Hoy quiero
ofrecer aquí un artículo de Eugenio Fedriani Fuentes publicado en el periódico
Jerez (en julio de 1985) que creo sigue teniendo mucha actualidad:
Moda
y personalidad
«Les moutons de Panurge » es el título de
una fábula del francés Francisco Rabelais.
Refiere que, en un barco de carga, viajan dos
hombres. Uno de ellos, Dindenaut, transporta un rebaño de carneros.
Se trata de un individuo grosero que
procura en todo momento molestar y ridiculizar a Panurge, un compañero de
viaje. Panurge, cansado de ser vejado, resuelve vengarse de su ofensor y un día
le pide a Dindenaut que le venda uno de sus carneros. El dueño le contesta que
lo hará con mucho gusto, advirtiéndole que habrá de pagárselo a muy buen precio
ya que su ganado es de raza selecta.
Cerrado el trato, coge Panurge el animal y
se acerca con él a una de las bandas de la embarcación. Los demás carneros
siguen a su compañero.
Panurge arroja al mar su carnero y
Dindenaut no puede impedir que los demás ovinos se lancen al agua.
Intentando sujetar al último de ellos, el
tratante de ganados termina también en el mar.
Nuestro comentario inmediato lo vamos a
sustituir por la traducción de un párrafo del escritor renacentista: «los
carneros son imitadores poco inteligentes y si uno de ellos pasa por una puerta
o penetra en un campo por un agujero de un seto todos sus semejantes se
apresuran a imitar su ejemplo y seguir el mismo camino».
Cualquier lector podría deducir la
moraleja que se desprende del comportamiento gregario de estos animales.
El perfeccionamiento en el vivir,
individual y colectivo, que nos han proporcionado los descubrimientos
científicos de sus aplicaciones técnicas no puede ser menospreciado.
No vamos a realizar nuestros largos
desplazamientos a pie o en carreta después de haber sido aplicados a la
locomoción la máquina de vapor, la electricidad y el motor de explosión.
No podemos ignorar los avances realizados
en el campo de la medicina o las aplicaciones del descubrimiento de las ondas
hertzianas.
Todos
los avances de la técnica habrán de estar al servicio de las personas, las
cuales no deben dejarse dominar por ello.
Habrán de afectar al desenvolvimiento de la vida cotidiana, mas no deberán modificar nuestro pensar y nuestro sentir; no habrán de ser los determinantes de nuestra voluntad.
Pueden existir «modas» que no colaboren al
mejoramiento de nuestra vida, que no respeten nuestra dignidad de seres
racionales que, tal vez, puedan llegar a sumirnos en una simple animalidad.
Por seguirlas, podemos faltar a los
principios morales y hasta faltar al respeto debido a las personas o a las
instituciones.
El cambio de alguno de nuestros modos de
vida puede estar justificado por un auténtico progreso.
El hacer algo solamente porque así lo
ejecuta la masa informe, la turba, porque lo recomiendan en algún medio
publicitario sólo revela falta de personalidad.
Somos en este caso hojas transportadas por
el viento que serán arrastradas en la primera riada. O como en la fábula
animales de piara, de rebaño.
El comprar esto o eso o hacer eso o
aquello, únicamente por imitar a los vecinos o por tratar de superarlos, no son
señales de poseer una fuerte personalidad.
Así, podrían explicarse los bruscos «movimientos
pendulares» que se producen en algunas sociedades.
Si es sólo la «moda» quien impulsa nuestro
modo de proceder no tardarán en aparecer las distensiones familiares, las
ansiedades, el endeudamiento…
Y como resultado social la inflación, la
crisis, el desastre económico…
E. Fedriani Fuentes
Li com muito interesse o texto deste seu post.
ResponderEliminarAgradeço a sua visita ao meu blogue e o seu
registo.
Parece-me que o seu não tenho registo para
seguidores. Se quiser visitar outro dos meus
blogues http://sinfoniaesol.wordpress.com
gostaria.
Cumprimentos e voltarei sempre que possa.
Irene Alves
Muy interesante su escrito sobre esta sociedad borreguil que tenemos.
ResponderEliminarSolo hay que ver un poco la TV. para ver a las masas manipuladas. La mayoría de los que van a las manifestaciones no saben ni de lo que va la protesta.
Que poco ha cambiado el ser humano, individualmente puede que algo, pero la masa sigue comportandoce como hace siglos.
Gracias por seguirme.
Saludos.
Gran aporte y buena moraleja con esta entrada de hoy. Me ha gustado leerla. Mi felicitación por ello, José María
ResponderEliminarFina
Muy buena entrada y todo lo expuesto no sin razón.
ResponderEliminarGracias por dejar su huella y darme la oportunidad de adentrarme en el suyo.
Saludos.