Llevo días pensándolo: tenemos a todo un Nobel de la paz que ama la
guerra… ¿o es que las empresas millonarias que de verdad gobiernan en EEUU le
exigen que se decida ya a favorecer la guerra…?
Yo hace ya bastantes años, como unos cuarenta años quizás, que pienso
que en esto de las guerras hay una causa-efecto innegable: cuando hay mucho
interés en “vender armas”… se promueven conflictos bélicos y… ¡el mercado queda
abierto!. Si hay “suerte” (o lo contrario, según se mire), pueden salir afuera todos
los excedentes de “mercadería” (hasta las ya obsoletas).
Pero ¿y cómo se hace eso?, ¿cómo se promueve una guerra? Pues igual que
un incendio forestal: se lanza una colilla o un trapo ardiendo… y ¡ya tenemos fuego!
Así es la cosa, ni más ni menos:
El actual presidente de EEUU, Barack Obama, considerado como el
mandatario más antibelicista de la historia del país, está posibilitando que su
mandato sea el más rentable para la industria armamentística, tanto dentro como
fuera del país. El sabe que el negocio de la venta de armas es necesario para
la crítica situación de la economía norteamericana, donde la producción de
armamento es su principal motor… La venta de armas, ¡es el negocio más
floreciente de EEUU!
Las guerras son caras para el gobierno, pero es que ¡hay muchos
intereses creados!
Y casi todo el mundo sabe que en estos “sistemas democráticos” que
tenemos, quienes de verdad gobiernan son aquellos “entes potentados” que
financian las “campañas electorales”..., siempre a cambio de que la política
que se desarrolle (no la que va escrita en los programas electorales, sino la
que de verdad se ejecute) les beneficie.
Por eso (me arriesgo a creerlo), en los últimos
años, con Obama de presidente, Estados Unidos ha vendido
más armas al extranjero que nunca. Así, por ejemplo, el gran fabricante Smith &
Wesson ha disparado sus ventas en un 44%.
Las guerras son necesarias para los EEUU: las exportaciones
estadounidenses (que suponen casi un 78% del mercado mundial),
hace que, sin duda, la venta de armas sea
el negocio más rentable para la Administración Obama en estos tiempos de
crisis.
Paralelamente, todo esto, ahora que estoy a punto de sacar a la luz un
libro en que trato bastante el tema de la armonía y la paz, me plantea el
dilema de ¿a quienes, por qué se conceden los Premios Nobél de la Paz?
En
teoría, el Premio Nobel de la Paz es entregado anualmente por el Comité Nobel
Noruego "a la persona que haya hecho el mejor trabajo o la mayor cantidad
de contribuciones para la fraternidad entre las naciones, la supresión o
reducción de ejércitos así como la participación y promoción de congresos de
paz…".
Pero (una vez más) ¿no estará esta elección también un tanto politizada?
¿Hasta dónde (por poner algunos ejemplos) Rigoberta Menchú, Jimmy Carter, Mikhail Gorbachev, Kofi Annan, Desmond Tutu, Barack Obama, o la Unión Europea recibieron el galardón sólo por “su contribución a un mayor beneficio a la humanidad…”
Bueno, ojalá que todas estas personas o instituciones sí que hayan
aportado algo importante y puedan seguir siendo ejemplo, para mucha gente, de
que un Mundo Mejor, con las aportaciones de la buena voluntad de tantas personas
(aún anónimas), sea posible.
Para ser honestos de la misma manera que al deportista que pillan en las pruebas de dopaje y da positivo y le quitan sus medallas, copas, etc. A quienes hayan otorgado un galardón como el de la paz deberían retirárselo con la consecuente humillación. Un abrazo
ResponderEliminarMuy razonable. Me parece perfecto el planteamiento.
Eliminarpero hombre Josema y Mariajose no seais asi, todo esta bien, de que os quejais? el premio Nobel es una comedia y los que lo recibien tambien son comediantes. Mariajose todos los deportistas de elite se drogan, todos los politicos mienten, y el pueblo no son mejores que ellos, porqué os quejais?
ResponderEliminarHola José María: Qué indignante e inconcebible. Es una burla para el mundo!
ResponderEliminarEncantada de conocerte.
Saludos!