ojalá
En la calle    
los coches corren.   
En la tele  
las chicas lucen   
sus ricas prendas.
Y en China  
las niñas mueren  
abandonadas  
tiradas al suelo 
como papeles 
rotos  
en medio de las calles  
¡la vida deshecha  
como una flor 
cortada 
que nadie pone,  
siquiera,  
en un vaso de agua  
para que no se mustie  
en unas horas...!
En la esquina  
un desolado inmigrante,    
bajo el peso del sol  
ofrece pañuelos  
y prensa diferente...
Los recursos del planeta 
abundan, hasta hay 
excedentes ¡de todo!
Pero la gente   
se muere 
¡a chorros! (¡muere 
medio mundo!) 
¡de hambre!
¿En nombre  
de que dios? 
¡me cago en el demonio!
Y en las leyes    
malditas... que permiten 
y promueven 
y aplauden   
la muerte de inocentes. 
¿Un barril de petróleo  
es, acaso,  
más valioso que la vida 
de cualquier ser humano? 
Yo me niego a aceptar 
que una vida, 
aún la del más olvidado 
de los seres humanos, 
aún la vida de algún indeseable 
que se seca entre rejas... 
valga menos 
que un trocito de papel, 
¡aunque sea un billete de quinientos!
La abuela del kiosco,   
vende y mastica   
chicles USA. 
Y el buzón   
del vecino del quinto  
está que desborda   
publicidad...
Una indigente  
pide y suplica  
algunos céntimos   
en la puerta de una iglesia...  
mientras su hija, a un lado, 
mal-vestida, 
a cambio de nada, 
ofrece una sonrisa 
que enternece a quien la mira.
Las drogas, las armas, 
la “trata” de inocentes víctimas  
para el porno-cine  
y los prostíbulos,... 
y la venta engañosa  
por telefonía  
de trozos de Edén  
que incluyen una ración 
de la rica tarta  
que hace Eva... de 
las más dulces manzanas  
del paraíso... 
La justicia y la paz 
han de estar 
por encima 
de los “negocios” de los violentos. 
Por encima de los ladrones 
con chaqueta y corbata, 
pero sin escrúpulos. 
Por encima de las medallas 
de los criminales vencedores... 
digo, héroes de las guerras.   
La vida digna  
de todos los seres humanos   
ha de estar por encima. 
La alimentación básica 
para todos y cada uno 
de estos seres humanos 
tiene que estar 
por encima. Por encima de todo. 
La vida    
no es la misma... 
¿o sí es la misma? 
¿Para los ricos 
que para los pobres?,  
¿para los varones que 
para 
las chicas?,   
¿para los turistas de Holanda, 
de Suiza, de Alemania... 
que para unos refugiados de algún
país   
en guerra?,  
¿que los “sin papeles” que vienen 
de cualquier país del Sur?. 
Yo no lo entiendo. Me niego 
a comprender lo incomprensible. 
Así nomás.  
Yo hoy 
suplico   
con este amargo dolor 
sin lágrimas  
que tantos seres humanos 
sin voz 
ni nombre 
tienen como único sabor en sus bocas 
sedientas de justicia... 
Yo suplico (repito) 
por un Orden Nuevo 
para el Mundo. 
Un Mundo más humano 
¡para toda criatura, 
sin distinción 
de raza, de credo, 
de sexo o estatura! 
Pero ¿por qué no? 
¡¿Es que tanto nos duele ser personas?!
Las guerras... ¡siempre 
son derrotas!. 
Crueles son...  en Angola, 
en Armenia, en Chechenia, 
en Colombia, en Etiopía, 
en Ruanda, en Zimbabwe... 
Incluso en Irak. 
¿Por qué a una guerra 
se le llama preventiva? 
¿Puede ser una guerra preventiva? 
¡El aborto es preventivo   
de la vida!   
¡Es agresión    
a la vida!  
¿Quién castiga a esos 
crímenes anónimos, escondidos 
detrás de unas banderas? 
