Propoleo (própolis)
El propoleo es una resina secretada por las abejas.
Las abejas lo recolectan y metabolizan, consiguiendo uno de los más efectivos
antibióticos naturales, desde siempre.
Se trata, pues, de una sustancia resinosa que las abejas extraen de los árboles
y arbustos silvestres (proceso totalmente natural), con el fin de taponar
herméticamente la colmena e impedir que se forme dentro de ella cualquier tipo
de infección.
Esta sustancia, “fabricada” por las abejas, es conocida por el hombre desde tiempos remotos. Y su utilización se ha mantenido durante siglos hasta nuestros días, en que se están realizando investigaciones científicas sobre el empleo del Propoleo en los campos de la Medicina Humana, Biología y Medicina Veterinaria.
Durante las últimas décadas, se ha registrado un gran progreso en cuanto a la composición química del propóleo. Aunque aún queda mucho por investigar, ya que varía según las especies de plantas frecuentadas por las abejas, dependiendo de la vegetación que rodea el lugar de emplazamiento del colmenar, y también influyen en las características macroscópicas y organolépticas del propoleo las técnicas usadas para su recolección.
Si se sabe que el propoleo es una mezcla de varios
componentes, en cantidades distintas. A nivel general, se considera que
contiene un 50-60% de resinas y bálsamos, un 30-40% de cera, un 5-10% de polen,
8-10% de aceites aromáticos.
Actualmente se conoce la estructura química de
algunos de los componentes del propóleo, se han identificado aproximadamente 19
sustancias de estructura química distinta. Los principales principios activos
identificados hasta ahora son:
- Flavonoides, dentro de ellos:
- Flavonas: ramnocitrina, kaempferol, crisina,
galangina (3, 5, 7-trihidroxiflavona), isalpinina, tectocrisina, acacetina,
apigenina, pectolinarigenina; 5, 7-dioxi-3, 4-dimetoxiflavona; 3, 5-dioxi-7,
4-dimetoxiflavona y 5-oxi-7, 4-dimetoxiflavona.
- Flavonoles: kaempferido, quercetina, butelenol,
rhamnacina, isorhamnetina y ermanina.
- Flavononas: pinocembrina, pinostrobina,
sakuranetina, 5-oxi-7, 4-dimetoxiflavonona.
- Terpeno del grupo del cariofileno: beta-bisabolol
y alfa acetoxibetulenól.
- Aldehidos aromáticos: vanillina, isovanillina.
- Acidos aromáticos no saturados: ácido
cinámico y derivados (ac. pcumárico, ac. caféico, ac. ferulico
(4-oxi-3-metoxicinámico) y ac.isoferulico).
- Ácidos orgánicos: ácido benzoico y derivados (ac.
hydroxi-4 benzoico, ac. metoxi-4 benzoico, ac. protocatéquico y ac. gálico).
- Sustancias tánicas.
- Cumarinas: ácido cumarínico, esculetolo,
scopoletolo.
- Vitaminas: vitamina B1 (tiamina), vitamina PP
(ácido nicotínico), provitamina A.
- Microelementos: calcio, potasio, sodio, magnesio,
hierro, aluminio, fósforo, silicio, vanadio, estroncio. Algunos científicos han
señalado además boro, cromo, cobalto, manganeso, niquel, selenio, zinc,
molibdeno, plata, bario.
Propiedades del Propóleo:
- Bactericida y bacteriostática.
- Antifungico. Antiparasitario y antiprotozoos.
- Analgésico y anestésico. Cicatrizante.
- Estimulante de la inmunidad.
- Antitumoral. Antioxidante. Desodorante.
- Antidepresivas.
- Antiinflamatorias y antirreumáticas.
- Protector de la circulación, permeabilidad y
fragilidad capilar.
- Antitrombóticas.
- Protector de la mucosa gástrica. Estimulante de
la osteogénesis.
- Regulador y estimulante tiroideo.
¿Para qué tomar propóleo?
En general, podemos asegurar que tomar propoleo
ayuda a mantener una excelente salud, fortaleciendo el sistema inmunológico. Y
que es muy efectivo como antibacterial, antiviral y antiparásita; aliviando, sistemáticamente,
todos los síntomas de la gripe, la tos, el resfriado.
En detalle, se recomienda para:
- Afecciones respiratorias: Anginas, faringitis,
laringitis, gripe, sinusitis, rinitis alérgica, traqueitis, bronquitis, asma
bronquial, neumonías crónicas, tuberculosis pulmonar, otitis.
- Afecciones bucales: Aftas, estomatitis,
gingivitis, piorrea, parodontosis, glositis (inflamación de la lengua), en
dolores después de extracciones dentales.
- Afecciones digestivas: Colitis aguda y crónica,
gastritis y ulceras gastroduodenales, diarreas, disquinesias hepato-biliares.
- Afecciones ginecológicas: Erosiones cervicales,
leucorrea, llagas postoperatorias, vaginitis, tricomoniasis vaginal,
moniliasis, infecciones bacterianas mixtas.
- Afecciones urinarias: Infecciones de vías
urinarias y vejiga (cistitis, uretritis, etc.), próstatitis.
- Afecciones tiroideas: Bocio difuso, bocio nodal,
bocio mitótico y bocio congénito. Obesidad asociada a hipotiroudismo.
- Afecciones dermatológicas: Eczemas crónicos,
neurodermitis, ulceras tróficas de la pierna, piodermitis profundas
(furunculos, foliculitis, hidroadenitis), quemaduras, para favorecer la
cicatrización, heridas, actinomicosis, moniliasis e intertrigo de los lactantes
(hongos).
- Afecciones circulatorias: Arteriosclerosis,
fragilidad capilar.
- Afecciones neuro-psíquicas: Esclerosis en placas,
distrofia muscular progresiva, enfermedades de Parkinson, insuficiencias
cerebro-vasculares, anorexia mental.
- Como estimulante de las defensas.
- Afecciones oculares: Blefaritis (inflamación de
los párpados), blefaroconjuntivitis alérgica, ulcera de la córnea con iritis,
queratopatias.
Consejos respecto a su uso:
El propoleo es una sustancia totalmente natural,
que no solo carece de toxicidad, sino que por el contrario proporciona al
organismo, entre otras acciones, una mayor resistencia frente a las agresiones,
siempre que sea utilizado correctamente.
Puede utilizarse sin ningún peligro en los niños, únicamente tendremos
que adaptar la posología según la edad.
Cuando se tome propoleo por primera vez, como con
cualquier tratamiento medicinal alternativo, habrá que proceder con cautela;
pues aunque solamente en casos raros aparece alergia, hay que tomar todas las
medidas de precaución, a fin de evitar semejante incomodidad. Por ello, se
recomienda tomar el primer día una pequeña dosis antes de acostarse. Si al día
siguiente por la mañana no se notan síntomas desagradables, es posible comenzar
la cura.
Comenzaremos el tratamiento despacio, aumentando
gradualmente el consumo, durante los días que sea necesario, siempre sin
abusar.
El propóleo es una sustancia inofensiva, pero de
fuerte efecto, por lo que, si se toma demasiado, puede ocasionar algunos trastornos
(irritación de la cavidad bucal, mal estar, eventualmente diarrea, etc.);
aunque no existe ninguna contraindicación en cuanto a su uso, excepto en los
casos de alergia al producto. Es compatible con cualquier otro tipo de terapia,
siendo usado como complemento en muchas de ellas.