EL CUMPLESIGLO DEL Parque de María Luisa
Corre el año de 1893 cuando la Infanta
María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, duquesa de Montpensier, dona
una gran parte de sus jardines privados de su vivienda del Palacio de San Telmo
a la ciudad de Sevilla.
Tras esto, se retiró a una pequeña extensión al
norte de San Telmo, a disfrutar del fin de sus días en un castillete de estilo
neomudéjar (hoy conocido como «el costurero de la Reina»).
A partir de ahí esta ciudad los convierte
en ese espacio único y evocador con el que tantas veces se la identificará como
el Parque de Sevilla; pues Sevilla no es Sevilla sin el Parque de María
Luisa.
El Parque se hace público, abriendo sus
puertas a todo visitante en 1914 (hace ahora un siglo)
De los primeros tiempos del Parque datan
elementos como la Glorieta de los Lotos, el Jardín de los Leones y la Fuente de
las Ranas, a las que habrían de seguir tantas otras en años posteriores.
Pero las construcciones que, sin duda, más
han aportado al conjunto han sido las Plazas de España y de América, creadas
ambas para la Exposición Iberoamericana de 1929. Es la época de las
Exposiciones, que han dejado a París la Torre Eiffel y a Madrid el Palacio de
Cristal del Retiro.
Don Torcuato Luca de Tena consigue para Sevilla la Exposición Iberoamericana y, a partir de 1919, se le encarga al coronel de Ingenieros José Luis de Casso la reforma del Parque y al arquitecto Aníbal González la construcción de los edificios que han de componer esta Exposición.
Don Torcuato Luca de Tena consigue para Sevilla la Exposición Iberoamericana y, a partir de 1919, se le encarga al coronel de Ingenieros José Luis de Casso la reforma del Parque y al arquitecto Aníbal González la construcción de los edificios que han de componer esta Exposición.
Ninguna de las intervenciones realizadas durante
estos 100 años, ha alterado lo más mínimo la imagen emblemática de este
Parque, sino que le han otorgado, si cabe aún, mayor prestigio, generándole los
mayores reconocimientos como Bien de Interés Cultural.
Y así, tal y como era y pudo ser admirado
y disfrutado en 1929, ha llegado a nuestros días, y ha de continuar por más siglos, renaciendo cada mañana para seguir
seduciendo a cuantas personas se animen a cruzar su verja, a cuantos se dejan
cautivar por su belleza, su romanticismo y su magnificencia.
Son fotos tomadas con mi cámara
digital. En esta serie, llena de vida y colores, dedicada al Parque de María
Luisa de Sevilla, he podido iluminar algunas con la presencia de Rinoa Hearrtilly,
Rosslyn Partré, Laura Mamba Negra y Leticia Morgado (respectivamente, según el orden en que
aparecen en esta presentación). Gracias.
JMF
Tengo que felicitarte, por el inmejorable reportaje fotográfico que has elaborado con tanta sensibilidad y cuidado en los detalles, diversos y hermosos, con sus pinceladas de datos históricos, por lo que te resumo así:
ResponderEliminar¡Lo has bordado, José María!
Enhorabuena.
Saludos.
Mari Carmen.
Gracias, Mari Carmen.
EliminarTienes fotos de todos y cada uno de los detalles del parque. Cualquiera que las vea seguro que no se lo piensa dos veces a la hora de acercarse a dar un paseo. Y encima con datos históricos para aprender un poco más sobre un sitio que visitamos tanto. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias, Rinoa.
Eliminar!Hola,José maría!
ResponderEliminarUnas fotografias preciosas,no sabia nada de la historia de este parque,aunque lo conozco.Un precioso post.besos.