¿quién justifica la sinrazón 
de esta locura? 
Empresarios-políticos que venden 
sus almas y sus programas 
al diablo, 
por unos votos... 
¡Oh, el poder!...!!! 
¿Qué es el poder? 
Poder... ¡hace cosas!. 
Llegar a acuerdos y hacer 
realidades 
de los proyectos que son posibles... 
¡Eso sí es política! 
Poder impedir... que otros 
hagan las cosas... Es 
más que “oposición”... 
¡eso es derrotismo, 
eso es tiranía, 
eso es, quizá, 
“sucio negocio” sin escrúpulos. 
La carrera de armamentos 
¡el gran negocio!. 
Esa si 
que es una plaga... intolerable. 
Es, acaso, la única; 
desde luego, la más profunda 
razón... 
para las guerras.
Y parece que no hay remedio: 
el anhelo más profundo, 
el clamor más universal 
queda acallado 
por el egoísmo productivo 
de unos pocos.   
Me da hasta miedo 
decirlo. 
Me da hasta pena pensarlo... 
Este Mundo, nuestro mundo 
que avanza ya... 
por el Tercer Milenio 
de la Historia de esta Era cristiana...,
en vez de estar 
llena de convivencia ética 
y armónica    
hasta los confines de la tierra... 
está sembrada 
de esclavos. 
¿Es que no ha encontrado aún 
la alegría de compartir 
la vida entera, 
en justicia, 
en libertad, 
en paz?
Mientras tanto, yo 
repito: 
“Bienaventurados 
los que construyen la paz”. 
Malditos 
quienes la ahogan.
Ojalá 
que detrás de esta noche, 
que mañana 
en la mañana... salga el sol 
por el Este... e ilumine 
con luz nueva  
a todos los Hijos de la Tierra. 
Que este mundo que tenemos 
es Patrimonio 
y Herencia 
de todos los humanos. 
También de los cientos de críos 
que, este rato, están muriendo... 
sin el “pan nuestro” 
que no tuvieron  
este día.
Ojalá que mañana 
amanezca de verdad. 
Y haya Paz   
y Justicia  
y Alegría...   
¡en todas partes!.  
Ojalá.
 (Poema publicado en 
“EL HEMISFERIO OLVIDADO”)









Eminente certero y determinante tu poema Jsé-Maria. Estoy de acuerdo con tigo como
ResponderEliminarcreo que lo esté todo el que se precie de ser humano. Mi última humilde y sencilla publicación, tiene similares matices. De nada vale las relevantes fechas que entramos
con ceremonias y agasajos si luego tdo va a seguir igual.
Grandioso poema, José!
ResponderEliminarO nosso mundo é muito difícil de olhar! Talvez por isso, e por cobardia, muitos fecham os olhos e não querem ver o que se passa à sua volta.
Gostei muito.
xx
Sí, mi querido José María, nos hemos deshumanizado a pasos gigantes. Estoy contigo en todo lo que dice tu poema, solo nos queda ser fuertes y luchar para que el bien venza. Aún somos muchos los locos que creemos en Dios y seguimos el camino del amor.
ResponderEliminarGracias
Un abrazo
Sor.Cecilia
Comparto la ira y el dolor que vierten tus letras…lo has dicho todo y siento el desgarre que se produce en la gran masa que sufre por culpa de otros. Es en estas fiestas cuando más se me cierra el espíritu…"ojalá que mañana amanezca de Verdad". Redondo poema protesta.
ResponderEliminarUn abrazo José María.
Lo dices todo en este poema, José María. Un completo repaso de las miserias de esta sociedad.Mi felicitación por este tirón de orejas que todos merecemos por acepar que estas cosas ocurran ante nuestra mirada y nuestro cerebro repleto de información. No podemos decir: no lo sabía.Lo sabemos y somos cómplices pasivos pero necesarios para que la injusticia impere en el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto lo que dices y lo comparto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias por estos comentarios de reconocimiento positivo. Abrazos.
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