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viernes, 26 de septiembre de 2014

MIL MOTIVOS


A QUIENES ME SIGUEN:

Cada día tengo mil motivos para DAR GRACIAS. Cada día, al despertar y abrir los ojos y poder disfrutar de tanta belleza y de tantas cosas gratas con las que me encuentro…
 


Cada vez que me encuentro con una persona a la que me une algún sentimiento positivo, o descubro un gesto amable en alguien que, acaso, es la primera vez que recuerdo haber visto…


Cada vez que siento que puedo respirar y ver y oler… y sentir que ¡estoy rodeado de vida!

 
En cada momento que lo pienso, puedo comprender que la vida es un REGALO inmenso que está lleno de miles de sorpresas gratas que, si estoy atento, me darán mil motivos para ¡quedar maravillado!
 
Hoy, un motivo más: en lo que yo llamo “amigabilidad en red”, porque encuentro a muchas personas que, desde noviembre de 2010, mejoran mi blog acompañándome... ¡hoy cuento 1.000!



Y es, por un lado, algo que me ofrece otro motivo más para ser feliz. Y, por supuesto, a la vez, la cortés obligación de DAR LAS GRACIAS a cada una, a cada uno.
 

Mi abrazo abierto para cada uno a uno… hasta mil corazones.

Vuestro amigo, José-María

 

ALGUNAS ESTADÍSTICAS

Las "entradas" más vistas:

EN TORNO AL LIBRO: 28.621 veces.

ALTRAMUCES...: 16.247 veces.

ALGO DE NUTRICION: 13.879 veces.

COLESTEROL: 7.913veces.

MEDIO AMBIENTE: 7.375 veces.

HIPÓCRATES: 6.206 veces.

CONSEJOS SALUDABLES: 5.765 veces.

LA HISTORIA DE LA VACA: 5.009 veces.

DÍAS DE CARNAVAL EN LA VIDA: 4.055 veces.

ALBUM DE FRASES: 3.965 veces.

 


¿De dónde son mis amistades “en red”?

 
De España, México, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Venezuela, Brasil, Rusia, Francia, Portugal, Chile, Guatemala, Perú... principalmente.
 

 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

OPTAR POR EL FUTURO


CON   MIRADA OPTIMISTA

Siempre he tenido ganas (a veces hasta pudiera parecer prisa) por que llegue el futuro. Deseos de que el presente, lo que está sucediendo ahora (que, por otro lado, soy consciente de que es lo único real que tenemos; pues el ayer ya pasó y el mañana aún no es) pase ya...
 






Con la creencia, incluso con el convencimiento de que lo por venir va a ser mejor.





Y, desde luego, pienso que esta idea mía es la que me da energías para “hacer cosas” para que el mundo que le toque vivir a mis hijos y nietos sea mejor que el que éste en el que he pasado yo los años de mi existencia.
 





Pero es más: creo que es la razón que todo el mundo necesita para esforzarse en mejorar la realidad.




Cuestión que a algunos “poderes fácticos” no les interesa. Por eso se gasta tanto dinero en matar esperanzas: en “convencer” a la gente de que no merece la pena trabajar por cambiar el “orden-desorden establecido”, que es mejor “dejar las cosas como están”…





Y sí, muchas personas ya adultas y (lo que es peor) una gran parte de la juventud actual, se deja “caer en la tentación” de perder las ganas de soñar.




Ciertamente, la realidad es dura:
Estamos frente a una gran riada que nos quiere arrastrar. La sociedad ha perdido mucha confianza, tiene miedo a perder… “esas seguridades” del pasado que ya no pueden ser (Como digo en mi novela-ensayo “Grandes Regalos”, tratando sobre la esperanza).
 




Pero es que…
La necesidad de soñar, de imaginar un mundo nuevo y diferente y mejor sigue estando en lo más profundo del corazón de los humanos. 

Y es queriendo cambiar la realidad como lo haremos posible. No sin esfuerzo. Jamás renunciando a hacer realidad nuestros sueños (no vale bajarse del tren de la Historia).


La utopía de buscar todo “lo posible”, aunque aún no lo sea; aunque todavía parezca imposible. Porque la esperanza (que conlleva tiempo de espera) es el motor que nos pone en movimiento, es la fuerza que nunca admite conformismos.





 
Porque, teniendo a la Esperanza como compañera, tendremos siempre la certeza de que, todavía, nada está acabado: que, por mucho que avancemos, aún falta “algo más” para estar más cerca de la nuestra Utopía.







 
Pero es que, además, nuestra vida (para todo el mundo) tiene sentido a partir de que sabemos qué hacer con ella. Porque, cada ser humano, tiene una “misión” que cumplir.






Y, por ello, es importante que seamos conscientes de que somos necesarios, insustituibles, hasta imprescindibles; pues aquello que nos toca hacer (a cada una,  a cada uno), si no lo hacemos… ¡quedará pendiente…!



 
Y el caso es que, si perdemos nuestras esperanzas…, nos quedamos sin ilusión, sin ganas de seguir avanzando, buscando ilusionadamente, vivir válidamente.  Por eso es importante mantener viva la esperanza. Que es, también, ¡mirar con optimismo el futuro!




 
Y, en tiempos de “crisis” como en el que estamos, es que se impone la necesidad de vivir la Esperanza activamente. Con acciones ilusionantes, con iniciativas posibles y llenas de creatividad. Creyendo que el mañana ha de ser y será mejor.
 




 
La Esperanza es (tiene que serlo siempre) activa. Nunca es pasiva. Es motor de nuevas posibilidades. Es función utópica permanente: siempre hay más cosas por hacer. Es compromiso vital con la Historia de la Humanidad. Y tiene que ser contagiosa.
 
 
 
 
 
Y acabo con un poemita que no es nuevo, que yo tengo publicado (en mi libro “Ácido desoxirribonucleico”) y habrá quien también ya lo conozca, que dice:
 
 
 
 
 

HOY Y MAÑANA...
 
Yo creo.
Creo en mi hoy.
Y espero el mañana...
Creo
sobre todo
en el por-venir...
 
¡Sí! Creo
en mi esperanza.
 
Hoy es el día
más feliz
de mi vida;
porque hoy
es el día
que está más cerca
del mañana.

Y yo creo,
quiero creer,
más que nada
en lo que va a ser,
en todo lo por-venir:
¡en mañana!...
 
                       JMF
 
 




 

                     (Las fotografías fueron tomadas en la Ciudad
                      de las Artes y las Ciencias de Valencia).