Vistas de página en total

domingo, 17 de abril de 2011

ORACION PARA LA SEMANA SANTA


ORACIÓN DESGARRADA
ANTE EL PADECER
DE TANTOS CRISTOS

Señor, 
te vemos padecer...
y no decimos nada,
no hacemos nada,
no respondemos a tu llamada,
no nos comprometemos
con acciones solidarias
para evitar que siga sucediendo
este crimen impune que, entre todos,
estamos cometiendo:

Te vemos padecer
cuando nos hablas, diciéndonos
las mayores verdades
que nadie ha dicho nunca
y Tú
estás dándote cuenta
que apenas atendemos,
que no nos enteramos de nada,
acaso que no te escuchamos...

Te vemos padecer, hoy,
cada vez que alguien
dice verdades y esas palabras,
esas “buenas noticias”
o esas denuncias,
son acalladas, manipuladas,
tergiversadas... ¡porque
no interesa la verdad!

Te vemos padecer
cuando vas viendo
que, después de desvivirte por la gente,
siempre, permanentemente...,
hay quienes conspiran contra Ti...
y tienes que huir
y tienes que esconderte...

Te vemos padecer, hoy,
cuantas veces...
hay personas solidarias
que no son comprendidas,
que son malinterpretadas,
que se les echa de los sitios
porque estorban...

Te vemos padecer
cuando nos quieres enseñar
que es amando
como se pueden resolver verdaderamente
los problemas, los conflictos;
cuando te empeñas en decirnos,
con gestos y palabras,
que la vida es servicio, es humildad,
es entrega...
y nosotros seguimos distraídos...

Te vemos padecer, hoy,
en cuanta gente es obligada
a hacer los trabajos más serviles
que nadie quiere hacer,
y también tantas tareas no reconocidas,
de mujeres y hombres
que hacen posible
que la vida sea “cotidiana”, cada día.

Te vemos padecer
al pensar que nos dejas
la gran Misión
de hacer crecer el Amor
hasta los confines de la Tierra...
y tenemos miedo
y nos sentimos perdidos...

Te vemos padecer, hoy,
cuando vemos la injusticia
que maltrata estructuralmente
a un medio mundo, al Sur,
llevando a tanta pobre gente
a morir de hambre y desnutrición
por causa del egoísmo humano.

Te vemos padecer
haciéndonos la ofrenda
de tu vida, tan temprano,
dándonosla antes... de que fuera tarde...;
porque veías que te la iban a quitar,
y Tú querías demostrarnos
que todo pan,
que todo vino,
que todas las cosas...
han de ser compartidas;
y también que vivir enteramente
es aceptar la muerte que nos llega
con libertad,
con esperanza,
con amor totalmente entregado.

Te vemos padecer, hoy,
cuando el egoísmo indiferente
lleva a la gente
a vivir “sin contar con nadie”,
sin pensar en nadie,
a vivir “pasando” y haciendo ”oídos sordos”
a tanta gente sola,
a tanto desahuciado,
a tanta incomprensión y desesperanza
de jóvenes, de ancianos, de niñas y niños,
de enfermos y olvidados,
de amas de casa,
de obreros castigados,
de emigrantes,
de gentes sin futuro...

Te vemos padecer
sintiendo la tristeza mortal
de la agonía
de tus últimas horas...,
viendo venir la traición,
percibiendo el abandono,
la falta de apoyo
de quienes tenías más cerca,
pero se dejaron dormir.

Te vemos padecer, hoy,
en tantas situaciones de agonía
y de desesperación terrible,
de quienes no tienen
más armas que las lágrimas;
en medio de tantas traiciones,
negocios sucios,
pasotismos, cobardías...

Te vemos padecer
al ser aprehendido
y enjuiciado
en medio de una total conspiración,
utilizando falsos testigos,
manipulando el proceso,
llevándote a ser condenado
por el manifiesto interés de unos cuantos.

Te vemos padecer, hoy,
cuando por la crueldad y la injusticia
de tantos poderes, más o menos ocultos,
se condena, sin derecho a defenderse,
a todos quienes se enfrentan
y no se dejan arrastrar...
por el “sistema establecido”
por los “dueños” del poder y los dineros...
que pretenden ser “amos del mundo”
aunque para ello
haya quienes llevan la muerte a toda vida;
incluso a los ríos, los bosques
y hasta al aire...

Te vemos padecer
siendo sujeto maltratado
en todos los sentidos:
latigazos, escupitajos, burlas,
heridas de espinas
y heridas de abandonos y negaciones.
Nadie te apoya,
nadie te tiende una mano...

Te vemos padecer, hoy,
en situaciones tan parecidas...
¡de ese medio mundo!,
de esa paciente humanidad
de millones de criaturas
cruelmente maltratadas,
tantas veces, diariamente,
y condenadas a sufrir
para que unos pocos disfruten
de todo lo que se les antoje...,
porque otros preferimos “no meternos en líos”
y, cobardemente, los dejamos...

Te vemos padecer
cargando con la cruz,
que te hace caer una y otra vez:
¡es demasiada carga
para un ser  humano
tan maltratado,
tan llevado al extremo de la vida!
¡No es posible,
no puede darse más crueldad!.

Y te vemos padecer,
como si nada.
No intervenimos, huimos... casi todos.
Es tu hora de ascenso
hasta el Calvario.

Te vemos padecer, hoy,
también hoy cargas con la cruz;
esa cruz que
se convierte... en un recuerdo
que puede ser “muy peligroso”,
pues nos llama
a la solidaridad con los oprimidos.

¿Quién va a echar, ahora,
una mano?
¡Ya no puedes cargar con tanto peso!

Te vemos padecer:
ahora Tú estás desnudo,
junto a la cruz
desnuda.
Y eres clavado en la cruz
y así la llenas de sentido: 
Eres el Cristo
que das la vida,
que te desvives de Amor
¡por todo el mundo!.

Te vemos padecer, hoy,
Señor
y nos quedamos...
callados,
como esperando que Tú hagas,
que sigas redimiendo...
a la esta Humanidad; 
pues no llegamos a meter
en nuestras vidas
el Mensaje de tu vida,
del todo Amor
que llega a poner
¡Vida en la muerte!.

Amén.  


                                José-María Fedriani

  

8 comentarios:

  1. Muchas gracias José María, por quedarse en Estoy a tu lado, le deseo que pase una feliz Semana Santa.
    Su oración es muy hermosa, seguro que el Señor nos escucha al orarla, yo lo he hecho.
    Le dejo mi ternura
    Sor.Cecilia

    ResponderEliminar
  2. ¡Que bonita, Jose Maria!!, muchas gracias, un placer recitarla contigo y los demás que
    la han compartido.

    ResponderEliminar
  3. Que hermosa oración José María, gracias por compartirla.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, muy donito, muchas verdades. un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Preciosa oración. Gracias por permitirnos leerla.

    ResponderEliminar