Debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar la arena hasta la locura.
Y si no, no la emprendas, que será en vano.
Sólo el amor alumbra lo que perdura,
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos.
Debes amar la hora que nunca brilla.
Y si no, no pretendas tocar los yertos.
Sólo el amor engendra la maravilla,
sólo el amor consigue encender lo muerto.
José Martí
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