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lunes, 30 de septiembre de 2013

SOMOS



NUESTRO MEJOR TESORO

 

Al recibir el gran regalo de la Vida, de valor incalculable…, con lo primero que nos encontramos en la vida es: con nuestro cuerpo.

 

Y no siempre lo valoramos en lo que vale. Unas veces lo amamos mucho, hasta en exceso; pero otras lo maltratamos, lo minusvaloramos, lo despreciamos… Hay quienes no lo aceptan tal cual es; hay quienes lo que buscan es la aprobación y el aplauso de los demás.

 
 
También se da el caso de quienes se quedan en lo externo, lo que se ve, como el cascarón; sin pensar que, efectivamente, “lo principal queda oculto a nuestros ojos”; que no vale quedarse en lo primero que se ve: de ningún huevo es la cáscara lo importante… Si nos quedamos sólo en las apariencias, nos pasaremos la vida mirando “cómo nos miran”; preocupándonos y ocupándonos en hacer lo que sea para “vendernos” mejor, para obtener la aprobación de quienes nos observan… Quizá sin “aceptarnos” tal cual somos. Pero, tantas veces, podemos quedarnos en el envoltorio, el cascarón o la caja, la bolsa o el papel de celofán… ¡como si fuésemos “algo” que está en venta!

 

Lo cual es un grave error. Pues nuestros cuerpos ¡no tienen precio! Porque, en todos los casos, su valor es incalculable. Es un verdadero tesoro.

 

Pero es un tesoro… ¡que no nos pertenece! No, no somos “propiedad privada” de nadie, ni siquiera de nosotras, de nosotros mismos. Como tampoco lo serán nuestros hijos e hijas si los tenemos.

 


En realidad podríamos decir que somos “Patrimonio de la Humanidad”. Y, con todo el respeto que se merece esta gran “obra de arte” que somos, así hemos de tratarnos.

 

No podemos preocuparnos de él sólo cuando va mal o cuando queremos lucirlo. No vale tratarlo igual que a un electrodoméstico o al coche, dedicándonos a “ponerlo a punto” de vez en cuando. Tenemos la obligación moral de cuidarnos. Si no lo hacemos, estamos atentando contra una vida humana, estaremos actuando como homicidas descerebrados. Y, además, estaremos “robando” algo valioso al mundo en que vivimos.

 


Porque nuestro cuerpo también tiene una “misión” que cumplir abierta a los demás: una función social. 

 

Nuestros cuerpos están cargados de “vida comunicativa”. Tienen la “misión” de abrirse a la comunicación y al amor: nuestro cuerpo, todo entero, tiene mucho que “decir”, no sólo nuestra lengua. De pies a cabeza, tenemos una estructura física hecha para dar y recibir, para entregar y acoger, para decir y escuchar… ¡para compartir la vida!

 


En tanto en cuanto que utilicemos nuestros cuerpos para vivir compartiendo, amando, creciendo grupal-comunitariamente, estaremos siendo lo que somos.

 

Pero si nos reprimimos, si nos aislamos, si jugamos a ser “centro de miradas envidiosas”, a lo mejor que estaremos traicionándonos; pues poniendo nuestro “ego” por encima de todo, también estaremos dejando de SER.

 

 Y aquí el dilema:

 

“¡Ser, o no ser, es la cuestión!”, nos dice Shakespeare en Hamlet. “Ser o no ser, la alternativa es esa!”

 

  
Por eso, una de las características más importantes del ser humano y una de las que provocan más irregularidades psicológicas: la autoestima.

 

   




La autoestima es el juicio que, personalmente,  nos hacemos de ese “concepto” que cada una, cada uno, tiene de su persona.

 

Y, como consecuencia, es algo que está muy relacionado con nuestra capacidad para amar y hacernos querer y, también,  de nuestra capacidad para desarrollar nuestras actividades.

 

Así es que nuestra autoestima influye directamente en la manera de llevarnos con la gente, en el tipo de personas que escogemos como amigos, en la manera de ser de la pareja que escogemos, en la clase de trabajo que elegimos, en nuestro éxito profesional y hasta en nuestra dignidad e integridad personal; ya que es algo que forma parte, visceralmente,  de nuestra personalidad y siempre va a determinar el uso que hagamos de nuestras muchas capacidades como seres humanos.

 



Estamos en la Vida y es necesario que nos demos cuenta de ello: sabernos “reconocer”. Encontrar la clave que nos hace como somos, diferentes de las otras personas, del resto de la gente; para, desde ahí, aceptarnos y auto-afirmarnos.  Se trata de querernos como somos. La falta de amor, que empieza siempre por nuestra propia persona, es el mayor problema que tiene la humanidad. Hay demasiada gente que ni se ama ni se acepta tal como es. Y, lógicamente, como consecuencia, no está en capacidad ni de amar ni de aceptar a nadie.

 

En realidad podríamos decir que no son los genes los que determinan nuestra eficacia personal, sino la propia autoestima.

