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domingo, 26 de diciembre de 2010

SI YO FUESE MUJER...


Somos, circunstancialmente,
lo que somos...
Somos,
acaso,
tal vez, quienes somos
¿por opción?,
¿porque
las circunstancias...
nos llevaron a ser...?
Y, aquí,
ahora, pienso:
¿Y si yo
fuese mujer,
una mujer...?






ISADORA EN MI CAMA


¿Por qué
cuando me acuesto...
vienes
a decirme, Isadora,
lo que,
cada noche,
tengo que soñar?
Me invitas
a bailar
junto a tu cuerpo
desnudo,
frente al mar...
Me empujas
a que coja
mi transido fular
y, en un gesto
de amor agradecido
a la vida que tengo,
lo arranque de mi cintura
y a mi pelo lo ate...
si no quiero tirarlo
para siempre.
Te metes
entre los pliegues
de mis sábanas
y, calladamente,
aquí
te quedas
junto a mí...
y, una y otra vez,
me insistes
que debo soñar
con todo
lo que quieres
que yo haga:
Que todos los movimientos
de nuestros cuerpos
son como una danza,
que el baile
debe ser, siempre,
una prolongación
de los movimientos naturales
de nuestros brazos,
de las piernas,
del cuello,
los hombros,
la cintura
y el trasero...
Que hermoso es
nuestro cuerpo,
y nada hay que forzar
para lograr belleza
no hay más
que vivir la existencia
comunicando armonía
y, así belleza.
Déjame, Isadora,
que tome tu mano
y, sin recato,
me atreva a salir
a la escena de la vida
para bailar
sin miedo alguno
hasta el amanecer.


(de “El Hemisferio Olvidado”)








O acaso...



                HIPÓTESIS


               Dime, mujer:
               si tu fueras
               un hombre...
               ¿cómo serías?,
               ¿cuál sería
               la mayor ilusión
               de tu vida?,
               ¿qué sería para tí
               la libertad?,
               ¿cómo harías
               en política,
               en la sociedad,
               en tu vida religiosa?,
               ¿cómo vestirías?,
               ¿fumarías,
               beberías?,
               ¿harías algún
               deporte?,
               ¿vivirías el amor
               de la misma manera
               que tu padre?,
               ¿lucharías por cambiar
               el mundo a mejor
               desde una organización?,
               ¿qué harías
               en tus ratos libres?,
               ¿con qué...
               o con quién soñarías
               en tus días grises?,
               ¿por qué cosa o persona
               no te importaría
               dar la vida entera...
               y hasta te haría ser feliz?
               Dime, dime:
               que me gustaría ser
               un poco más
               como el hombre
               que, a ti, te gustaría ser
               si fueses
               (¡qué hipótesis!)
               un hombre.


 


José-María Fedriani (en "El hemisferio olvidado")





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