CON
MALA SUERTE
A veces… escuchamos
o hasta decimos “esta persona ha tenido mala suerte en la vida”. Y ¡ya está!
Nadie es culpable de cómo le fue o le van las cosas. Todo el problema es ¡la
suerte! Porque nació en tal familia, en determinadas circunstancias o de cierta
condición…
Pero ¿y por qué
alguien que llegó a la vida en circunstancias muy parecidas o hasta aún más drásticas
salen para adelante y logran superar todas las circunstancias adversas, hasta
alcanzar una vida digna y afortunada?
Quizás,
seguramente, es que nuestras vidas tienen mucho de OPCIÓN. Y quienes se
conforman con no luchar, quienes tienen miedo a arrostrar su realidad, a salir
de su jaula o de su armario, a pelear por lo que desearían… ¡jamás verán la
sonrisa de la fortuna, el brillo de su
estrella!
Para ser felices,
para disfrutar la vida, para tener el gozo de existir ¡es necesario (imprescindible)
OPTAR POR SER!
Ser quien se es,
por encima de todo. Trabajar por demostrar al mundo (sin miedo) que estamos en
la vida ¡para ser quienes somos!, ¡cómo somos!
Ojalá sepamos
hacerlo, cada día. Amén.
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