BIENAVENTURANZAS
PARA HOY
Hace siglos, Jesús de
Nazareth, el rabino galileo, proclamó
(más como “buena noticia” o “anuncio de positividad” que como “programa de
vida”) que, desde la lógica del Padre Dios, pueden ser felices (muy felices)
los más pobres, la gente sencilla, quienes tienen misericordia o se apuntan a la mansedumbre,
esperanzadamente… en las situaciones más difíciles. Algo que puede parecer tan inverosímil como
revolucionario. Quizá por eso que tan poca gente “se atreva” a vivirlo... a
cabalidad.
Claro que, desde hace
unos años, circulan por ahí otras “bienaventuranzas” que un grupo centroeuropeo
lanzara:
“Bienaventurados los
fuertes, porque de ellos será la tierra. Desgraciados los débiles, porque no
heredarán más que basura. Bienaventurados los poderosos, porque ellos serán
elegidos entre los hombres. Desgraciados los que se levantan con humildad,
porque ellos serán excluidos. Bienaventurados los valientes, porque ellos serán
dueños del mundo. Bienaventurados los que tienen mano de hierro, porque los
desfavorecidos serán aplastados”.
Dos “ofertas”
totalmente distintas.
Yo soy de los que
piensan que la sugerencia más antigua tiene más razón; pero también creo que,
seguramente, el creer en ello nos obliga más a transformar nuestra manera de
pensar y de juzgar y de actuar.
Y tengo que reconocer que,
por las realidades en las que nos movemos, es más “apreciado” el manifiesto de
la Europa de los ricos que, de una y otra manera, se nos está inculcando y
hasta imponiendo… ¡por eurones!
Los pobres y los ricos, juntos, no podríamos comprar el sol por un instante, si lo esencial para vivir se nos dá gratis, ¿por qué no ser felices con nosotros mismos? Conformarnos con lo que tenemos es difícil. Siempre queremos más. Pero unos y otros nacimos para experimentar tiempo, emociones... no dinero. Ello pertenece a la burrocracia. Se comerán unos a otros. Pero todos terminaremos y lo que queda es el mundo interior, lo que eres capaz de experimentar como un ser humano con valores... infinitos. Creo.
ResponderEliminarPienso que cada cual debe vivir a su manera y tomar el camino que quiera. Me gusta el primero, pero quien piense que el segundo es mejor pues que lo disfrute si puede. La humildad es una virtud, aunque no soy de los que pone la otra mejilla, eso no!
ResponderEliminarGracias por tu entrada, amigo!
Te dejo un abrazo
Bonita reflexión.. Un cordial saludo..
ResponderEliminarUna entrada muy buena, tenemos que quedarnos con la primera sin duda , vivir en la medida de nuestras posibilidades intentando no perder esos valores.
ResponderEliminarUn abrazo
Me hace reflexionar todo lo que has escrito, y en parte tienes razón.
ResponderEliminarDebemos vivir con los tiempos, y ser felices con lo que tenemos, pero, que nos quiten lo que tanto trabajo y años nos ha costado tener no me parece lógico, cuatro impresentables quieren vivir del cuento, del trabajo de otros, de la sangre nuestra, no creo que debamos consentirlo.
El dinero no es lo más importante, el sacrificio para tener algo para la vejez ha sido siempre tema principal en nuestros días vividos anteriormente, ahora todo corre peligro, y a los gobiernos parece que nos les importa, se han endeudado los bancos ¿Por qué pagarlo nosotros que ni podemos pedir para el día a día?
A mí tampoco me sirven muchas de las cosas que veo, el robar no entra en mis planes, claro que lo mismo tengo que pensar que… todo es cuestión de tiempo. Una entrada genial amigo. Un abrazo.