CON MIRADA OPTIMISTA
Siempre
he tenido ganas (a veces hasta pudiera parecer prisa) por que llegue el futuro.
Deseos de que el presente, lo que está sucediendo ahora (que, por otro lado,
soy consciente de que es lo único real que tenemos; pues el ayer ya pasó y
el mañana aún no es) pase ya...
Con la creencia, incluso con el
convencimiento de que lo por venir va a ser mejor.
Y,
desde luego, pienso que esta idea mía es la que me da energías para “hacer
cosas” para que el mundo que le toque vivir a mis hijos y nietos sea mejor que el que
éste en el que he pasado yo los años de mi existencia.
Pero
es más: creo que es la razón que todo el mundo necesita para esforzarse en mejorar
la realidad.
Cuestión que a algunos “poderes fácticos” no les interesa. Por eso
se gasta tanto dinero en matar esperanzas: en “convencer” a la gente de que no
merece la pena trabajar por cambiar el “orden-desorden establecido”, que es
mejor “dejar las cosas como están”…
Y
sí, muchas personas ya adultas y (lo que es peor) una gran parte de la juventud
actual, se deja “caer en la tentación” de perder las ganas de soñar.
Ciertamente,
la realidad es dura:
Estamos frente a una gran
riada que nos quiere arrastrar. La sociedad ha perdido mucha confianza, tiene
miedo a perder… “esas seguridades” del pasado que ya no pueden ser (Como digo
en mi novela-ensayo “Grandes Regalos”, tratando sobre la esperanza).
Pero es que…
La necesidad de soñar, de
imaginar un mundo nuevo y diferente y mejor sigue estando en lo más profundo
del corazón de los humanos.
Y es queriendo cambiar la realidad
como lo haremos posible. No sin esfuerzo. Jamás renunciando a hacer realidad
nuestros sueños (no vale bajarse del tren de la Historia).
La utopía de buscar todo
“lo posible”, aunque aún no lo sea; aunque todavía parezca imposible. Porque la
esperanza (que conlleva tiempo de espera) es el motor que nos pone en
movimiento, es la fuerza que nunca admite conformismos.
Porque, teniendo a la Esperanza como compañera, tendremos siempre la certeza de que, todavía, nada está acabado: que, por mucho que avancemos, aún falta “algo más” para estar más cerca de la nuestra Utopía.
Pero es que, además,
nuestra vida (para todo el mundo) tiene sentido a partir de que sabemos qué
hacer con ella. Porque, cada ser humano, tiene una “misión” que cumplir.
Y, por
ello, es importante que seamos conscientes de que somos necesarios,
insustituibles, hasta imprescindibles; pues aquello que nos toca hacer (a cada
una, a cada uno), si no lo hacemos… ¡quedará pendiente…!
Y el caso es que, si
perdemos nuestras esperanzas…, nos quedamos sin ilusión, sin ganas de seguir
avanzando, buscando ilusionadamente, vivir válidamente. Por eso es importante mantener viva la
esperanza. Que es, también, ¡mirar con optimismo el futuro!
Y, en tiempos de “crisis”
como en el que estamos, es que se impone la necesidad de vivir la Esperanza
activamente. Con acciones ilusionantes, con iniciativas posibles y llenas de
creatividad. Creyendo que el mañana ha de ser y será mejor.
La Esperanza es (tiene que
serlo siempre) activa. Nunca es pasiva. Es motor de nuevas posibilidades. Es
función utópica permanente: siempre hay más cosas por hacer. Es compromiso
vital con la Historia de la Humanidad. Y tiene que ser contagiosa.
Y acabo
con un poemita que no es nuevo, que yo tengo publicado (en mi libro “Ácido desoxirribonucleico”)
y habrá quien también ya lo conozca, que dice:
HOY
Y MAÑANA...
Yo
creo.
Creo
en mi hoy.
Y
espero el mañana...
Creo
sobre
todo
en
el por-venir...
¡Sí!
Creo
en
mi esperanza.
Hoy
es el día
más
feliz
de
mi vida;
porque
hoy
es
el día
que
está más cerca
del
mañana.
Y
yo creo,
quiero
creer,
más
que nada
en
lo que va a ser,
en
todo lo por-venir:
¡en
mañana!...
JMF
(Las fotografías fueron tomadas en la Ciudad
de las Artes y las Ciencias de Valencia).
de las Artes y las Ciencias de Valencia).
Cada dia ponemos nuestro granito en el proceso de la creación. (Madrugaste para las fotos sin multitud).
ResponderEliminarUn día una persona me dijo que porque soñaba si no ganaba nada pero Yo le dije que gracias a mis sueños es por lo que me levanto cada mañana , para poderlos hacer. Sin sueños no existe motivos para un mañana.
ResponderEliminarSaludos.!!
Perfecto, Ann. Gracias por tu sonrisa.
EliminarHola!!! tienes mucha razon en lo que escribes. (Y las fotos buenisimas, tengo muchas ganas de ir alli).
ResponderEliminarPor cierto, acabo de descubrir tu blog, y ya me quedo por aquí, así que tienes un seguidor nuevo. el numero 1000.
Te invito a visitar mi blog y a seguirme si te gusta.
Un saludo, nos leemos