 

   

 

- Quiere decir esto que siendo como somos, seres únicos, todos los demás nos necesitan así: como somos, con nuestras cualidades, sean virtudes o defectos, con nuestras experiencias, ya sean logros o fracasos. Nos necesitan, nos necesitamos, ¡presentes en la vida! Siendo de ésta única manera que somos; diciendo o escuchando en silencio, haciendo y deshaciendo, y esperando, y soñando…

 

Cada quien tiene una manera de ser. Y así es como nos ha querido la Vida.  Así, no de otra manera.  Empezando por nuestro propio cuerpo. Somos ¡como somos! Y es “así” como tenemos que ser.
 

 
Como los colores, valga el ejemplo:

 

El color azul necesita ser azul para ser azul. El verde es verde por ser verde. El color rojo, siempre es tan rojo. Nos gusta tanto el amarillo cuando es sólo amarillo…  Y así todos los colores. Tienen que ser como son. Si el azul se tiñe de verde… tal vez resulte un bonito azul turquesa, o puede que verde turquesa…, pero ya no es azul. Igualmente  le pasará al blanco si lo manchamos de rojo…, nacerá un simpático color rosa… Ya no es blanco ni rojo. Ya es ¡otro color!

 

Así, todas, cada criatura, si se mezcla… ya deja de ser quien genuinamente es.

 


Por eso es ¡tan importante! que nos dejemos ser ¡quienes somos!, sin complejos.

 

¿Por qué va a tener complejos el celeste del azul?, ¿qué es un color menos puro?, ¿y qué?, ¿qué es la pureza?, ¿quién define lo que es y no es puro?, ¿con qué intereses?, ¿acaso el mestizaje no tiene asegurado su encanto?

 
 
Y volviendo la mirada a nuestra propia persona: es necesario que sepamos aceptarnos y querernos tal como somos.
 

La falta de autoestima nos impide ser felices, igual que nos dificulta o hasta impide encontrar el amor. 

 

Así que ¡a quererse mucho!

 

Y hoy un poquito más que ayer… ¡pero menos que mañana!

 


      (texto sacado de mi libro “GRANDES REGALOS”)

 

33 comentarios:

  1. Me ha encantado su entrada, nos sirve para reflexionar aunque no siempre consigamos valorarnos como debiéramos.

    Un saludo.

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  2. Gracias por este hermoso regalo. Un abrazo

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  3. Conocerse interiormente es amarse y al amarse desarrollas la capacidad de amar a las personas, todo radica en cada uno, en nuestro interior, de allí brota nuestra esencia, lo que somos o queremos ser.

    Un saludo JOSÉ-MARÍA

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  4. Muy buena semana José María, me gusta mucho tus entradas.

    Un abrazo

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  5. Obrigado por partilhares estas sábias palavras.
    Bem hajas!

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  6. Realmente es cierto, el hecho de tener una autoestima alta y fuerte hace que nos sintamos mucho mejor, que nos "queramos" y conseguimos así que todos aquellos que están a nuestro alrededor también se sientan bien, hay personas que cuando les digo esto me miran como si hablase en un idioma extraño, pero siempre he considerado (¡¡y menos mal!!) que lo más importante para sentirse bien, es sentirse bien precisamente consigo mismo, aceptar qué somos, cómo somos y nos daremos cuenta entonces de que los demás nos ven realmente como nosotros nos sentimos, parece complicado pero es lo más fácil del mundo pues todo empieza siempre por uno mismo, a partir de ahí somos una parte más de esta naturaleza que llamamos vida.

    Gracias por tus palabras!!!

    Saludos!

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    1. Totalmente de acuerdo: no podemos ser nada si no somos "como somos". Saludos.

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  7. Hola José María, un buen post.
    Tenemos que aceptarnos como somos y no vender una imagen para que nos aprueben, eso sería engañarnos a uno mismo y a los otros.Una buena autoestima sin extremos nos hará conocernos cómo somos y si hay algo que no nos gusta, siempre podemos trabajar para ser mejor de lo que somos, sin dejar se ser Yo. Hay que ser disciplinado en la vida para ser personas con valores y dejarnos llevar por la tan traída frase de decir,«Soy así», como sino pudiéramos ser mejores de lo que somos.
    Gracias
    Con ternura te dejo un beso.
    Sor.Cecilia

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  8. En primer lugar, quiero agradecer tu visita en mi espacio, siempre recibo con alegría a los que como tú, se acercan a mi casa con una palabra de respeto y cariño.
    Y en segundo lugar, después de haber leído tu entrada, comparto lo que dices, es imposible dar amor sin antes querernos, aceptarnos y valorarnos.
    Siempre digo que la belleza del ser humano no reside en su carcasa exterior, por muy bella que sea, en un principio, el tiempo se encarga de destruirla, erosiona con surcos su piel, encorva su esqueleto, en fin, que cualquier parecido con la realidad que ha sido, es mera coincidencia.
    Pero tenemos otra belleza interior que no se erosiona con el paso del tiempo, al contrario, a veces crece y hace más admirable a la persona que la posee, me refiero a los sentimientos, a la belleza del alma que es la que se transmite en cada uno de nuestros actos, es la que atrae y nos define como somos.
    Tu entrada se presta a largos comentarios, a un coloquio interesante que seguramente pueda ayudar a descubrir, a más de uno, la valía que lleva en su interior y, de este modo, fomentar así su autoestima. Que nadie busque la belleza estética para sentirse feliz, va encaminado al fracaso.
    Ha sido un placer conocer tu espacio.
    Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
    Kasioles

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    1. Muchas gracias por tu comentario enriquecedor de mi escrito.

