libres y retrasar el envejecimiento.
Las son muy útiles para tratar el estreñimiento, la fatiga, la prevención de cataratas, la indigestión, los trastornos renales, y la degeneración macular. Son, así mismo, muy válidas para curar el asma, reducir el colesterol y los coágulos en la sangre, la anemia, la fiebre y la debilidad sexual.
Los melones
son otra de las frutas más ligeras que existen, además de refrescantes, ideales para los meses
de verano. Sin duda, es mejor disfrutar del melón entre horas o antes de comer,
y apenas aportan 50 calorías por cada 100 gramos. Son Los melones son ricos en
vitamina C (más los de pulpa naranja) y
proporcionan importantes dosis de pro-vitamina A (betacarotenos). Son altamente diuréticos y favorecen el tránsito intestinal.
Las sandías,
al igual que sus parientes los melones, contienen mucho líquido, con lo cual
son excelentes como depurativo y
diurético. Además de que tienen un alto poder energético
y mucho contenido en agua.
Así
que, no sólo no engorda, sino que, además, poseen propiedades saciantes y
calman la sed. Por si esto fuera poco, son
muy nutritivas, con alto contenido en vitamina C, sin menospreciar su aporte de vitamina A, B1, potasio y fibra.
A las sandias se las conoce como "la fruta del
riñón". Limpia el organismo, la piel y la sangre. Es muy diurética y muy
recomendable para enfermos de próstata, riñones y vías urinarias, así como para
los que sufren retención de líquidos, acidez de estomago o presión arterial
elevada.
Como
el melón, al estar compuesta por agua fundamentalmente, tiende a fermentar si
se toma después de la comida, por eso debemos tomarla como desayuno, merienda o
simplemente entre horas.
Como
dice el refrán: “El melón y la sandía, con la barriga vacía”.
Ambas
frutas, pues, son un lujo para el verano: ayudan a limpiar el organismo y eliminar desechos,
estimulan el apetito, favorecen la piel, son mineralizantes. Por todo ello, muy aconsejables, para las
anemias, el estreñimiento, las hemorroides, la gota y el reumatismo. Y
también, dado su bajo contenido en
azúcar, resultan muy recomendables para
personas diabéticas, para combatir la obesidad y para quienes padeces de
ciática o sufre hipertensión.
Una entrada redonda, como el melón y la sandía.
ResponderEliminarUn saludo
Disfrutemos Jose María, disfrutemos.
ResponderEliminarSoy más de melocotón en esta época que de otra cosa, no me atrae ni el melón ni la sandía y bueno, algún plátano también cae pero ese más que apagar la sed, la produce, aunque es muy bueno para inyectar energía inmediata al cuerpo.
Saludos.
Nada hay como al fruta, sabrosa, natural y fresquita. Al menos en esta época del año que donde yo estoy, el calor es intenso poder disfrutar de la fruta es toda una delicia.
ResponderEliminarSaludos y feliz verano!
Completísima entrada sobre las frutas. Este verano me he propuesto comerlas fuera de las comidas, sobre todo el melón y la sandía. Ay, la sandia fresquita es un manjar refrescante.
ResponderEliminarFelices vacaciones, disfruta de la fruta y de todo lo demás.
Beleza de frutas. Bom alimento para a vida toda....
ResponderEliminarUn verdadero placer para los sentidos este post dedicado a las frutas de verano.
ResponderEliminarJosé María, mis felicitaciones.
Pero es que además, viviendo como vivo en una zona eminentemente hortofrutícola, (el Valle del Jalón, La Almunia de Dª Godina)el interés se hace mucho mayor si cabe.
Un abreazo
Lo mejor de lo mejor es comer muchas frutas. Acá en Argentina estamos terminando en invierno, pero en poco tiempo comienza la primavera y qué mejor que disfrutar esta estación comiendo variadas frutas en nuestras comidas diarias.. A mi gusto, el mejor postre: "Ensalada de frutas" (allí creo que es "jardinera de frutas").
ResponderEliminarEs muy interesante todo lo que compartes, dan ganas de comer ahora mismo una fruta; voy por un melocotón de postre.
ResponderEliminarGracias, es un placer leerte.
Y gracias también por tu visita y palabras en mis versos, hace ya tiempo, :)
Saludos.
Ío