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  9. Amigo...Exelente entrada..Te felicito.Nada mas que agregar. Ya me habia quedado por aca desde mi otro blog y por alguna razon no me deja seguirte desde este.Pero sigo en contacto...Muy interesante lo que escribes. Un calido saludo.

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  10. Extraordinaria entrada José María, esa es la clave, conocernos, aceptarnos, saber que todos tenemos una función por hacer, que nos necesitamos y no dejar que el ego no engulla, un placer enorme ha sido leerte
    Un abrazo
    Stella

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  11. Bonito post, y muy bonitos poemas, me encanta la poesía.
    Gracias por pasar por mi blog y quedarte, un beso.
    Yo he estado sin quererme durante mucho tiempo, y ahora estoy empezando a quererme y aceptarme. gracias por tu post ; )

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    1. ¡Quiérete!. Quiérete mucho. Seguro que te lo mereces, Cielo.

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  12. Hola José María, gracias por compartir este bello texto de tu libro, es un verdadero regalo estar leyéndolo. Muy motivador y aleccionador este texto, lleno de sentimiento, ternura y escrito con una sencillez y elegancia que lo hace muy fluido y nos invita a llegar hasta el final.
    Me gusta mucho!! querernos a nosotros mismos es lo primero para poder expresar a los demás ese duende que llevamos dentro y que se alimenta diariamente de la ironía, ternura y alegría en cada momento de la vida.

    Me alegra haber venido a visitar tu blog.
    Un abrazo
    Rosa

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  13. Me hacía falta leer sobre este tema; te felicito sobre todo por ser parte el mismo de tu libro.
    No tuve problemas con el paso de los años, pero a veces los que te rodean no piensan lo mismo. Quieren que seas como cuando eras jóven sin aceptar que los años pasan para todos. En mi caso lucho por mantener mi autoestima aunque a veces me dejo vencer. Un abrazo.

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  14. Sabias palabras la autoestima es lo más importante en el ser humano se aprende de nuestros padres un gran sentimiento de aceptación y aprecio a uno mismo y querer nuestro cuerpo es lo que nos lleva a ser más feliz,seguiré leyendo tus escritos .
    Felicitaciones por tu blog,abrazos.

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  15. Como siempre un placer visitarte, no tenemos otra manera que avisar a la gente y por eso vengo a decirte que esperamos que quieras unirte a nuestro reto de Halloween que comienza el día 16 de este mes, sabemos que a veces no se tiene tiempo de pasar por todos los blogs y de otra forma no os enteraríais. Un saludo, el equipo de acompáñame.

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  16. Una entrada llena de sabiduría. Gracias José María por la disertación tan acertada para nuestros semejantes. Si no se quiere uno mismo, mal podrá repartir amor a los demás.
    Un abrazo y feliz semana.
    Desde "Dulcineas".

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  17. Muy enriquecedora esta lectura :) saludos, estimado Don Jose maria.

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  18. José María... nuestro instrumento de vida, el cuerpo ha tomado presencia en tu magnifica disertación, finalmente somos en el lo que la vida y nuestros valores le responde en las intrincadas situaciones en que nos sumerge a lo largo de la vida.
    Un placer mi lectura
    Saludos afectuosos.

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  19. La autoestima es el juicio que, personalmente, nos hacemos de ese “concepto” que cada una, cada uno, tiene de su persona.





    Y, como consecuencia, es algo que está muy relacionado con nuestra capacidad para amar y hacernos querer y, también, de nuestra capacidad para desarrollar nuestras actividades.
    Valioso mensaje...

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  20. Primera vez por tu blog, me ha encantado este texto que, es la realidad de la vida. La aceptacion es lo que se necesita para vivir de acuerdo a la misma vida, a Dios. Gracias por compartirlo. Desde EEUU, saludos...

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  21. Amigo Jose María:

    Por primera vez llego a tu blog y me encuentro con un excelente mensaje de autoestima, de amor propio. Es bueno leer este tipo de reflexiones porque muchas veces nos la pasamos valorando a otros y nos olvidamos de nosotros mismos y, siempre es bueno, que una persona como tú nos recuerde que tenemos un sitio en el Universo y que somos importantes, ni más ni menos que otros.
    Recibe mi abrazo desde Suecia en otoño.

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  22. Es la segunda vez que paso por tu excelente blog.Tiene originalidad, estética y ética en sus mensajes. Buenas reflexiones, expresadas con sencillez y con ese algo que solo se lee con el alma.
    Te iré siguiendo, "natural-mente", ¿cómo no volver después de haber pasado por tus letras?.

    Saludos.

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  23. Os verdadeiros amigos são poucos, mas definitivamente são o suficiente.
    Beijinhos e um lindo fim de semana.

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